La verdad

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Serena entró en el bar, y allí se encontró a Takumi, sentado en una mesa con una cerveza.

- Hola Serena.- Dijo el hombre felíz de verla.

- Hola Takumi.- Saludó la mujer igual de fría que el polo norte.

- ¿Que tal estas?- Preguntó Takumi haciendo una señal a una camarera para que viniera a tomar nota.

- Mal.

- ¿Porque? ¿Que ha pasado? ¿Alguien te ha hecho daño?- Preguntó preocupado el chaval.

- Si, alguien me ha echo daño.-

- Dime quien ha sido, que le parto la cara.-

- Has sido tú.- Respondió Serena expresando lo que sentía desde hace un par de días.

- ¿Como que he sido yo? Yo nunca te haría daño bebe.- Le dijo el hombre.- Seras tu, que has malinterpretado algo.-

- No, yo no he malinterpretado nada. Has sido tú, que me controlas, me miras los mensajes, te pones celoso cada vez que hablo con un hombre... Ostias, si es que en la cárcel sería más libre que contigo.-

- No digas tonterías mujer. Si conmigo lo pasas bien, y lo único que quiero es protegerte de la mucha calamidad que hay entre los hombres por favor, entiéndeme.-

 - No te flipes, que ya se como defenderme.- Dijo la mujer "Si este supiera que soy Sailor Moon y que a cualquiera le meto una paliza que lo dejo doblao' hasta a él..." pensó la mujer, y con ese comentario interno se rió.

- ¿Te ríes de que te intente proteger? ¿De que vas?- Preguntó agresivo Takumi agarrando de la mano a Serena intentando hacerle daño.

- De que vas subnormal, ¿estas intentando hacerme daño?-

Cuando el hombre escucho esa frase saliendo de la boca de Serena recapacitó, ¿que estoy haciendo? Se preguntó a si mismo.

- Perdóname, perdóname bebe, no quería hacerte daño. Dame otra oportunidad.- Suplicó el hombre.

- Vale, pero a la minima adiós, ¿ha quedado claro?-

- Si, si, por supuesto. Camarera, cobrame por favor.- Pidió Takumi.

- ¿Con tarjeta?- Preguntó amable ella.

- Sí, tome.- Dijo el hombre sacando una tarjeta de crédito de la cartera.

Serena se quedó mirando fijamente a la tarjeta de crédito que la camarera tenía a mano

- Oye, Takumi, tu tarjeta es muy bonita, ¿es tuya?- Preguntó Serena intentando saber si esa tarjeta era suya.

- Si claro, es mia.

- Marque el pin señor.- Interrumpió la camarera.- Muchas gracias señor, tome la tarjeta.

Serena se adelantó.

- Con que Akemi Aoyama.- La rubia se quedó petrificada, la había mentido desde el primer momento, y sobre algo tan importante como es el nombre.- Te he dicho que a la minima adiós, ¿verdad?- Preguntó irónica y dolida Serena.

- Sí.- Respondió Takumi, bueno Akemi.- Pero espera que te de una explicación.-

- No, adiós Takumi, o Akemi, o como te llames, que ya me la suda.-

En ese mismo instante Serena salió del bar y se dirigió a su casa, necesitaba hablar, necesitaba a su amiga, a su mejor amiga.

En casa de las rubias

- Mina, ¿estas en casa?- Preguntó apurada Serena.

- Si, estoy en mi habitación, ven.- Respondió e inmediatamente la otra rubia se dirigió a esa habitación.

- ¿Podemos hablar?- 

En ese mismo instante Minako sabía que algo iba mal, que todo terminó mal.

- Claro que si princesa, dime ¿que ha pasado?-

- Pues bueno, me he juntado con Takumi... Y hemos hablado...- Mina la interrumpio.

- ¿Él te ha hecho esto?- Preguntó dirigiendo su mirada a la mano de Serena la cual tenía un moratón pequeñito pero que se podía ver.

- Sí. Pero me pidió perdón y decidí darle otra oportunidad. Pero al minuto me dí cuenta de que me mintió desde el minuto uno.-

- ¿Como?- Preguntó Mina sin entender una mierda.

- Que no se llama Takumi, su nombre es Akemi Aoyama.

- No jodas, ¿de verdad?- La del lazo se preocupaba por su amiga, pero la verdad es que tambien se preocupaba del hombre que tenían a la espera en Japón.- Bueno, es un tío más, será por que no hay hombres en el mundo, además con unas ganas tremendas de conocerte, de besarte, de follarte... y de quererte. Serena, eres una muy buena persona, y antes o después aparecerá alguien que queras como yo quiero a Alex.-

- Gracias, de verdad, no se que haría sin ti. Tus consejos, son siempre los más acertados, siempre sale bien todo lo que haces. Por algo eres la líder, nuestra líder, mi líder.

- Joder, me voy a poner colorada. Bueno, fuera tonterias. Hoy se sale, y lo vamos a pasar teta, y hoy vas a ligar para olvidar al tonto del culo ese de Akeko, o Akemi o como sea, me la suda.-

- Jajajajaja, hecho hoy hay fiesta.- Dicho esto cada una se quedó en su habitación.

Eran las 18:00 de la tarde y las chicas habían quedado en que saldrían a las 20:30, por lo cual Minako tenía dos horas para arreglar el asuntillo con Takuya, ponerle al día a Kunzite y arreglarse para salir de fiesta. Una agenda completita.

- ¡Por el poder de Venus!-

En Japón

- ¿Kunzite?- Preguntó la rubia recién llegada al departamento de su querido novio.

BOOM

Una explosión se escucho en la azotea del edificio, al cual Sailor Venus subió en un abrir y cerrar de ojos. Fue allí donde se encontró a dos hombres peleando, y a tres iluminadas intentando parar la pelea atacando a los dos hombres intentando cansarlos.

- ¡¿Pero que ostias esta pasando aquí?!- Gritó la rubia captando la atención de todos sobre todo la del hombre del pelo plateado. Que de un salto se acercó a su novia.

- Amor.-

- ¿Que está pasando Kunzite?-

- Pues que estos dos se estaban dando de ostias por ti.- Respondió la sailor del fuego sin dejar hablar a ninguno de los hombres.

- ¿Es eso verdad Kunzite?- Preguntó Venus.- ¡Responde!- Kunzite no respondió a lo que la rubia miró a Takuya, el cual tenía la cabeza bajada porque se arrepentía de haberlo pegado.- Vamonos dentro anda, que ya habéis hecho bastante el idiota.-

- De nada, que hemos impedido que se maten e.- Dijo Sailor Júpiter.

- Gracias Scouts.- Respondió insípida la rubia mirándolas y acto seguido haciéndole una señal a Takuya para que fuera con ella y con Kunzite.

Las muchachas se quedaron asombradas del hecho de que Sailor Venus les había dado las gracias por algo, se sentían bien, sentían que habían hecho algo bien. Que ya era hora de que les dieran las gracias por algo.

Dentro del piso de Kunzite

- Bien, ahora explicadme que ostias ha pasado, con pelos y señales.- Exigió

- Bueno, pues resumiendo un poco Takuya me ha dicho que tu no me quieres y que cuando lo conozcas más te iras con él.-

- Amor...- Interrumpió Minako dulcemente.

- Yo sabía que eso era mentira pero me insistió tanto, que bueno. Me lo empecé a creer.-

- Kunzite, tu sabes que nadie va a reemplazarte, eres único, y no querré a nadie en mi vida como te he querido a ti.- Dicho esto Mina depositó un beso en los labios de su amado para tranquilizarlo y dejarle claro que ella se quedaría con él.- Bueno, ahora tu- Refiriendose a Takuya.- te quedas aquí, y Kunzite y yo nos vamos ha hacer la compra, como te muevas de aquí no te daremos nada de información. ¿Ha quedado claro?-

- Si.- Respondió Takuya, cada vez que ella le hablaba se enamoraba más.

Cambio de vida | SailorMoon |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora