"LA PANDILLA" #1 (En edición).

Epílogo.

7 AÑOS DESPUÉS

ALAYSA

Tomo cinta adhesiva y enredo ésta en la maleta, eso ayudará a que no se abra. Espero no me miren con sospecha, parece que llevo droga.

-¿Por qué te tienes que ir?.—Me refuta la niña con tristeza mientra termino de empacar mi última maleta.—¡Te necesito para ir todos los sábados a mis partidos!

-Cariño, tengo un nuevo trabajo y no puedo quedarme.—Hizo un puchero y se cruzo de brazos negando con la cabeza.—Te enviaré un montón de regalos y te visitaré cuando pueda.

-¡No es justo!, ¿por qué tu trabajo es en otra ciudad?.—Sus ojitos cafés se llenaron de lágrimas.

-Por que me necesitan ahí y es un buen trabajo, ademas estoy segura que podrás ir a visitarme.—Le animé con una sonrisa.—¡Y prometo enviarte un mensaje cada sábado antes de tus partidos.!

-¡¿En serio?!.—Su cara se iluminó.

-¡Claro que sí!, sabes que tú mama ya te explicó que necesito irme.—Hizo una mueca y restregó sus manos es su rostro en dramatismo.

-¿Me prometes que vendrás en vacaciones?

-¡Estela!, deja a tu tía Alay empacar, ven aquí.—Ella refutó y se acercó de mala gana a su madre.—¿Has terminado? Tayler ya subió las cajas con tus cosas.

-Todo bien, solo hace falta estás dos.—Señalé mi maleta morada y la que lleva cinta.—Cami...

Ella entendió que quería hablar a solas.

-Cielo, ve a buscar a papá y dile que venga por la otra maleta.—Mi sobrina asintió y se fue dando brinquitos.

Iba a extrañar a esa encantadora niña.

-Llego la hora.—Dije soltando un suspiro.

-Será raro no tenerte aquí en casa.—Pronuncio con un aire nostálgico.

-Lo será para mí también. No sé cómo agradecerte por tu apoyo todos estos años.

-Eres mi mejor amiga, no tienes nada que agradecerme Alay.—Se acercó a mí y me envolvió en un abrazo.

-Tambien eres mi mejor amiga, te voy a echar de menos.—Admití sintiendo en mis ojos agolparse las lágrimas.

Tocaron la puerta y me separé del abrazo con la rubia. Tayler mantenía una sonrisa en su rostro mientras se recargaba contra el marco de la puerta.

-Vine por la maleta, no quise interrumpir pero Estela está muy insistente en que si su tía no se va ahora, la obligará a quedarse.

-Suena como algo que diría.—Comencé a reír con diversión.

Tay tomó la maleta y bajamos para llegar al auto, y por último subir mi maleta. Cuando nos aseguramos de tener todo listo, me despedí una última vez de Camille y mi sobrina, no quería despedirlas en el aeropuerto, de ser así jamás me iría. El transcurso fue silencioso, estaba ida en mis pensamientos, casi absorta sospesando en mis opciones de empezar desde cero, pero era algo que tenía que hacer, y más porque había conseguido el empleo de mis sueños.

Nos bajamos de auto al llegar al aeropuerto y él me ayudó con las maletas. Cuando entramos me acompañó para registrar todas mis cosas, y se quedó conmigo en la espera de que anunciaran para abordar el avión, estábamos en un cómodo silencio cuando el moreno habló.

-Joseph me dijo que no has hablado con él desde hace días.—Comentó con curiosidad.—Necesita contarte algo importante.

-Si, he estado ocupada arreglando todo para mi nuevo apartamento que no le devolví la llamada.—Le expliqué y fruncí el ceño.—¿Qué es eso importante que tiene que decirme?