Contando Una Historia.

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El vastaya estaba atónito por el pasado triste de su acompañante, este mantenía sus manos en el volante mientras miraba al joven Aphelios, quien miraba la ventana con una mirada gris y sin vida.

- Cielos.. - Sett agachó sus orejas y miro el camino - pero.. ¿Enserio lo intentaste?

- Si, pero supongo que no pude terminar con mi existencia. - Aphelios soltó un suspiro corto y sonrió -

Sett paro en el estacionamiento de un restaurante, se veía grande y esto ponía los pelos de punta del azabache.

Desde el año pasado, no va a lugares muy públicos, prefiere los lugares menos populares de la ciudad.

Entraron y no estaba tan lleno ya ambos se sentaron, Sett pidió uno que otro filete mientras que Phel pidió huevos con tocino.

Sett no sabía que decirle a Aphelios ¿cómo decirle que todo estará bien a un tipo que intento suicidarse?, cuando trajeron el desayuno a Sett se le ocurrió algo un poco cómico para romper el hielo.

Sett abrió su boca mientras miraba a Aphelios y éste estaba algo desconcertado, lo único que se le ocurrió fue tomar un poco de alimento y dárselo en la boca como un lindo bebé.

Sett reía mientras comía lo que puso en su boca, estaba contento y a la vez impresionado por el hecho de que entendió lo que trataba de insinuar.

Aphelios al ver a Sett tan vivaz, dibujó una sonrisa y siguió comiendo.

Sett le contó sobre Thresh y desde cuando se conocen, para ser específicos; en la universidad donde fueron compañeros de habitación, se llevaron increíble, tanto que se volvieron buenos amigos y decidieron mudarse.

Y claro, no podía faltar los relatos y momentos que pasa con su mamá, para el era increíble tener a una mujer como ella.

- Ella es perfecta, si la conocieras, te encantaría. - exclamó Sett con emoción mientras miraba a su amigo frente a frente - y dime Phel ¿cómo son tus padres? - preguntó Sett con curiosidad -

Aphelios abrió un poco sus ojos y después miró la mesa detenidamente - veras.. Mi familia es muy exigente con nuestra religión y siempre me encargue de seguir fielmente mis creencias, llegando al punto de aprender sobre armas y a defender a los míos.. - Los recuerdos de su infancia eran muy borrosos, el recuerda que no tuvo una mala infancia, pero tampoco fue tan feliz -

- Ya veo.. ¿Y vives con ellos? - Sett estaba emocionado por saber más de él, aunque cuando Phel anteriormente le dijo que tenía una vida solitaria no lo creyó del todo -

El chico se quedó en silencio y tomó aire - Por desgracia ellos perecieron hace ya mucho tiempo. - contestó con normalidad, como si no le afectará hablar de eso o como si de por sí no le importara. -

- Lo siento mucho.. No era mi intención - cuando Sett apenas empezaba con su disculpa, Aphelios lo interrumpió - No, no te preocupes, ahora deben estar comiendo pistaches en otra parte. - soltó una risa al igual que Sett. -

Cuando el primer amor termina. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora