—¿Y ahora a dónde vamos?Peter maneja relajado por la carretera, y toma la salida que lleva a las afueras de la ciudad.
—A buscar un encargo mío.—responde alegre cambiando las canciones del estéreo.
—¿A las afueras de la cuidad?.—cuestiono con extrañes.—¿No serás un asesino serial que quiere matarme sin testigos?
Él me da una mirada por el rabillo del ojo y deja salir una ronca sonrisa.
—Sí, lo soy.
Sonrío por su tono sardónico y sin decir más seguimos el trayecto. Estamos callados y la música llena el ambiente extrañamente cómodo entre ambos.
—Quédate en el auto, y cuando salga mete el seguro.—ordena rápidamente al parar a un lado de la carretera.—Prometo no demorarme mucho.
Lo veo salir del auto y algo confundida hago lo que me pidió.
Pasan alrededor de cinco minutos y regresa tocando la puerta del conductor. Quito el seguro y entra al auto con una bolsa negra en la mano. Frunzo el ceño al ver que la tira sin cuidado alguno a los asientos traseros.
—¿Esa cosa que apesta a zorrillo...—inquiero entre pregunta y duda.—¿...es marihuana?
—No, es un zorrillo bebé envuelto en plástico. Está durmiendo.
Le doy un golpe en el brazo por su usual nivel de sarcasmo y él da una carcajada mientras comienza a manejar.
—¿Qué?.—replica, aún riendo.—Fui ingenioso, admítelo.
—Eres taaan creativo, Peter.—ironizo, sacudiendo la cabeza con una pequeña sonrisa.—En serio, el más creativo del universo.
Recorremos unos cuántos kilómetros más y vuelve a parar el auto.
—¿Dónde estamos?.—por la ventana solo veo arbustos y enormes árboles.—...parece el perfecto escenario para perdernos y nadie nos encuentre.
—Ven y te enseño.—señala con la cabeza, saliendo del auto.
Imitó su acción, y al bajar visualizó que entre dos altos árboles hay un atisbo a lo que parece ser un camino escondido. Supongo que lleva a algún lugar, no estoy segura, las ramas de los árboles están tapando la vista.
—¡Ven, tienes que ver la vista!.—me anima con la ilusión de un niño pequeño.—¡Es jodidamente alucinante!
Peter toma mi mano y nos arrastra por el camino. Su mano se encuentra algo fría y siento la extraña vibra en mi pecho por su toque.
Recorremos el camino lleno de hojas marchitas y mis ojos son recibidos por el paisaje entero de la ciudad. Decir que la vista es increíble, es poco.
—¿Cómo encontraste éste lugar?.—musito fascinada, soltando su mano para acercarme con cuidado por la colina.
—Me gusta fotografiar algo que sea hermoso para mí.—revela algo nervioso, y me giro para ver como se desacomoda el cabello.—...Un día pasando por aquí vi el camino, y lo seguí para luego toparme con esto.
—Es una hermosa vista.
El sol de la tarde crea un paisaje realmente bello, pero estoy segura que venir aquí de noche, debe ser mil veces mejor.
—Sí, lo es.—concuerda, sentándose a mi lado con la vista fija en el paisaje.—Alucinante, ¿eh?
Ojeo a Peter con disimulo unos segundos; su pálido rostro contra el sol parece de porcelana y definitivamente su pequeño lunar arriba de sus labios le da un aspecto inocente, pero sexy a la vez.
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"LA PANDILLA" #1 (En edición).
Teen FictionEn su último año de preparatoria, Alaysa Fitzen y su grupo de amigos tendrán que enfrentarse cara a cara; con el amor, la familia, la amistad y enemistad. ¿Podrá sobrevivir la pandilla ante el golpe de realidad de sus secretos? ¿Su unión soportará l...