treinta y nueve

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slut     capítulo treinta y nueve

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slut     capítulo treinta y nueve






          —ENTONCES, ¿HaNeul aún no sabe que nosotros sabemos de ella? —SunHye preguntó mientras NamJoon y ella salían de la habitación llena de computadoras e iban hacia el sótano de la mansión.

          —No estoy seguro. —NamJoon no se mostró seguro respecto al tema de HaNeul, pero sí se mostró tranquilo y relajado, como si no le afectara en nada o no tuviera porqué preocuparse—. Quiero decir, a JunMyeon se le fue de más la lengua al hablar contigo, y, como escapó cuando fuimos a buscarte, puede que se haya contactado con HaNeul y le haya dicho que tú sabes y que probablemente nosotros también. —NamJoon expresó su opinión y sospecha.

          Ambos llegaron hasta una puerta de metal y NamJoon colocó la palma de su mano en una pantalla del tamaño de la misma que funcionaba como un escáner de huellas. Una luz verde alumbró la pantalla brevemente y la puerta de metal se abrió seguido de eso, deslizándose hacia un lado de manera automática.

          NamJoon entró primero, bajando unas cortas escaleras que lo dirigieron hacia el fondo de la habitación. SunHye entró después de su esposo y se encargó de cerrar la puerta de metal detrás de ella, bajando después las escaleras.

          La pareja llegó al fondo de la habitación, viéndose rodeados con estanterías llenas de todo tipos de armas: pistolas, rifles, metralletas, cañones, ballestas, arcos, espadas, dagas, cuchillos, abanicos Tessen, hachas, varas de metal y demás.

          SunHye suspiró enamorada.

          —Olvidé cuánto amaba esta habitación... —SunHye susurró para ella misma, pero NamJoon logró escucharla a su lado y se rió de ella—. Necesito escoger la mejor arma si quiero despedazar a HaNeul. —SunHye se apresuró a recorrer las estanterías llenas de armas, buscando cuál sería el arma perfecta para la pelea que se llevaría a cabo.

          —Por supuesto que sí. —NamJoon se burló con una sonrisa en sus labios, pero luego cambió su expresión a una seria de manera drástica—. No creo que necesitemos muchas armas para enfrentarnos a JunMyeon y sus hombres. Con unas cuantas pistolas y rifles será suficiente. Los francotiradores se encargarán de eliminar a los hombres y cubrirnos, nosotros iremos directo hacia JunMyeon y nos encargaremos de los que estén dentro de la casa. —NamJoon explicó su plan, haciendo que SunHye asintiera hacia él de manera vaga y lenta.

          —Comprendo... —SunHye dijo por lo bajo, haciéndose escuchar hacia NamJoon—. ¿Y quién irá a buscar a los niños y colocarlos a salvo? —preguntó la pelinegra curiosa.

          —Tú. —NamJoon respondió con una sonrisa, haciendo que SunHye enarcara una de sus perfectamente limpias y perfiladas cejas hacia él—. Sí, sé que dirás que te vas a perder toda la diversión, y confieso que tus habilidades de pelea nos darían ventaja para ganar. Pero confío en tu instinto maternal y sé que harás lo posible por encontrar a los niños y ponerlos a salvo. Nadie mejor que tú para protegerlos y hacer ese trabajo. —NamJoon sonrió hacia su esposa, besando castamente los labios de esta para hacer que borrara su ceño fruncido.

          SunHye suspiró cansada.

          —Está bien. Lo haré. —SunHye sonrió hacia NamJoon, haciendo que el moreno suspirara aliviado al escuchar las palabras de la pelinegra.

          No es que no confiara en sus hombres para cumplir la tarea de buscar a sus hijos y ponerlos a salvo lejos de la seguramente fea pelea que se llevaría a cabo, pero confiaba más en su esposa y su instinto de supervivencia y maternidad para proteger a sus hijos... Después de todo era su madre y nadie mejor que ella para realizar ese trabajo.

          Pronto la pareja tomó las armas necesarias para la pelea y fueron hacia la puerta de metal que protegía la habitación para salir de allí. Cuando estuvieron fuera de la habitación, YoonGi y HoSeok se acercaron a ellos con rapidez.

          —Tenemos a HaNeul. Intentó escapar. —HoSeok habló rápidamente, tomando un segundo para respirar mientras recargaba las palmas de sus manos en sus rodillas—. Whoah, nunca corrí tan rápido en mi vida.

          YoonGi rodó los ojos hacia el pelirrojo.

          —¿Vienen? —El pálido de cabello azul menta claro miró a la pareja de casados frente a él, esperando una respuesta.

          —Eso no se pregunta, YoonGi. —SunHye sonrió con malicia hacia el susodicho y pasó de largo a su esposo y los mejores amigos de este, el sonido de sus tacones haciendo eco por el pasillo.

          —Sigo insistiendo en que es caliente. —HoSeok habló de la nada, haciendo que NamJoon y YoonGi lo miraran mal por su inoportuno y fuera de lugar comentario—. Ay, olvídenlo. —El pelirrojo suspiró resignado y se fue por el mismo camino por donde se había ido SunHye, con el castaño y el pelimenta de sus mejores amigos siguiéndole los talones.

          Para cuando el trío de mejores amigos llegaron a la habitación en donde estaba retenida HaNeul, vieron a SooJin y DoYeon reteniendo a la susodicha mientras SunHye miraba fijamente a esta quien intentaba evitar la mirada de la hermosa pelinegra.

          —Sabía que debía de haberte matado en cuanto pude. —SunHye dijo para sí misma, pero todos en la habitación la escucharon perfectamente, SooJin y DoYeon soltando una pequeña risita.

          NamJoon no dijo nada, simplemente se fue hacia una esquina de la habitación y observó todo, manteniendo una expresión sin emoción cuando captaba la mirada de HaNeul en él rogándole con esta que la perdonara.

          NamJoon sabía que HaNeul no iba a salir viva de allí. SunHye era muy rencorosa y HaNeul se había metido con los hijos de la pelinegra, cometiendo un gran error. SunHye sin duda iba a matarla y la hermosa pelinegra iba a disfrutarlo.

          —Cariño, ¿por qué no sales y me esperas fuera con los chicos? Nosotras nos encargaremos. —SunHye se volteó hacia NamJoon sonriéndole adorablemente. NamJoon frunció el ceño dudoso, ignorando la mirada suplicante de HaNeul en él—. Tranquilo, estaré bien. —SunHye sonrió tranquilizadoramente hacia NamJoon.

          —De acuerdo. —El moreno asintió y se acercó a su esposa para besar sus labios fogosamente frente a HaNeul, quien tenía una mueca indignada en su rostro.

          Pronto, NamJoon, HoSeok y YoonGi se fueron, dejando solas a SunHye, DoYeon y SooJin.

          SunHye se volteó hacia HaNeul, sonriéndola malvadamente.

          —Tú y yo tendremos una divertida noche, maldita perra.


SLUT ━━ kim namjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora