Una suave brisa contra su cara hacía que sus cabellos se desordenen entre estos,el sonido de los grillos y los búhos daban un ambiente tranquilo y relajante para el,Era solo el y la noche.
La Luna lo acompañaba cuando se sentía solo,siempre tan bonita para el,Atrayendo su vestido de nubes,Su pureza representado en su blanco igual que las estrellas.
El ucraniano seguía el camino de tierra,La luna iluminaba todo a su paso,o almenos lo que podía en la vista de los arboles,Dió pequeños pasos,al llegar a au destinó,de un bolso sacó un ramo de flores arrodillandose.
Las dejó al rededor con el propósito de poder decorar el suelo con estas,Rosas rojas y blancas al rededor.
Se sentó en el suelo,no le importo ensuciar su ropa.
–Sabés,es curioso que,tantas personas te conozcan pero,yo sea el único sabiendo donde te encuentras.–
murmuro,podía escuchar el ruido del agua golpeando contra las piedras,Estaba cerca de un arrolló.
–Y puede que sea un enfermo,Puede que este mal,pero yo se que esto no es mi culpa,y quizas,solo quizas,si hubieras sido mas rapida para escapar de ese infierno,no estarías en el lugar donde estas,pero esta bién,por que ahora las dos estan tranquilas.–
Ucrania sonrió,Sacando una pequeña botella de licor,junto con una caja de comida.
–feliz cumpleaños a mí,Gracias por reencarnar en la luna,Mamá. Y a ti Estonia,Por reencarnar en las estrellas,Las únicas mujeres que Amo y respeto en mi vida.–
El Rubio se sentó en Medio de las dos lápidas,mientras veía el cielo estrellado,Acompañado por la luna.
