—Mierda.
Piensa, piensa.
—¡Detén eso!
—¡Abre la puerta!—, gritaron Tobias y ella al unísono.
—¡Peter, abre la maldita puerta!—, golpeó con fuerza a la nombrada puerta de cristal.
Peter del otro lado parecía tener un debate interno, dudaba. Se acercaba a la puerta para abrirla pero luego retrocedía, no estaba seguro de qué hacer.
Finalmente la abrió. Y por un segundo sintió alivio.
Un paso más cerca de detener la locura que se había desatado en la ciudad.
No dudó en entrar rápidamente a aquella cámara, siendo recibida de inmediato por el cañón de la pistola de Peter justo en su cara. Chasqueó la lengua y pasó de largo, dirigiéndose directamente a aquel panel de control.
Tobias levantó su arma, apuntando a Peter, apuntándose entre ellos. Mientras Tobias caminaba cerca de ella, de forma protectora -y de no ser por aquella situación, le habría enternecido-, Peter caminaba hacia la puerta de salida.
—Te voy a encontrar, Peter—, casi gruñó Tobias, bajando el arma y viendo como Peter desaparecía por el mismo pasillo por el que ellos habían llegado. Entre aquella bruma anaranjada de suero de la memoria.
Por el borde del ojo pudo ver a Tobias agacharse y socorrer a Evelyn, que no paraba de quejarse en el suelo. Pero, era una herida de bala en una pierna, claro que dolía.
—¿Lo conseguiste?
—No. Maldición.
Toqueteaba varios botones, movía algunos interruptores, interactuaba con la pantalla holográfica. Pero parecía que cada acción solo lograba empeorar la situación.
Ni siquiera había espacio en su mente para culparse completamente por la situación.
—Edd. ¿Edd, me escuchas?—, habló hacia la manga de la chaqueta. Pero no hubo respuesta, en absoluto.
( . . . )
Sin embargo, Edd corría por los pasillos de Erudición. Mientras la inmensa corriente de personas se dirigía a la salida, tosiendo y cubriendo sus bocas del aquel gas desconocido para ellos; Edd se internaba más en los complejos, chocando con algunas personas, corriendo en contra de la corriente.
Giró a la derecha, chocó hombros con varias personas más. Siguió derecho por el pasillo, luego a la izquierda, y por aquel pasillo se acercaba amenazante una gran nube naranja, subió por las escaleras a su derecha, las cuales se veían despejadas.
—¡Tu!—, un hombre Abandonado gritó hacia él con un arma en alto. Parecía no importarle el caos en el que estaban sumidos.
Alzó las manos, acto reflejo. Pero no, no podía retrasarse, la ciudad dependía de ello. Regresó sobre sus pasos con rapidez, sabiendo bien que aquel hombre lo seguiría sin siquiera dudarlo. Se ocultó detrás de una pared, y en cuanto vio al hombre, tomó el arma y lo empujó hacia la nube anaranjada.
Nuevamente reanudó su marcha. Subió aquellas escaleras. Giró en dos esquinas, otras escaleras, una esquina más y finalmente llegó a la cámara donde estaban Evelyn, Tobias y Valentine.
—Valentine—, jadeó, apoyándose un poco sobre el panel de control, la nombrada no dudó en hacerse a un lado, sabiendo bien que él era el que podría solucionar el problema—. Mira esto, es muy astuto, colocaron varios tubos de ventilación en...-
—Edd, deja de hablar, concéntrate y dime en dónde está.
El pelirrojo tomó una fuerte respiración, pasando saliva para humedecer su garganta.
—Está aquí—, señaló un punto en la pantalla, que ahora, mostraba unos planos—. La válvula de aislamiento controla el flujo de aire. Solo que... no sé cómo llegar.
Algo pareció encenderse en su cerebro al ver aquel punto amarillo.
—Yo sí. Tobias.
El nombrado se acercó hacia donde la castaña estaba señalando, una rejilla en el suelo. Levantó esta y en menos de nada ella ya estaba activando los drones y ordenándoles bajar. Luego bajó ella, con el arma en alto, y los drones cuidando su frente.
—Está al final del pasillo.
Un pasillo oscuro a morir, lúgubre, apestaba a moho, humedad, suciedad y abandono. Caminó por este, con mucho cuidado, sin embargo tan rápido como su fatigado cuerpo se lo permitía.
Corrió. Sus pulmones ardían con cada respiración. Su garganta parecía cerrarse sobre sí misma. Sus piernas gritaban para detenerse.
Todo su cuerpo pedía algo de descanso, pero no lo haría. No, cuando la ciudad estaba en peligro. Cuando Tobias estaba en peligro. Cuando Uriah estaba en peligro.
Vio a David a un lado, y sabía bien que era un holograma.
—Cierra la puerta—, resonó en todo el pasillo. Y la puerta, casi al final del pasillo, se empezó a cerrar.
—Maldito desgraciado.
Corrió contra sí misma. Dos drones alcanzaron a pasar por la puerta, en tercero quedó a su lado. Y la puerta se cerró.
—Yo controlo todo, Valentine, podría sellar la habitación en la que estás, ya deja de pelear.
Se quedó estática frente a la puerta, donde ahora había un holograma de la cara de David.
—Val, también puedes bajar por las escaleras—, sonó la voz de Edd en su oreja.
Y en menos de nada ya se hallaba corriendo en la dirección indicada. Bajaba escalones, sintiendo un fuerte dolor en su pecho.
—Esto es tonto, detente. Fuiste mi creación, es como si fueras mi hija. ¿Sabes lo que eres? Una niña malcriada.
—Ahí te doy la razón.
Y corrió más rápido, ahora por otro pasillo. El dron se adelantó.
—Sigue hasta encontrar una escalera—, ahora se escuchaba algo distorsionada la voz de Edd sin embargo, era entendible.
Justo en ese momento vio a la nombrada escalera. El dron subió por esta, y luego ella, con bastante esfuerzo. Pero estando a la mitad de esta, una compuerta se cerró, bajó de un salto.
—Se acabó, Valentine.
Casi resignada. Y maldijo mentalmente todo. Todo. A David, El Departamento, a la gente del futuro, el haber confiado en esa gente y no en Tobias. Se maldijo a sí misma.
Localizando objetivo. Localizando objetivo.
Monótona, robótica. Eran los drones, habían llegado. Pudo verlo a través del pequeño lente holográfico.
Sí, estaban ahí. Miró por la pared, como si de rayos x se tratase, veía una enorme y confusa máquina, pero en un color rojo iluminado, el centro de esta, lo que Edd le había dicho.
—Tienes razón, David. Se acabó.
Alzó el arma y disparó a la pared, hasta que esta se empezó a caer a pedazos. Un hueco quedó en esta, y ya podía visualizar bien su objetivo, disparó.
Una, dos, tres, cuatro veces.
( . . . )
Distribución del suero: suspendida.
—¡Sí! Y eso que soy Defectuoso...
Evelyn se recostó en Tobias, quien la sostenía con fuerza, sabiendo lo mal que se encontraba.
El gas poco a poco empezó a disiparse.
Valentine salió de la compuerta por la que había desaparecido hacía un rato. Le sonrió a Tobias y a Evelyn, y se acercó a Edd.
—Nos ayudaste—, sonrió, aún sin creerlo.
—Tenía que hacerlo. Eres mi amiga.
-V
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Everything I Wanted || Tobias Eaton (3)
Fanfiction[Terminada] Tercer libro de la saga: "Young, Broke & Infamous" Lo había logrado. Finalmente. Marcaba en su lista mental de pendientes, cada cosa que había logrado, que había conseguido. Huir de la facción de hipócritas, listo. Un hogar, listo. Amor...