Parte 12

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- Perdón ¿Dimitri? - Le volvió a repetir al darse cuenta que el chico no respondió - Lamento interrumpir pero mamá... Perdón la señora Hilliker...- me interrumpe.

- Eres Léa ¿cierto? - Noté como una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

- Sí, Léa Elui, un gusto conocerte - Le entendí mi mano.

- Ya sabes mi nombre, así que sería estúpido repetirlo, el gusto es mío - dijo levantándose de su escritorio y estrechando mi mano - Por cierto - Se acercó a mi oído - Eres muy bonita - Me quedé estática.

- Gracias...

(Para que se den la idea de Dimitri era algo así)

(Para que se den la idea de Dimitri era algo así)

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- ¿Vamos? - Pregunta.

- Sí, vamos - A Léa le intimidaba un poco Dimitri por la manera en la que actuó al conocerla pero no le dio mayor importancia.

Empezaron por el primer piso del edificio, Dimitri le iba diciendo que significaba cada cosa a Léa y la historia de aquel enorme y lujoso bufete de abogados, era muy profesional y eso a Léa le parecía genial, así estuvieron por mucho rato hasta que llegó la hora de almorzar y quedaron en hacerlo juntos pero nada especial. En lo personal Dimitri no le atraía a Léa.

- Y dime Léa ¿tienes novio? - La pregunta que más odio en el mundo, gran manera de comenzar un almuerzo.

- La verdad no ¿que hay de ti? - Pregunté.

- Estoy comprometido....

- Oh, eso es asombroso ¿No? - Dije aún ingenua.

- Pero comprometido con mi carrera - ríe.

- Creí que ibas a casarte, oh, no importa, ¿tanto te gusta la abogacía? - Asiente - Me recuerdas a mis padres.

- ¿A ti no?....

- ¿No qué? - Pregunté.

- ¿No te gusta? Digo teniendo como padres a los mejores abogados del país dudo que no quieras seguir sus pasos - Revisaba el menú del pequeño restaurante que había en el edificio.

- Si me gusta, de hecho mis padres son exactamente en lo que quisiera convertirme pero no se si llegue a ser igual de buena que ellos - Me sentí un poco rara ya que jamás le había comentado eso a nadie. Enserio jamás, ni siquiera a mi misma - Yo... no quise decirlo así, es que nunca había sido tan abierta.

- Siempre hay una primera vez ¿no? - Me pone tan nerviosa, lo detesto.

- Tienes razón, ehh debo irme, gracias por el recorrido de hoy...

- Espera aún no hemos ordenado - Me miro confundido.

- No tengo hambre pero gracias igual - ¿Por qué me fui? Realmente me sentí incomoda y no soportaba un minuto más allí.

Corrí a la oficina de mis padres y me despedí de ellos, iré a comer a otro lugar ¿y adivinen que? Lo haré sola, como siempre estoy.

Ghost of You...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora