"LA PANDILLA" #1 (En edición).

Capítulo.-31

-¡Alaysa!, ¿Puedo sentarme?.-Asentí con una sonrisa mientras Violet tomaba lugar enfrente mío.-¿Como has estado?

-Bastante bien a decir verdad.-Ella sonrió levemente y bebió de su soda.-¿Y Tú?

Disimuló muy bien una mueca. Recordaba su discusión con Jo así que por su rostro sabía que seguían enojados, no quise indagar para no incomodarla pero me tenía ciertamente preocupada que de un día al otro su relación estuviera mal de alguna manera. Temía que lo que dijo Ellen sobre besar a Jo fuera cierto.

-Bien.-Mintió en una sonrisa.-Por cierto, esta noche no podré estar contigo para que hables con Joseph. He recordado que tengo prácticas de baile y no podré ir a la fiesta.-Se excusó con una mentira.

Lo poco que sé de ella, es  que baila ballet o algo así. Supongo que es una buena excusa, para que declinar no estar en la fiesta de hoy.

-Oh claro. No te preocupes.-Le regalé una sonrisa en comprensión.-Al menos Camille estará cerca.

Nos pusimos a charlar un poco sobre sobre el baile del mañana. Es claro que Violet es una chica dulce e interesante sin duda, nos estamos llevando bien y estoy casi segura de que podríamos llegar a ser muy buenas amigas. No pasa mucho tiempo cuando a lo lejos diviso una mata de cabellos negros dirigiéndose a nosotras. El porcelana rostro de Thomas me mira con una sonrisa de oreja a oreja. Con alegría me levanté de mi lugar al tiempo que llegaba a mí y lo recibí con un fuerte abrazo. Llevo semanas sin verlo, todo debido al encierro dentro de mi burbuja, mantuve lejos de todos los que solían ser mis amigos. Estoy feliz de verlo nuevamente.

-¡Demonios! ¡No sabes lo feliz que estuve de oír que mi Alay está devuelta!.-Exclamó hundiendo su rostro en mi cuello.

Agh, repito: estoy feliz de ver a mi explosivo Thomas.

-No sabes cómo extrañé a mi rubio oxigenado favorito.-Reí rompiendo el abrazo. Lo tomé de los hombros examinando su rostro y cabello negro como la noche, sonreí para darle un sonoro beso en la mejilla.-Me atrevería a decir que has quedado más guapo con el color nuevo de cabello.

-Obvio.-Resopló en burla y le pegué en el hombro con broma.-He oído de tu discusión con la zorra roja.

Violet soltó una risa ante el comentario de Thom. Tomamos asiento y le dio un choque de puños a manera de saludo, él me miró expectante a que narrara lo sucedido.

-Solo nos dijimos unas cuantas palabras.-Me encogí de hombros.-No fue gran cosa.

-¿Que te dijo?.-Curioseó Violet mordiendo su labio.

-Bueno...-Paré de hablar.

Por las puertas de la cafetería entró Ellen siendo protagonista de la atención nada más y nada menos que el golpe que le había dado en la nariz. Está entre roja y morada, desde la distancia dónde estamos puedo sentir el odio que irradió cuando sus ojos dieron conmigo.

-¿"No fue gran cosa"?.-Murmuró sorprendida Violet. Los tres desviamos nuestro ojos de ella.-Olvidaste mencionar que le has dado motivos para practicarse la rinoplastia.

-¡A eso me refería cuando decía que habías vuelto!.-Thomas se oía emocionado y orgulloso.

-Ella se lo buscó.-Murmuré con cierto enojo.

Tal vez me había pasado y tenía un poco de culpa por lo que hice, pero el dolor que sintió Ellen por el golpe, no se acercó ni a la mitad del dolor que causó a todos nosotros.

-¡Hey!, ¿han visto el rostro de Ellen?.-Sonó la alegre voz de Tayler mientras tomaba asiento con nosotros.-¿Que le habrá sucedido?

-Alay le sucedió.-Bromeó Thom dándome una rápida mirada.