KananMari ABC

L es por "Lumos"

" — ¡Mari!

— ¡Eh! ¿Qué ocurre?

— L-La luz... se fue...

— ¿Qué?

— Se fue... papá salió... Mari... tengo miedo...

— Um... espérame en tu puerta, iré por ti.

— P-Pero no quiero bajar... todo está oscuro...

— ¿Entonces cómo podré verte?

— N-No sé...

— Vamos Kanan, tú puedes.

— B-Bien.

[...]

— La luz de la luna es realmente brillante.

— Pero dentro de mi casa no entra.

— Tranquila, ¡tengo la solución ideal!

— ¿Eh?

— Lo leí en un libro... tienes que decir..."

— Lumos.

— ¿Lumos?

— Sí, y así una luz protectora vendrá a ti.

— P-Pero...

— Es un hechizo, funcionará.

— B-Bien— mi hija cerró sus ojos con fuerza, y yo saqué un juguete con una lamparilla en la punta —... Lumos...

Encendí el botón, y la pequeña esfera brilló.

— ¿Lo ves?

— ¡Woah! — Ai tomó la varita, sus ojos brillaban con asombro.

— ¿Así ya no tendrás miedo en las noches?

— No mamá Kanan, no tendré miedo— dijo la niña, sonriendo con entusiasmo.

— Entonces a dormir, buenas noches— puse la pequeña lampara a lado de su cama y la arropé para que pudiera descansar.

— Buenas noches— me dio un beso en la mejilla.

Salí de la habitación de mi hija y regresé a la cama con Mari.

— ¿Ai está bien?

— Sí, sólo estaba algo inquieta con la oscuridad.

— ¿Qué hiciste para que se tranquilizara?

— Algo que me enseñaste hace muchos años para no tener miedo.

Mari fijó su mirada en mí por unos segundos, intentando entenderme, noté un destello en sus ojos color zircón poco después, sonrió y extendió sus brazos a mí para que la abrazara, y así, en la oscuridad, me dejé envolver por la luz de mi vida, la persona que amaba, la que de pequeña, y aun siendo adultas, me había enseñado la magia.