💫나의 유일한 사람

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Me encontraba caminando por los pasillos de la escuela con la mente divagante, tanto que ya no importaban los murmullos y risas infantiles de aquellas chicas que se pasaban por mis costados.
Tan sólo necesitaba regresar a aquel lugar, a aquel auditorio y continuar escuchando su grácil y embriagante voz, tan perfecta.

— Young-Hyung —

Escuche a alguien llamarme a lo lejos, por lo que no tuve otra opción más que detenerme y dar media vuelta y... Valla sorpresa que me encontré.

— HwanWoong? —

Estaba boquiabierto, se veía realmente lindo vestido con aquel tono obscuro el cual resaltaba su perfecto tono de piel.

— Te vez diferente sin uniforme —

Rei y acaricie mi nuca.

— Lo se, pero, la maestra me dijo que trajera esta ropa aparte, aunque claro esta que no saldré con esto en la obra.
Sólo sera para los ensayos —

Tan solo llevaba una camisa negra con unos pequeños detalles blancos en el cuello, unos pantalones negros de mezclilla y sus zapatos negros que siempre usaba junto a su uniforme.
Se veía tan jodidamente bien, demonios, ¿por qué eres tan perfecto?.

— Te vez bien —

Solté a modo de cumplido y Sonreí.

— Y, ¿a dónde vas? —

Pregunto con evidente curiosidad mientras daba unos cuantos pasos hacia mi, para después tomarme de la corbata, acción que me sacó mucho de onda y a su vez me provocó un leve sonrojo, pero casi me tiro al suelo de espaldas cuando capte sus verdaderas intenciones, pues tenia la corbata un poco holgada y además tenía una viruta de polvo sobre mi hombro izquierdo.

— ¡Listo! —

Amaba esa pequeña sonrisa, tan perfecta, tan sincera, tan fresca. Sin duda mi sonrisa favorita.

— Gracias Yeo —

— No hay de que agradecer, te salve de ser criticado. Eres el presidente, no puedes ir por ahí de esa manera —

— Y, ¿qué harás ahora? —

— Pues el ensayo a terminado por hoy y... Debo ir a casa a bañarme y hacer mis deberes, después iré a trabajar —

— ¿Trabajas?, ¿en qué? —

— En una cafetería, es un trabajo de medio tiempo. Tomo los pedidos y luego los reparto, así de simple —

Sonará simple, pero no lo es, no es nada sencillo trabajar como mesero y eso cualquiera lo podía saber con el simple echo de la descripción de sus actividades, pues se debía atender y anotar con claridad lo que el cliente pedía y después entregar más de una orden a la vez.

— Seguro es pesado porque trabajas tarde —

— Pues, me gustaría que hubiera más gente —

— ¿Esta muy solo? —

— Algo, de echo, a partir de las 5:00 ya no llegan muchos clientes —

Esbozo y se encogió de hombros, inclusive borro aquella sonrisa de sus labios.

— Bueno, creo que podría conseguirte algunos —

Me miro y frunció el ceño.

— Tengo algunos amigos, podría decirles —

— ¿Seguro que les gustaría ir? —

Asentí y sonreí intentando animarle.

— Es que... Trabajo con mi halmeoni.
No creo que quieran ir a una cafetería con estilo antiguo, ella no a querido renovarla. —

— Bueno, siendo así...   Podría ir yo —

Y aquella sonrisa volvió, mi dulce sonrisa sobre aquellos pequeños y rosados labios.

— Le diré entonces, se pondrá feliz de verte —

Me abrazó fuertemente, después me soltó, se despidió y salió corriendo en dirección hacia las escaleras, obviamente para ir a su aula y recoger sus cosas e irse a cambiar para después irse.

" Otro día más...
Otro día perfecto "

[...]

— Creí que saldrían hoy tu y Jessy, ¿a donde piensas ir? —

Preguntó mi madre mientras acomodaba las flores sobre el jarrón que se encontraba justo en el centro de la mesa.

— Pues, esta molesta porque tengo un nuevo amigo, además, ¿recuerdas la obra que hicimos en segundo? —

— ¿La del lago de los cisnes? —

— Si, bueno, Jessy esta molesta porque él sera el cisne negro —

Mi madre dejo lo que hacia y soltó una amplia carcajada.

— ¿Es enserio?, ella aquella vez fue Odette.
De verdad que no la entiendo —

Mamá era una bailarina de ballet retirada, aunque no del todo, pues seguía impartiendo clases junto a su antigua compañera, la señora Sun.
Ambas creían que pelear siempre por un papel protagónico era absurdo, pues lo que ellas hacían era por amor.

— Pues ni yo, además, últimamente se a comportado de lo más extraño —

— Ya se le pasará, y bueno, ¿ya me dirás a donde piensas ir? —

Exhale y deje de hacer mi tarea para mirarla.

— De echo, me gustaría que ambos fuéramos, se me harían un buen gesto. —

Ella me miro un tanto confundida.

— Es que..la halmeoni de mi amigo tiene una cafetería y siempre después de las cinco tienen bastante solo, por lo que le dije que iría, pero si vamos ambos, ¿no crees que se alegraría aun más? —

Recorrió una de las sillas y se sentó justo frente a mi.

— Esta bien, iremos.

Es un buen gesto después de todo, además, podríamos ayudarle y salir de nuestra zona de confort —

— Mamá, ¿en qué estas pensando ahora? —

— Te gusta hacer postres, ¿verdad? —

— Si, pero...

— ¡Taran! —

Oh cielos, ¿lo esta diciendo enserio?, ¿planeaba ponerme a trabajar ahí?.
No me molestaba ni mucho menos me incomodaba, pues pasaría más tiempo con Yeo, pero, ¿cómo pensaría vender algo sin la autorización de la abuela de Hwanwoong?

— Supongo que hablaras con ella al respecto, ¿no? —

— Obvió, además, podría mandar a hacer algunos volantes —

Recogí mis cosas, me puse de pie, recorrí la silla para volverla a acomodar y me fui directo a besar a mi madre sobre la mejilla y después irme corriendo a mi habitación, no sin antes gritarle a mi madre con evidente alegría un: "Te amo Mamá".

Sin duda las cosas estaban siendo extrañamente geniales.

" Querido diario, hoy es uno de mis mejores días, se que no quería trabajar antes en esto, pero... Nunca antes me había puesto así.
Quería gritar, me sentía tan feliz "

El Diario de JoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora