Hoy

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Mina y Kunzite se despertarón antes de que Serena lo hiciera, tenían que hacer las maletas y bueno, pulir el plan para dejar a Artemis con esa gente de Tokyo.

- ¿Que ropas vas a meter en la maleta?- Preguntó la rubia.

- No se que clima habrá allí, así que voy a llevar un poco de todo, pantalones largos, cortos...- Explicó Kunzite.

- Vale, vamos a darnos prisa, así podremos teletransportarnos en casa, sino tendremos que irnos a un callejón.

- Pues sí, es muy arriesgado...- 

- Pues cuando nos juntamos en Tokyo.-

- Si, dime.- 

- Tuve que hacerlo en un callejón, no tenía otro sitio... y bueno.- Explicó.

- Que faena... Bueno, vamos a darnos prisa, coge todas tus cosas.- Dijo Kunzite.

- Artemis.- Susurró Minako por el pasillo para que el gato entrara en la habitación de la pareja. - ¿Estaís preparados chicos?- Preguntó Minako.

- Sí...- Respondieron al unísono.

- Bien, vamos allá.- Dijo Mina.- Por el poder de Venus, transformación.- Una vez transformada todos se aferraron a ella y directamente fueron teletransportados al piso de Kunzite, como Mina ya había estado allí se podía teletransportar directamente.

- Casita.- Dijo el hombre.

- Oye Kunzite, se me ha olvidado preguntarte, pero, ¿que tipo de demonio has conseguido para hacerles el cebo?-

- Bueno... ¿Te acuerdas de cómo la Reina Veril me tubo cautivo y me obligó ha hacer cosas malas?- Minako asintió con la cabeza.- Pues bueno, me he puesto en contacto con un demonio que me debía un favor y me va a enviar a unos cuantos demonios bajos. <1> - A ver cómo sale la cosa.-

- Si... Ya veremos.- Dijo Minako.

- ¿Que hora le diste?- Preguntó el gato.

- A las seis en la torre de Tokyo.- Concretó el hombre

Los tres decidieron descansar un rato. Ese día iba a ser uno un tanto intenso y no podían cometer ni un solo error, y menos por el cansancio.

El que más agobiado se sentía era el gato, tenía que despedirse de su dueña, o mejor dicho, de su amiga. Estaba triste, pero lo quería hacer, iba a ser muy útil allí, de informante.

Horas después.

- Bien, vamos allá.- Dijo Artemis.

- ¿Estás seguro?- Preguntó Minako.- Todavía te puedes echar atrás.

- Sí, seré más útil allí. Y además quiero saber como va la cosa allí. Necesito información, ya me conoces, soy muy curioso.- Dijo el gato guiñando un ojo y con eso zanjando la conversación.

Mina tan solo asintió, ella estaba dolida por la ida de su gato, pero en el fondo sabía que era lo mejor.

- Kunzite, ve a comprobar que el demonio está allí y que ellas también.- Ordenó Mina. Podría parecer controladora, o borde quizá. Pero cuando se trataba de misiones era muy tajante. Era una líder, protectora, sabía cómo tenía que jugar, y tenía que mantener el control.

- Hecho.-

Dicho esto el hombre saltó por la ventana de su departamento dirigiéndose al lugar de encuentro con el demonio. Él sabía que las otras Inners y Darien irían allí, el el sitio de control tenían el detector de demonios, él solo tenía que ir y ver que las chicas estaban allí para avisar a Minako.

Cambio de vida | SailorMoon |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora