Baekhyun, a sus siete años, continuaba sintiéndose enojado por la noticia que le hizo llegar su madre. No era ninguna novedad que las estadías de Yifan duraran sólo unos días, a veces con suerte, se quedaba una semana.
Había hecho un berrinche antes de ir corriendo a la habitación de Luhan, quien lloró también al ver a su hermano mayor con los ojos hinchados.
Después de una hora entera decidió salir a pasar los últimos minutos con el alfa. Preguntó por la ubicación de su tío a un par de criados que se acercaron a verificar si se encontraba bien. Ellos le respondieron que estaba en compañía de la reina Taeyeon, en la oficina de la mujer.
Apenas escuchó la información bufó disgustado. A su madre no le gustaba que rondara por aquel lugar, pues "estaba trabajando". Aún así aquello no fue impedimento para que se dirigiera a la habitación. Arrastró las plantas de sus pies con molestia por los pasillos todo el camino.
No era justo. Yifan le había prometido enseñarle sobre los bordados de Bucheon. Se supone que habían acordado pedir que les compraran las telas para divertirse. Lu también se había mostrado interesado por la idea.
Sus ojitos se humedecieron.
¿Por qué no podían viajar todos juntos? Su pueblo podía esperarlos hasta que regresaran.
Al llegar a la puerta se tuvo que alzar en las puntas de sus pies.
–Podemos encontrar una solución, no es necesario que estés lejos siempre.
–Tae, es lo mejor. No puedo controlarlo, es peligroso… yo-
Y ambos callaron al ver al pequeño príncipe aparecer.
Yifan mantenía una bolsa de tela oscura en un hombro y un par más que, el niño dedujo, era parte de su equipaje.
–Baekhyun, ¿qué haces aquí? –Taeyeon colocó una mano en su propio cuello, exhausta.
El nombrado tragó saliva.
–Te estaba buscando –pronunció con voz tímida, luego sus orbes se dirigieron a al alfa–, ¿te vas a ir tan pronto?
El hombre de hebras azabache suavizó su mirada antes de dejar sus pertenencias en el suelo. Con cuidado se hincó en una rodilla para estar a la altura del menor.
–Necesitan mi presencia allá, Baek, voy a intentar regresar rápido.
Abultó su labio inferior denotando inconformidad en su expresión.
Siempre decía lo mismo y cada vez se demoraba más en volver.
–Yo también necesito tu presencia aquí –argumentó.
La sonrisa tranquilizadora de Yifan flaqueó; no obstante, extendió sus brazos. El Omega no pudo oponerse a darle un abrazo.
–Te voy a extrañar, cachorro.
•••
Baekhyun salió del lugar, casi huyendo.
Demasiado aturdido como para pensar con claridad. En un andar tembloroso recorrió los pasillos. Sus mechones castaños señalando en distintas direcciones conforme se movía. Las columnas que sostenían la residencia, altas e imponentes, lo hacían sentirse pequeño en comparación. Su mirada contempló la luna centelleante y sus inhalaciones comenzaron a tomar un ritmo acompasado. Salir del trance en el que la diosa lo había guiado fue chocante en primera instancia. Su primer impulso fue correr con la intención de alejarse lo más que pudiera del lugar, porque, incluso si el suelo estaba limpio, él no podía borrar de su mente la sangre salpicada en la superficie. Rojo profundo con matices borgoña en donde se formaban charcos.
ESTÁS LEYENDO
The last great dynasty | Chanbaek
Fanfiction|•| Al cumplir la mayoría de edad, el príncipe Baekhyun está consciente de que debe asumir sus responsabilidades con más seriedad. Además, sabe lo que le espera al ser el primogénito omega de Cheonche. La dinastía Byun, descendiente de los dioses...