Hola a todos! Esta vez escribo antes porque quería aclarar algo, este capítulo está inspirado por la clase que Iván ha dado el 14 de marzo, si no la habéis visto podeís tranquilamente leer el capítulo, no pasa nada.
Pero si preferís podeís, antes de leerlo, ir a ver la clase y haceros la idea del capítulo.
Nada más que eso, disfrutad!
Fiore
Un campo se desvela delante de mis ojos, la hierba es seca,amarilla, me pica los tobillos y si mis rodillas se doblan podría tocar con mis manos los pequeños flores blancos que de vez en cuando aparecen entre el campo.
El sol amanece al horizonte, los rayos aún débiles me acarician la piel y me envuelven en un abrazo, me acurrucan y yo me dejo llevar.
La paz reina en ese lugar y yo me siento afectada por esa paz.
Sobre mi rostro descansa una sonrisa y mis ojos cerrados disfrutan de la ligera brisa, el pelo suelto se mueve con delicadeza sobre mis hombros.
Empezando a caminar, intento encontrar un punto para orientarme, sin conseguir encontrarlo.
Lejos un bosque se abre frente a mi, es extraño que haya un bosque en un lugar tan seco como podía ser aquel campo. Llegada al límite del bosque, apoyo y acaricio con delicadeza la corteza del árbol, sintiendo sus nervaduras, algunas yemas que han crecido sobre el árbol me hacen cosquillas debajo de los dedos.
El bosque está lleno de vida, flores de varios colores crecen, los animales corren y los pajaritos cantan y vuelan.
La luz del sol ha sido cubierta por la copa de los árboles, dejando el interior del bosque en una sombra gigante.
En medio del bosque hay una puerta cerrada, la recorro con la mirada extrañada por esa aparición.
Es de madera oscura, las nervaduras crean un motivo floral que recorre toda la puerta, hay inscripciones en un idioma que no consigo entender.
La curiosidad se apodera de mi y mientras continúo a mirar los detalles, abro lentamente la puerta dejándome ver lo que hay detrás.
Detrás de esa puerta, otro campo aparece, pero es totalmente opuesto al anterior, este es verde y las nubes cubren el cielo. La puerta se cierra detrás de mi, sin hacer ruido, yo solo confío y confiando me dejo llevar empezando a caminar.
Lejos en mi campo visual aparece una casa, es la típica de las montañas, de madera con un portal, un porche. Las ventanas están cerradas y las luces apagadas, las cortinas rosadas cubren las ventanas, así no logro ver lo que hay en el interior de la casa.
La rodeo, detrás hay cúmulos de madera, listos para encender el fuego, en el jardín que me encuentro también hay varios y diferentes árboles con fruta que cuelga de los ramos: manzanas, cerezas, naranjas.
Vuelvo delante del portal y me siento en una silla que está colgada en el techo del porche, más que una silla es una hamaca de tela, tiene lineas rojas y azules. Me siento y dejo que mis pies se muevan libres sin llegar a tocar el suelo, cierro los ojos y me dejo llevar por la paz que transmite ese lugar, inhalo el aire que corre y disfruto del ligero balanceo que la hamaca hace.
Lejos, una voz grita mi nombre, me llama, es una voz familiar pero algo distorsionada, más aguda. Mis ojos siguen cerrados, imaginando que esa voz sea solamente en mis pensamientos, pero la verdad es que el grito sigue y cada vez se hace más cerca.
Cuando siento que hay alguien cerca mío, abro los ojos y levanto la mirada, y lo que mis ojos encuentran son otra pareja de ojos.
Del mismo color.
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Un puzzle de imprevistos - Anahug
FanfictionHay dos personas, que sin saberlo están unidas por un hilo. Un hilo rojo. El hilo se aleja y se acerca en una serie infinita de imprevistos. Pero nunca se va a romper.