ALAYSA
—No sé que sucedió, pero todo va a estar bien.—Me consuela Allek depositando suaves besos en mi cabeza.
Me separo del abrazo y examino su rostro, se ve preocupado, y sigo sin creer que de verdad estuviera aquí, inclusive después de haberlo rechazado.
—¿Como es que...
—¿Estoy aquí?.—A completó por mí y afirmo con la cabeza.—Peter me llamó, dijo que me necesitabas a un amigo que no sea de la pandilla.
Mis ojos nuevamente se llenan de lágrimas, así que lo abrazo. Peter lo llamó, el chico que amo trajo a la última persona que quiere cerca mío solo por que él sabe que lo necesito. Acertó tantísimo, que ese hecho me rompió un poco más mi corazón. Peter me conoce, sabe que solo necesito a alguien que no sea pandilla, a alguien que solo me console y no pregunté nada.
—Necesitas descansar, te ves agotada.—Refuto llorando en silencio.—Si Alay...ven, recuéstate.
Aún en sus brazos nos guía a la cama, yo me recuesto y él se queda a mi lado medio acostado-sentado. Me acomodo de manera que quedo enfrente suyo, él me da suaves caricias en mi cabello a manera de consuelo, y cierro los ojos aún soltando pequeñas lágrimas. La voz de Allek diciendo que todo estaría bien es lo último que oigo mientras me quedo dormida.
PETER.
Llevamos casi una hora sentados en la sala, cada quien absorto en sus pensamientos sin hablar o emitir sonido alguno. Unos pasos resuenan por encima del silencio, el niño bonito entra y pasa su mirada en cada uno de nosotros.
—¿Alguien me explica que diablos pasó, y por qué ella está así?
No me molesto en responder, no era su jodido problema. Solo lo llamé para consolarla, no para que nos haga un puto interrogatorio.
—Ellen y Peter se acostaron.—Habla Camille con la mirada perdida en la mesa del centro.—Y Alaysa sabía que algo pasaba entre ellos. No le dijo a Jo.
—Y por último Joseph mandó al carajo a todos.—Agrega la ida voz de Thom después de unos segundos.
No quiero levantar la mirada. Se que me todos me están viendo. Demasiado culpable me siento por una borrachera que ni siquiera recuerdo. Si pudiera regresar el tiempo lo cambiaría todo.
Toda esta mierda con Ellen empezó así:
El primer día de las vacaciones mis amigos se habían ido de la ciudad, me quedé estancado aquí, todo iba bien cuando mi madre me dio la "maravillosa" noticia de su novio mudándose a la casa. A ella le importó muy poco que no me agradara la noticia, es más, anunció que estaban comprometidos.
El estúpido solo me vió con superioridad cuando mi madre me lo dijo todo. El enojo me pasó factura y salí hecho una furia. No tenía a donde ir, así que huí por ahí manejando, y llegué a un club nocturno.
El estúpido club Whick.
Sólo entre a beber y perderme de mi cabeza, hice una mierda de mi ese día, bebí e incluso me dejé llevar cuando me ofrecieron cuanta droga. El problema empezó cuando me cobraron por ella, y me negué a pagar. Claro que por eso, me metí en una pelea.
—¡Paren de golpearlo!.—Los sujetos dejaron de darme golpes en el estómago.—¿Que pasa aquí?
Unos tacones aparecieron en mi visión. Aún en el piso alcé la cara dando con Ellen.
—Yo controlo este club, mi padre Elias Stell es el dueño. Todo lo que él les debe se los devolveré.
Los hombres se alejaron de mí conformes del trato. ¿No se supone que debería estar en Nueva York como les dijo a todos?
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"LA PANDILLA" #1 (En edición).
Novela JuvenilEn su último año de preparatoria, Alaysa Fitzen y su grupo de amigos tendrán que enfrentarse cara a cara; con el amor, la familia, la amistad y enemistad. ¿Podrá sobrevivir la pandilla ante el golpe de realidad de sus secretos? ¿Su unión soportará l...