Capítulo 7

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-Sua, querida, cuanto tiempo- me dice Ida. Una pena que no haya sido más -Si me disculpais- continua-, el viaje me ha dejado agotada. Será mejor que me vaya a dormir.

Ida pasa junto a nosotras y sale por la puerta. Yo me giro hacia Elia y le fulmino con la mirada.

-¿Enserio?- le digo- De todas las personas que puedes sacar de palacio ¿eliges a Ida?

-Sua, necesitas seguir con tus clases. Ida es una buena institutriz.

Que mentira. En lo único en lo que esa bruja es buena es haciendome la vida imposible.

-Es tarde- dice Elia-, deberíais ir a la cama.

Elia se va y yo me que allí, sin saber si llorar, reir, o saltar por la ventana. Kiara, atónita por mi reacción, se gira hacia mi.

-A mi me ha parecido maja.

-Ya- le respondo-. No dirás lo mismo cuando te haga pasear con un libro en la cabeza.

Kiara me coge de la mano y tira de mi escaleras arriba, hacia un pasillo en el que nunca he estado. O sí, en realidad no lo sé. Todos los pasillos son iguales. Después de dar vueltas arriba y abajo llegamos a una zona repleta de guardias.

-Estos son los aposentos reales- me explica Kiara-, es decir, los de mis padres, mis hermanos y mios. Y ahora también los tuyos. He convencido a mi madre para que podamos compartir la habitación.

Entramos por una puerta a una habitación enorme. El techo es de madera, hay una cama enorme con sabanas blancas y un montón de sillones y sofas también blancos. Al otro lado de la habitación en vez de una pared hay un ventanal, un ventanal enorme que va de un lado al otro de la habitación y por el que se ve el mar.

-¿Te gusta?- me pregunta Kiara, pero yo no le puedo responder porque se me ha olvidado como cerrar la boca- He pensado que los sofas son lo suficientemente grandes para que duermas tú, pero si quieres le pido a mis doncellas que te traigan una cama.

-No- le digo tras encontrar mi voz-, el sofá está bien.

****

Estamos en clase con Ida. Ella está enseñando a Kiara como bailar un vals mientras yo observo. Kiara viste un vestido veraniego con estampado floral  y se comporta como toda una dama mientras yo llevo unos vaqueros con zapatillas planas y una camiseta tres veces más grnade que yo y estoy sentada en una silla con los pies sobre la mesa. Lo que significa que Ida me acribilla con miradas reprobatorias y a Kiara no hace más que sonreirle.

Cuando la canción termina las dos hacen una reverencia e Ida felicita a Kiara por su "talento natural a la hora de bailar". 

-Ahora coged vuestros libros de historia- dice Ida-. Vuestros compañeros llegarán en cualquier momento.

-Espera- le interrumpe Kiara-. ¿Vamos a dar clase con más gente?

Como respuesta a su pregunta un montón de chicos (Sí, sólo chicos) entran por la puerta y se sientan en los pupitres de dos en dos. Kiara me mira sin necesidad de formular la pregunta, yo me encojo de hombros y nos sentamos en una de las mesas de en medio. Ida se sitúa enfrente de la clase, delante de la pizarra, con la tiza ya en las manos. Nos mira a todos, de uno en uno, por encima de sus gafas de montura color violeta. 

-Esperaba ver más chicas en mi clase- comenta con expresión de asco-. Veo que tendré que conformarme con vosotros.

Todos abrimos nuestros libros en la página que ella indíca y escuchamos la historia de cómo los cuatro reyes de los cuatro reinos acabaron con los mestizos. Kiara, que normalmente no se calla ni debajo, está sentada junto a mi en silencio absoluto. Cosa que empieza a preocuparme. La observo detenidamente y me doy cuenta de que mira a algo fijamente. Sigo su mirada y me fijo en que no es algo a lo que está mirando. Es a alguien. El chico es alto, rubio y de hombros anchos. Es decir, está como un tren.

-¿Quién es?- le susurro en el oído. Ella se sobresalta y me mira avergonzada y sorprendida al mismo tiempo.

-Nadie- me responde intentando tapar su cara roja con sus rizos dorados.

Estoy a punto de presionarle para que me lo cuente cuando una voz estridente me interrumpe.

-¡SUA!- mierda, la bruja- ¿Porque no me sorprende que seas tú la que no se calla?

Yo me encojo en mi asiento, con la cabeza baja mirando hacia el suelo, avergonzada de que todos me esten mirando. Algunos me miran con curiosidad, otros, como Kai. me miran divertido. Darren, en cambio, me mira con superioridad. Imbécil.

-Si tú y tu amiguita no podéis estar en silencio tendréis que separaros- Ida sigue hablando, disfrutando con mi humillación pública-. Tú, chico- le dice a Kai, que está sentado en la fila delante del todo-. Sientate en el sitio de Kiara. tú, rubita, ven aquí.

Kiara coge sus cosas y se sienta en el sitio en el que antes estaba su hermano. Kai llega junto a mi y me mira divertido.

-Callate- le digo, más cortante de lo que prentendía.

-No he dicho nada- me dice todavía sonriendo. Estúpida sonrisa perfecta.

-No, pero ibas a hacerlo.

 Nota de autora:

Mientras escribía este capítulo me he imaginado a Ida como Dolores Umbridge de Harry Potter (el nombre de la actríz es Imelda Staunton). A Devis me lo imagino como Christian Kane, que hace de Elliot en Las Reglas Del Juego (una serie buenísima, si no la habéis visto). Y a Kiara como Taylor Momsen de joven, como cuando salía en Gossip Girl.

PD: si os gusta votad y comentad, es lo que me empuja seguir con la historia. 

PD2: la habitación de Kiara en multimedia.

-Rubí

 

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