Cuando el primer amor termina.

Mil Lágrimas

Hoy era un día como cualquiera, la mañana era fría y nublada, tenía que ir a trabajar a un lugar de medio tiempo, solo me lleve unas pequeñas bolas de arroz en un tupper que me regalo Sona.

Era de color morado con una tapa blanca, tenía stickers pegados de notas musicales y nuestras iniciales ahí.

Antes de irme, le dejé el desayuno preparado a Alune, pues ella trabajaría en la noche, siendo sincero no me gustaba que ella trabajará casi a la mitad de la noche, siempre me imaginaba lo peor, Apesar de que ella siempre llegaba sana y salva, no quería arriesgarla.

Hoy sería mi último día matutino, decidí cambiar de puesto con Alune, es mi hermana y estoy dispuesto a tomar ese riesgo.

Al llegar al café, estaba mi compañera de trabajo, era muy alegre y sonriente, Lux y yo ya habíamos hablado un par de veces pero yo soy algo cerrado.

- ¡Hola Aphelios! - Lux sonrió y saludo a Aphelios -

- Hola Lux.. ¿Llego tarde? - le devuelvo la sonrisa igualmente y paso al otro lado del mostrador -

- Oh para nada, el jefe me dijo que te mencionara que hoy salimos temprano. - La chica acomodaba unos vasos desechables y limpiaba la mesa -

- Si.. Hoy será mi último día en este puesto por cierto. - Me senté en una de las sillas altas que había de mi lado, no me gustaba estar de pie por mucho tiempo -

- Cierto.. He de admitir que eres un gran compañero, es una pena.

Lux siempre era tan buena conmigo, más de una vez me a ayudado sin recibir nada a cambio, aparte de ser la amiga más cercana que tengo se puede decir y ella sabía lo de Sona.

Pero en fin, más tarde esa mañana empezó a llegar gente, normalmente venían personas que venían aquí antes de irse a trabajar.

Yo y Lux vimos a dos jóvenes entrar, eran atractivos a primera vista, pero yo no ponía mucha atención hasta que vinieron a pedir.

- Hola Chicos - Hablo el joven para llamar la atención, su voz era muy firme y gruesa - va a ser para llevar.

Yo estaba en las nubes, estaba como siempre melancólico viendo el regalo que me diste mientras que Lux a tendía.

- Oye tú. - El tipo más alto me habló y levante la mirada -

El joven que me había hablado, al parecer era un Vastaya pelirrojo, de ojos amarillos y unos notables colmillo por su sonrisa burlona

Y su amigo, un muchacho más bajo que él, con cabello morado de un cuerno más grande que otro, tenía una larga cola de caballo junto con unas uñas largas y elegantes.

Yo levante una ceja esperando algo, pero al parecer el más alto tenía ganas de molestar.

- Y dime.. ¿Que tienen hoy? - el vastaya se posó en la barra mirando a Aphelios con una sonrisa socarrona -

Aphelios solo Suspiro con molestia y en la parte baja de la barra sacó dos menús y se los puso en frente.

- Hmm ya veo.. - el Vastaya miró detenidamente los menús y después volvió a mirar al chico - ¿por qué no hablas eh? ¿Eres tímido?