El millonario dueño de las empresas Hwang ha querido toda la vida adueñarse de la granja Yang, un terreno enorme donde construir un centro comercial a las afueras del pueblo.
El viejo Yang nunca se lo vendió sin importar cuanto dinero le ofreció, pe...
No había borrado la fotografía que tomó de Jeongin ese día, de alguna forma le emocionaba saber que su única fotografía digital la había sacado él y la tenía en su teléfono.
Tan bonito.
Habían pasado varias semanas desde que conoció a Jeongin, se habían vuelto cercanos incluso con el cacheton de Han Jisung. También aprendió cosas sobre Jeongin, como que nunca había salido de los límites del pueblo, que su educación a pesar de ser en casa fue muy exigente con incluso profesores de idiomas y es por esto que tiene buenas notas.
También sabía que Jeongin tenía miedo de tener un celular así tanto como ganas tenía de poseer uno y se la pasaba entre ambas opciones.
Y por supuesto sabe que ama sus botas de goma rojas porque son cómodas y puede ir en el lodo.
Que tiene una camioneta pero no sabe manejarla.
Y algo sumamente importante, que Yang Jeongin amaba su granja como a nada en el mundo.
Miró la foto una vez más, sin lograr convencerse de que lo que hacía era por el bien de la empresa.
¡A la mierda la empresa! La garnaja Yang era el hogar de Jeongin e incluso si lo intentaba no se la iba a vender.
Quería ser amigo de Jeongin, quería estar junto a él y no para lograr robarle su casa.
-¡Hyunie!
Ah, y le dio un tierno apodo.
-¿Qué sucede?
-Pasé la prueba de selección de la competencia, Jisung también ¡Él canta genial! - Jeongin le sonrió, tenía una sonrisa brillante decorada con unos frenos que su amigo el abogado alfa le convenció de obtener.
Usaba unos de sus tantos overoles, un hoodie blanco y por supuesto las botas de goma pero azules.
Las tenía en varios colores.
-¿Cuándo es la primera prueba? - Él seguro iría a ver a Jeongin.
-Mañana después de clases ¿Irás?
-No me lo perdería ¿Qué vas a cantar?
-Es secreto- Dijo él riéndose con sus ojitos brillantes.
Jisung llegó después de eso también sonriente, entre Jeongin y HyunJin lo ayudaron a subir las escaleras pues últimamente estaba sufriendo mucho dolor.
El día continuó rápido, aburrido en clases, divertido en los recesos y para el final él y Jeongin fueron juntos a la granja porque HyunJin tenía una promesa que cumplir.
Enseñarle a Jeongin como conducir.
Jeongin tenía atrás de la casa un espacio de solo pasto, dejó bien amarrados y guardados a sus animales para evitar tragedias.
Hyunjin mientras movió la camioneta hasta el lugar.
-Estoy nervioso, y Taeyeon, TaeMin, Taeil y Taeyong me están mirando, me juzgan- Jeongin apuntó a las gallinas al fondo.
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