•24• Espía C1 en posición.

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Después de toda la discusión sobre si es buena idea o no el plan de Nava, Trenton y yo nos tomamos un tiempecillo para nosotros solos; tomamos la ducha en la tina, nos recostamos y él me mantiene junto a él en la cama viendo películas. Comemos un bote enorme de mis tantos helados. 

—Elizabeth —Trenton llama mi atención, emito un sonido que lo hace proceder—, ¿No te gustaría atrasar un poco tu regreso a Jersey?, por los gastos sabes que no deberías preocuparte. 

—No lo sé Trenton —mi cabeza descansa sobre su pecho, así que subo mi mirada hasta encontrarme con la de él—, sin contar con lo tuyo, creo que tengo dinero para unos cuantos días más, pero solo pienso en mis padres. Fui muy independiente de ellos desde pequeña, pero después de lo de Paulina, pago la renta de un departamento que casi no uso, siempre termino durmiendo en casa de ellos, con todo esto de Paul, necesito verlos, saber que están bien y a salvo. 

Trenton respira hondo, y saca el aire sintiéndose pesado contra mi cabeza, los dos nos hacemos una mueca. 

—Uhm…

—Los dos sabíamos desde un principio que mi tiempo en Nevada es transitorio —trato de sonreír, él desvía su mirada a la televisión, luego la regresa a mí. 

—Lo siento, es solo que al inicio no pensé que iba a querer más. 

—¿Más? 

—Más de ti, más… de esto —besa mis labios y pronto doy acceso a más, abro mi boca, dándole una cálida bienvenida con mi lengua, queriendo más. 

En cuestión de segundos mi cuerpo reacciona y es el que ahora pide más.

«Necesito más». 

Muerdo un poco su labio, hago succión antes de separarme, meto mi mano debajo de su playera. Mis manos pican por tocar su abdomen,  y algo más. Luego él se detiene. 

—Aún no es momento, puedo lastimarte —jadea.

—Acepto solo porque tienes razón, me duele todo —me quejo pero con una sonrisa. 

—Lo sé, aún así, me gusto ese beso sabor a helado de vainilla —me da una sonrisa del mismo modo que hago yo. 

—Es una locura. —De mí quiere salir una pequeña risilla, pero la contengo. 

—¿Qué cosa?, ¿esperar por sexo? 

—No, menso, esto, en general. Pienso en lo que dijiste ayer antes de irme, mis problemas no son tuyos y solamente dijiste la verdad, siendo realista.

—No, no es verdad.. 

—Sí, Trenton, para empezar no debería estar aquí, no quiero ponerte en peligro.

Me interrumpe.

—A ver, en unos días te van a entregar a ese tipo, no soy yo el que está en peligro —hace una pausa—. Ya no hablemos de eso, disfrutemos estos días, ¿te parece?

Asiento con mi cabeza, y me aferro a él. 

**

En tres días tengo mucha mejoría gracias a los medicamentos. Mi cara esta casi como nueva, pero mi abdomen y espalda aún sufren un poco, aunque además de las medicinas, agregando remedios caseros y la excelente atención personalizada de mis amigas y Trenton me han ayudado muchísimo. 

Se llega la hora de comenzar con el plan, Nava “quita” la seguridad, entre comillas, porque ellos están cuidándome cada segundo. Dejo las maletas como están, ya que todo es una simulación.

Es hora de separarse y esperar. 

—Ya está casi todo listo —menciona Adam tomando mi maleta en la estancia. 

La Gran Apuesta | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora