Amor- Anaju

144 15 4
                                    

Su mirada se oscureció, sus pupilas se dilataron y su cuerpo se tensó.

Yo lo miraba desde el sofá intentando descifrar sus movimientos.

-¿Porqué no lo coges?- mi pregunta lo hizo tensar, sus maños se cerraron en puños.

No se movía, estaba totalmente paralizado

Cogió el móvil con rabia, por un momento pensé que lo tirase al suelo.

Descolgó la llamada y como una furia se fue al balcón.

No lo seguí.

Como el había hecho conmigo.

Me quedé sentada en el sofá.

Podía sentir su voz tras la ventana, era inestable, estaba en un punto de quiebre.

Lo único que escuché antes de que el regresase cerrando con un portazo la ventana fue eso:

Me habéis abandonado, ya no sois mi familia

Me estremecí, la piel de gallina recorría mis brazos.

Mi mirada se focalizó en su postura, su espalda y sus brazos estaban tensos al igual que su mandíbula.

Sus ojos normalmente verdes se habían oscurecido hasta un azul muy oscuro, estaban algo rojos e hinchados claro signo de haber llorado.

No se lo mencioné, ni le pregunté quién estaba al otro lado.

Solo me quedé en silencio.

Y antes de que pudiera levantar la mirada su olor llenó mis fosas nasales, sus brazos rodeaban mi cuerpo, su cabeza estaba escondida en mi cuello haciendome cosquillas.

-Perdón, no quiero que te asustes- su voz salió algo entrecortada, mis manos pasaron lentamente por su espalda dibujando circulos.

Nos quedamos en la misma posición y en silencio por un par de minutos intentando reordenar nuestros pensamientos.

Fui yo quién rompió el silencio.

Sus labios chocaron suaves contra los míos, creando un beso lento y dulce.

Sus manos buscaron el final de mi sudadera y con un movimiento rápido esa prenda ya estaba tirada en el suelo.

Mis brazos taparon mi sujetador en un reflejo para esconderme, mis mejillas se pusieron rojas y mis ojos se cerraron con fuerza.

-Amor- su voz llegó calma a mis oídos, sus dedos pasaron por mis brazos, acariciando mi piel.

Mis manos pasaron temblantes por su camiseta, se colaron debajo de ella y la tiraron cerca de mí sudadera.

Sus dedos descubrieron las partes más escondidas de mi cuerpo y sus labios me desnudaron llevándose los miedos y las incertidumbres.

Estábamos hechos el uno para el otro, unidos en una mezcla rara que sabía a historia, decepción y tristeza pero tambíen a cariño, amor y comprensión.

Estábamos desnudos, fisicamente y emocionalmente, el uno frente al otro.

Sus brazos rodearon mi cintura pegándome más a el, su cabeza se apoyó a mi pecho mirándome a los ojos.

-¿Me explicas, por favor?- mi voz salió lenta, suave y llena de incertidumbre, mis ojos se cerraron culpandome por haber roto aquella burbuja.

Mi pregunta quedó libre.

No obtuve respuesta.

No quería que se sintiese forzado, no quería presionarlo.

Sus manos se aferraron a las mías, sus dedos se entrelazaron a los míos y cuando estaba dispuesta a dejar ir el argumento, sus ojos encontraron los míos.

Y ahí supe que él confiaba en mí.

Supe que estaba preparado para contarme sus heridas.

Y yo, con aquella mirada supe que estaba dispuesta a sanarlas.


Aquí estoy otra vez!

Faltan solamente dos capitúlos más para que esta historia termine!

Espero que os guste.

Disfrutad

Fiore

Un puzzle de imprevistos - AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora