B es por "Broma"

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— ¿Que quieres que yo qué?

— Confiésate a Mari Ohara.

— Ni en un millón de años.

— ¿Y si lo haces como una broma? Estarás diciendo lo que sientes, pero si te rechaza, entonces puedes decir que bromeabas.

— ¿En qué mundo una broma a Mari Ohara es divertida?

— ¿En éste? — You rió —. Además puede que algo muy bueno ocurra.

Esta tonta a mi lado se llama You Watanabe, ¿y yo? Mi nombre realmente no importa.

— Está bien— porque soy una idiota que morirá pronto.

— Bien, solo tienes que llegar, confesarte, y si la ves incómoda o molesta, decirle, "ah, es broma", y salir corriendo.

— Estoy a punto de ser rechazada de manera bestial.

— Estarás bien, no se atreverá a hacerle nada a la capitana del equipo de baloncesto, Kanan Matsuura, ¡ah! Ahí viene— mi amiga señaló con la barbilla en dirección al pasillo, donde venía caminando la presidenta de consejo, Mari Ohara. Una chica de ojos felinos y cabello rubio. Era bien conocida por ser cruel y estricta, pero también juguetona y casi... sensual, o al menos así era cada que se encontraba conmigo.

Tragué saliva. La verdad es que Mari hacía que mi corazón se acelerara, como el de casi todos en la preparatoria.

Tomé valor y me acerqué a ella.

— Hey.

— ¿Kanan?

— Tengo algo que decirte, ¿tienes tiempo?

Maybe, ¿qué es?

— Es personal.

— Entonces te escucho.

— Mari Ohara— me tensé, You nunca había sido tan insistente, quizá era una señal, y aunque me rechazara, podría decirle mis sentimientos—, me gustas— sus ojos se abrieron todo lo que pudieron, expresando su sorpresa. ¿Será mejor fingir que no hablo en serio? —. Eh... Es una b-

Esta vez fue mi turno para sorprenderme, Mari Ohara había tomado el cuello de mi polo deportivo y me había jalado hacia ella, besándome.

I love you.

— ¿Eh?

— Me has gustado desde hace mucho tiempo, esperaba que me lo dijeras— se pegó a mi, abrazándome.

... ¿Qué acaba de pasar?

[...]

En otro lugar del pasillo, You se felicitaba internamente, el plan que había planeado con Chika resultó perfecto. Caminó al salón de clases con una gran sonrisa, y una vez entró, se sentó a lado de la pelimandarina.

— ¿Pasó? — preguntó su novia, sentándose en sus piernas.

— Sí, pero mira que fue difícil.

— Kanan es igual de densa que tú, necesitaba un empujón.

— Mou... ¡Te he dicho que no había forma de que supiera que te gustaba!

— Te besé.

— Bueno sí pero...— Chika suspiró y sonrió, acariciando el cabello de su despistada marinera.

— Preparémonos para recibir a la feliz pareja .

KananMari ABCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora