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Habíamos terminado de almorzar, recogimos nuestras cosas, tiramos la basura y entregamos las bandejas para posteriormente irnos a nuestros respectivos talleres, aunque, admito que decidí acompañar a Hwanwoong.

Tenía miedo de que las cosas pudieran repetirse, de que le hicieran daño.

— ¿Hoy tienes prueba de natación?—

Bien, ¿cómo rayos sabia que estaba en el club de natación?, acaso, ¿él también me espíaba?

— No, hoy no —

Respondí con evidente tranquilidad. Puesto que hoy no tenia nada que hacer ahí, ya que hoy había clase para los de segundo.

— Y, ¿sabes nadar? —

Se detuvo en seco y esta vez si tropezó sobre sus propios pies y callo al suelo.

— ¿Estas bien? —

Lo ayude inmediatamente a levantarse, lo acompañe hasta una de las jardineras y levante su pantalón para poder ver si se había lastimado o no alguna de sus rodillas.

— Gracias Young, pero estoy bien, solo fue el golpe —

Bajo su pantalón y comenzó a sacudirse.

— Hwanwoong...

"Realmente no quería decirle algo, pero, ¿por qué siempre se me salia su nombre con un toque de ternura?, bueno, bueno, hasta la pregunta es tonta.
Ya saben la razón "

— Si?, dime —

— No, nada...
     Bueno, ¿en qué taller estas?, ¿sólo en el de actuación? —

Se puso de pie y exhaló.

— Bien, te mentí, ok?. Estoy en el club de teatro porque no se nadar y estoy en el taller de artes —

Valla, y yo queriéndolo llevar a Jeju.

— Bueno, esa si que es una gran sorpresa —

— ¿Estas molesto? —

— ¿Por qué habría de estarlo?, solo cambiaste el orden. Además, si mal no recuerdo, ya me lo habías contado —

— ¿De verdad? —

— Creo que si —

La verdad...
No, solo me dijo lo de actuación, que en realidad viene siendo lo mismo que lo del teatro, tan solo no me contó lo de el taller de artes, pero si estaba consiente de que le gustaba pintar y esas cosas.

— Bueno, ¿y qué harás ahorita? —

— Como no tengo porque ir a natación...
Bueno, tengo de echo que ir a mi taller de literatura —

— ¿Vas?.

— Si, de echo, voy algo temprano, empieza a las 12 y son 11:40. —

— Oh, entiendo —

Definitivamente no me creyó y ni siquiera le estaba mintiendo, ¿por qué será?, ya se que en ocasiones parezco acosador, pero...
No por eso debe creer que le miento.

— Te digo la verdad —

— ¿No es en otra dirección? —

— De echo, hoy nos toca estar con ustedes, nosotros estamos escribiendo la historia que interpretaran —

— ¿¡Enserio!? —

No, no fue desagrado de su parte, fue sorpresa, además de nervios, al parecer no quería que le viera ensayar.

El Diario de JoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora