•09• Debe ser una broma.

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La temperatura de mi cuerpo se eleva, mi corazón late fuerte y rápido contra mi pecho, el sudor frío en mi piel me dice que, este es uno de los peores momentos en mi vida, y no hay salida, no sé que hacer. Ya todo está arruinado, la gente que no deseaba involucrar está en peligro y yo no voy a quedar intacta de esto.

—¿Qué quieres? —cuestiono tratándome de zafar de su agarre.

—Sabes que es lo que quiero. Te quiero conmigo, no quiero que estés con alguien más, y tienes que dejar de ver al imbécil con el que te vi o lo van a pagar muy caro los dos —estira mi cabello fuertemente hacia atrás, solo podía expresar mi dolor a través de muecas.

—Trenton no tiene nada que ver, no lo metas en esto Paul —como puedo me zafo y le doy un golpe en la cara, traté de correr, pero él me sujeta rápidamente.

—No te vas a escapar —veo su mano cerrada a punto de estamparse contra mi rostro...

—¡Noooooo!

Me despierto gritando:

—¡No! — reacciono al verme sentada sobre la cama, sudando y totalmente agitada. Observo mi alrededor—. Fue un mal sueño. —Hago mi cabello hacia atrás con mis dos manos y las restriego sobre la cara. Tomo aire y el valor que me falta para levantarme, reviso con cuidado la suite entera, ver todo vacío me tranquiliza de cierto modo.

Prendo la cafetera, cambio el filtro, agrego café y agua. Me pongo a buscar ropa para darme una ducha caliente, veo que mi celular se encendió, no lo reviso desde anoche que usé la aplicación de uber. Desbloqueo la pantalla y en la barra de notificaciones esta un whatsapp, la miniatura de la foto de perfil no se aprecia bien quien es., la abro y es mensaje de Trenton.

«¡Jaa! ya puso foto de perfil el loco».

Trenton: Acosta, buenos días, ayer ya no quise molestarte, ¿todo bien?, ¿ya te sientes mejor?

Sonrío.

Liz: Stark, buenos días, todo bien, gracias 😊

Trenton: Como sabrás, hoy es viernes, ¿harás algo con tus amigas? O ¿puedo invitarte a salir?

Mi corazón golpetea fuerte ante su pregunta, lo pienso unos segundos, pero la imagen de mi sueño me sigue aturdiendo. Bloqueo la pantalla y dejo cargando el celular. Me quito la ropa, sin pensarlo entro a la ducha dejando caer el agua helada sobre mí.

El sueño se sintió muy real, él mencionó a Trenton y eso es lo que me preocupa, temo por mis amigas y ahora también por él. Me percato de que no hago más que pasar mis manos sobre el cabello, así que pongo shampoo, acondicionador, me enjabono y cuando es momento de enjuagar mi cuerpo, me quedo por mucho tiempo bajo la regadera.

—¡Mierda, el café! —mascullo, rápidamente tomo una toalla, la enredo en mi cuerpo y salgo resbalándome por todo el camino.

Apago la cafetera. «Eres un desastre, tonta».

Suspiro y me dirijo a la habitación para vestirme. Mi outfit de hoy se llama «no sé qué mierda tengo en la cabeza». Me sirvo café para prepararlo, saco del refrigerador, tomate, cebolla, un pimiento y la caja de huevos. Comienzo a picar el tomate y es cuando escucho un ruidito —algo fastidioso—. Es mi celular, voy por él, en cuanto lo tomo deja de sonar. Excelente, ahora ni mi celular alcanzo a contestar.

La llamada perdida es de mi padre, regreso su llamada, charlamos por unos minutos, también con mamá; por lo que dicen, están ansiosos por que regrese a New Jersey, con ellos trato de sonar lo más convincentemente feliz hasta que cuelgo. Veo la notificación del chat de Trenton, no he visto la foto de perfil, antes de abrir el chat abro la foto, es él con una linda cortina de colores metalizados de fondo, vistiendo un smoking negro, su cabello es un poco más largo, y una enorme sonrisa de oreja a oreja.

La Gran Apuesta | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora