El Gran Salón está repleto de gente. Casi todo el espacio lo ocupa la mista de baile colocoda en el centro de la habitación. Las parejas bailan al son de la música, una música suave y lenta. En la pista de baile veo a Kiara bailando con un chico. No cualquier chico, está bailando con ÉL chico. El rubito le agarra por la cintura y baila torpenmente pisandole de vez en cuando. Cuando ella me ve sonríe y le sañala con emoción.
Kai me lleva a unas mesas lejos de la pista y se ofrece a traerme algo de beber. Mientras estoy sentada viendo a Kiara intentando no poner cara de dolor cuando el rubito le pisa, alguien se sienta junto a mi.
-El rey Cair quiere hablar contigo- me dice Devis-. Está al otro lado del salón. Yo avisaré a tú noviecito de que no te has escapado.
Me levanto riendo, pero antes de macharme me giro hacia él y le digo:
-Te queda bien la corbata, deberías ponertela más a menudo.
Cruzo la pista de baile torpemente, chocandome con todas las parejas que se cruzan en mi camino. Cuando llego al otro lado -con mucho esfuerzo- veo cómo el rey Cair se despide del hombre con el que está hablando para hablar conmigo.
-Sua, querida- me dice con euforia-, me alegro de volver a verte.
Me pone un brazo sobre los hombros y me aleja más de la pista de baile. A poca distancia puedo ver sus mejillas sonrosadas y el olor a alcohol que desprende. Parece que al rey le gusta la marcha.
-Mi hijo me ha hablado muy bien de ti. Dice que eres una luchadora- habla mientras me sigue arrastrando a la parte de atrás del salón-. Ela, mi mujer, me ha pedido que te lleve a donde ella. Dice que quiere conocer a su futura nuera, porque el día que llegaste no tuvo la oportunidad.
¿Futura nuera?¿Cómo? Aquí alguien no me ha dicho algo.
Delante de nosotros veo a la reina. Lleva un vestido largo y azul, que contrasta con sus rizo dorados. Viendola de cerca me doy cuenta de que es igual a Kiara. Excepto por los ojos, la reina los tiene marrones, Kai y Kiara los han heredado de su padre. Cuando me ve se acerca corriendo como puede encima de sus tacones y me emvuelve en un abrazo. Es realmente sorprendente la fuerza que puede tener una mujer tan menuda. Cuando se aleja y pienso que me va a soltar, lleva sus manos a mis mejillas y me las espachurra. Esto es incómodo.
-Que guapa eres- me dice en tono materno-. No me extraña que mi hijo se halla fijado en ti. Su padre y yo estamos muy contentos. Nunca nos había hablado de ninguna chica, ya creíamos que era gay y no quería admitirlo.
Oh, Dios. Esto no es algo que yo nece site saber. La conversación se ha pasado de incómoda, intento sonreir pero solos me sale poner cara de asustada.
-Mamá- dice una voz detrás de ella-, creo que la estás incomodando. Deberías dejarle un poco de espacio.
Gracias, salvador. Ela se aparta y puedo ver a un chico unos años mayor que yo sonriendo. Es alto y ancho de hombros, el cabello rubio le llega sobre los hombros y sus ojos son azules, de un azul muy conocido. Los reyes se van a saludar a otros invitados y él se acerca a mi y extiende su mano, presentándose.
-Soy Kyler, heredero del trono. Pero tú puedes decirme cuñado.
¿En serio? Hay algo que no sé. Un brazo se envuelve en mis hombros.
-¿Cuñado?- pregunta Kai mirandome- ¿Qué es lo que me he perdido?
-Estoy igual que tú- le respondo.
-Vaya- dice su hermano divertido-. Parece que todavía no lo habéis hablado. Una pena, mamá ya está organizando vuestra boda.
¿¿QUÉ??
-Sua, llevo media hora buscándote- dice Kiara cuando llega junto a mi-. Tengo que hablar contigo- Se gira y ve a su hermano que le mira enfadado-. Ah, hola Kyler. ¿Qué te pasa?
-¿Qué me pasa?- dice alzando la voz- ¿Qué llevas puesto? ¿Es que ahora eres una fulana y nadie me ha avisado?
-He tenido esta misma conversación con ella hace apenas una hora- le interrumpe Kai-. Pero no me ha hecho caso.
-Oh, Dios- dice su hermana tapándose la cara- Vosotros sois imposibles. ¡Sólo es un vestido! Vamonos Sua, alejemonos de estos gorilas.
Kiara me agarra del brazo y me arrastra fuera del edificio hasta él jardín.
-¿Gorilas?¿Enserio?- le digo divertida.
-Es lo único que se me ha ocurrido.
Nos sentamos en las escalera y ella me lo cuenta todo sobre le rubito- que al parecer se llama Nahin. Lo sé, es un nombre feo-. Me dice que le ha tenido que arrastrar a la pista por que él no quería bialar, que lleva colada por él dos años y que es el mejor amigo de Kai.
Espera ¿te gusta el mejor amigo de tu hermano?- le digo- ¿No es eso... extraño?- ella me mira con las cejas alzadas y entonces caigo en la cuenta- Tienes razón. No soy quién para juzgarte.
Cuando llevamos una hora allí, en silencio viendo el sol esonderse, escuchamos unos gritos y objetos rompiéndose que llegan de dentro. Unos soldados corren por los jardines hasta dentro del edificio y uno de ellos nos dice que nos quedemos donde estamos. De repente unos soldados se acercan a nosotras armados y con caras nada amigables. Y yo reconozco ese uniforme: es el uniforme que llavan los soldados del Reino del Fuego.
Kiara y yo nos quedamos quietas, paralizadas. ¿Cómo me han encontrado? Cuando los soldados están demasiado cerca, el agua de la fuente se alza en el aire les envuelve y luego les levanta. Los soldados se quedan flotando por encima de nuestras cabezas, nadando dentro de la bola de agua-
-¿Has sido tú?- le pregunto a Kiara, pero ella niega con la cabeza.
-No- dice una voz conocida detrás de nosotras-, he sido yo.
Me giro y veo a Elía con la mano alzada hacia la bola de agua. ¿Es imposible? Elia controla el fuego, no el agua, nadie puede controlar más de un elemento. A no ser que...
-¡Eres un mestizo!- le grito- ¿Por qué nunca me lo has contado?
-Si, lo soy- me dice evitando mi pregunta.
Cuando retira la mano la bola de agua cae y los guardias lo hacen con ella, gimiendo de dolor. Elia nos lleva dentro del edificio y en la zona de habitaciones me dice:
-Sua, tenemos que hablar.
Elia me lleva a una habitación aparte en la que Devis nos está esperando, dejando a Kiara fuera. El se sienta en un escritoria y Devis se coloca tras él, con los brazos cruzados tras la espalda, como si su labor fuera protegerle. Yo me siento en una silla frente a ellos, al otro lado de la mesa.
-Tienes que salir de este reino. Tu tio ha averiguado que es aquí donde te ocultas- dice mi maestro, serio y sereno-. Vas a viajar al Reino del Aire, es el más cercano. Allí tendrás que convencer a los reyes de que se unan a nosotros para luchar contra tu tio y evitar que se haga con el poder. Después tendrás que ir al Reino de la Tierra y hacer lo mismo.
¿Qué? Tiene que estar de broma.
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Elemento
AventuraLa Tierra Perdida ha estado dividida en cuatro partes desde que La Era Fría comenzó: fuego, tierra, agua y aire. Sua, princesa y heredera del Reino Del Fuego, tiene que escapar del palacio que consideraba su hogar porque su vida corre peligro. Para...