KananMari ABC

X es por "Xerófila"

Hola.

Veo que encontraste mi carta.

¿Te importaría leer hasta el final?

Tengo muchas cosas que decir, y no puedo hablar con nadie realmente.

¿Estás casado o casada? Mi madre solía decir que el amor es como una flor que cuidas, y cuidas, y cuidas, hasta que se vuelve hermosa. Es tu deber mantenerla viva, si la llegas a tener, ofrécele sólo lo mejor, de lo contrario, se va a morir.

Kanan y yo realmente no estábamos enamoradas cuando nos comprometieron, es más, yo me opuse rotundamente a que eso sucediera, simplemente no podía mirar mi vida con alguien que apenas conocía, pero como omega no podía decir nada, claro está. En mi casa podía renegar todo lo que quisiera, pero frente a mi padre, frente a Kanan... simplemente no podía hacerlo, su aura era demasiado amenazadora, aunque algunos podrían decir que simplemente era "fuerte".

Los años pasaron y, lo cierto es que ella y yo nos llegamos a llevar muy bien, incluso cada viernes mirábamos películas en mi cuarto, siempre y cuando mi calor no estuviera cerca, ni el suyo. Para esos años yo ya había decidido tomar el compromiso por el lado amable, como dije anteriormente, no es que tuviera opción. Al menos llevaría en paz lo inevitable.

Pasamos por muchas cosas juntas, mi disposición a ella hizo que inevitablemente me enamorara... Quiero pensar que al menos en ese momento, ella lo estaba de igual manera. Pero si puedo ser sincera, en mi interior siempre hubo algo que no me dejaba estar completamente a gusto con esto, aunque el amor que había florecido en mí fuera real. Igual no importaba, una vez que te marcan, tu mundo gira en torno a tu alfa...

No tenemos ni una puta opción.

Con nuestro matrimonio llegó el tiempo de tener cachorros, pero después de un tiempo de intentar, y continuar intentando, supe que era infértil.

Caí en una profunda depresión por un buen tiempo, aunque el que no pudiera concebir no era el único motivo... En mi interior, me alegraba que no pudiera dar a luz a esos bebés que mi esposa tanto deseaba, y eso me entristecía, porque no tenía permitido sentir tal cosa. No era natural. Yo debía criar y dar a luz a hijos saludables, que continuaran con el legado de mi alfa, pero simplemente tocar los moretones en mis brazos, cubrir las marcas con maquillaje o no poder levantarme por las mañanas, después de las sesiones de sexo desenfrenadas y violentas de mi esposa, hacían que me preguntara si tendría la cabeza para traer a una familia como esta, a esas pequeñas luces. Yo amaba a Kanan con todo mi ser, pero los que pudieran haber sido mis hijos, no tenían la culpa de eso.

Sabía que en algún momento buscaría lo que no puedo darle, en otra persona, y que su familia la encubriría con gusto, incluso mi mejor amiga me sugirió cortar el lazo antes de que algo malo ocurriera, pero simplemente no podía. Al mirar esos ojos amatista, aunque sabía que yo ya no significaba nada para ella, simplemente hacían que mi voluntad flaqueara, si es que esta estúpida cosa marcada en mi cuello me deja tener alguna.

He decidido escribir esto porque... hoy he sentido cómo mi corazón se parte en mil pedazos, más de lo habitual, en mayor medida cruel, fuera de lo normal, y lo he sabido: Kanan ha cortado nuestro lazo y ha tomado a otro omega... Eso significa que yo moriré.

Sólo quería pensar que pude hablar con alguien acerca de lo que sentía, maldecir mi naturaleza, tal vez, antes de que llegue el final. Y si es Kanan quien llega a encontrar esto, sólo quiero decirte una cosa:

Yo te amo.

Pero te puedes ir al infierno.

Te estaré esperando.

Con amor. Ohara Mari.