veintiséis

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slut     capítulo veintiséis

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slut     capítulo veintiséis






          NAMJOON SE DESHIZO finalmente del vestido de SunHye, dejando a la pelinegra casi desnuda por completo, pues la susodicha aún llevaba puestas sus bragas blancas de encaje.

          —Esto no se siente para nada justo... —SunHye se quejó, haciendo un falso puchero, haciendo que NamJoon se riera entre dientes—. ¿No crees que deberías de quitarte por lo menos la camisa? —SunHye miró a NamJoon entre sus piernas con una ceja alzada.

          —Debería... —NamJoon murmuró por lo bajo mientras seguía penetrando el interior de la pelinegra con sus dedos—. Pero estoy lo suficientemente ocupado como para preocuparme por eso. —NamJoon le sonrió falsamente a su esposa.

          SunHye se rió entre dientes, su respiración más que agitada e inestable para ese momento gracias a las «caricias» de su esposo. SunHye gimió cuando NamJoon retiró sus dedos y los reemplazó por su lengua, haciendo que la pelinegra de su esposa arqueara su espalda y soltara un gemido bastante fuerte y audible.

          NamJoon puso sus manos en las caderas de SunHye y las sujetó contra el colchón de la cama para evitar que SunHye siquiera elevando y empujando sus caderas hacia arriba al no poder mantenerse quieta gracias a las múltiples sensaciones de placer en su cuerpo.

          —NamJoon, ¡hijo de...! —SunHye ni siquiera pudo terminar su insulto/gemido entrecortado cuando el moreno había azotado su muslo interno con fuerza y mordido uno de sus pliegues con fuerza también.

          —Lo siento, cariño, no te escuché. —NamJoon se burló con una sonrisa divertida, su voz resonando en el interior de la pelinegra y haciendo que esta sintiera escalofríos.

          —Hijo de... ¡NamJoon! —SunHye gritó con frustración cuando el moreno ni siquiera la dejó terminar de hablar—. T-Te odio... —SunHye gimió cuando NamJoon aceleró las «embestidas» con su lengua en su interior.

          —Mentira, me amas. —NamJoon se volvió a burlar.

          —Lamentablemente. —SunHye ni siquiera se esforzó en negarlo.

          NamJoon se volvió a reír, para luego tornar su expresión a una seria y decidir que era hora de dejar de burlarse y jugar con su esposa porque sabía que ella era capaz de vengarse.

          Se deshizo con rapidez de la ropa interior que SunHye aún conservaba y alejó su rostro del centro caliente y húmedo casi que con un puchero en sus labios en modo de queja. SunHye se rió ante eso.

          Esa pareja simplemente no podían tener sexo sin burlarse el uno del otro.

          —No es divertido, SunHye. —NamJoon observó a su esposa con una mirada seria, mientras comenzaba a desabotonar su camisa con rapidez y desesperación al tener la vista de su esposa desnuda frente a él.

          —¿Pero si era divertido cuando yo sufría? —SunHye miró a NamJoon con una sonrisa de suficiencia en su sudado rostro—. Eso no es justo, amor.

          Era curioso el hecho de que, aunque el rostro de SunHye estaba sudado gracias a la alta temperatura de su cuerpo y la habitación, la pintura en sus labios seguía intacta.

          NamJoon siempre había admirado eso de su esposa.

          NamJoon se terminó de quitar su camisa, lanzándola hacia algún lado de la habitación, para luego cernirse sobre SunHye y besar los labios de esta apasionadamente. El moreno sintió como las manos de su esposa serpenteaban por su cuerpo hasta dar con los botones de su pantalón, desabrochándolo y deshaciéndose de él con rapidez.

          NamJoon se rió ante la acción, bajando sus besos al cuello de su mujer y luego a los pechos de la misma, comenzando por el valle de sus pechos. SunHye soltó un breve suspiro de placer ante los besos, pero les dió media vuelta a ambos en la cama, haciendo que NamJoon soltara un ronco gemido cuando SunHye presionó su centro desnudo con la entrepierna vestida de él.

          —E-Eres mala... —gruñó NamJoon con voz profunda, llevando rápidamente sus manos hacia las caderas de su esposa.

          —Mira quién habla. —SunHye se burló, presionando más fuerte su centro con la entrepierna de su esposo y riéndose entre seductora y burlonamente cuando este volvió a gemir frustrado.

           —SunHye... —NamJoon echó su cabeza hacia atrás mientras elevaba sus propias caderas para simular embestidas contra el centro de SunHye.

         SunHye rió divertida, manteniendo las caderas de NamJoon contra el colchón con sus manos, para luego tomar el borde la ropa interior del moreno y deslizarlo por las largas piernas de este, dejándolo desnudo.

          —Mucho mejor... —SunHye susurró para sí misma admirando la vista frente a ella.

          Pronto NamJoon volvió a darles media vuelta a ambos, quedando en la posición inicial en la que estaban, con él encima de ella.

          El moreno se apresuró a acomodarse entre las piernas de la pelinegra mientras besaba los labios de la susodicha con desespero, tratando de obtener un poco de autocontrol.

          —¿Lista? —NamJoon preguntó sobre los labios de SunHye, rozando la punta de su miembro por toda la hendidura de la entrada de la pelinegra.

          —¿Y el condón? —SunHye preguntó en un susurró luego de haber gemido al sentir el miembro de NamJoon sin nada a su alrededor.

          Muy pocas veces tuvieron sexo sin protección, así que SunHye se había acostumbrado al látex alrededor del miembro de NamJoon, así que sentirlo en carne viva era una sensación bastante... diferente, más placentera.

           —Creo que es hora de que dejemos las protecciones de lado... —NamJoon respondió con una pequeña sonrisa.

          —¿Ya quieres tener hijos?

          —Me gusta aprovechar las oportunidades.

          NamJoon, al ver la mueca de preocupación en el rostro de SunHye, comenzó a repartir besos por todo el rostro de su esposa, tratando de transmitirle seguridad y confianza.

          —Todo estará bien, SunHye. Estaré a tu lado pase lo que pase. —NamJoon sonrió con amor hacia la pelinegra, y esta asintió besando los labios de su esposo profundamente.

          —Te amo.


SLUT ━━ kim namjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora