Capítulo 10

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     Justo en el momento en que Sehun retrocedió, Baekhyun apoyó la otra punta de la lanza en el suelo y, sujetándose con ambas manos del arma, tomó impulso para golpear con ambos pies a su amigo.

    Ver al alfa caer de trasero hizo que comenzara a reír como un maníaco. Simplemente era hilarante que, pese a su complexión delgada y baja estatura, pudiera derribar al otro joven.

–Eres un tramposo, Byun –Le recriminó al poniéndose de pie.

    Baekhyun negó con la cabeza. Nunca existiría nada mejor que practicar con su mejor amigo. Ninguno peleaba con afán de querer dejar ganar al otro; sin embargo, no podían estar completamente serios, las risas nunca faltaban cuando el otro perdía. Eran incontables las veces en las que no habían podido pronunciar palabra por varios minutos, debido a las carcajadas.

     También las ocasiones en las que Luhan llegaba a querer conversar con ellos y este terminaba gritándoles a ambos, frustrado porque los dos no podían mantener una expresión serena. Bien, a veces lo hacían a propósito para molestar al otro omega, pero siempre terminaba riendo con ellos al rato.

–Tramposa tu cola –Se burló–, que no veas venir un ataque sorpresa es tu problema.

–No pensabas igual la semana pasada.

–Cállate, Oh, lo tuyo si fue trampa.

    El nombrado abrió los ojos ofendido.

–Patear tu tobillo para hacerte caer es perfectamente válido.

–Claro que no, no respetaste nuestro mutuo acuerdo de "no comiences con ataques de la cintura para abajo" –Le reclamó.

–¡Nunca hicimos ningún acuerdo!

–¡Estaba implícito, Sehun! ¡Implícito!

–¿Ya comenzaron de nuevo? Los dejé gritándose el uno al otro y cuando regreso siguen en lo mismo –Se oyó una tercera voz interviniendo en la riña del alfa y el omega.

    Y allí estaba Lu juzgándolos con la mirada a unos pies de distancia. En contraste con ambos, el príncipe mantenía su chitón de un pulcro color blanco y su cabello seguía perfectamente peinado, a pesar de las ligeras ráfagas de viento que movían las hojas de los árboles.

–Hey, Lu. ¿Te animaste a enfrentarnos? –preguntó el más alto de los tres, a lo que su hermano le devolvió una mirada un tanto descolocada.

–Ya quisieras –respondió–, solo vine a avisarles que el almuerzo ya va a ser servido. El tío Fan se enfadará si no están listos para ese entonces.

    Eso significaba que Sehun debía correr a la habitación de invitados a bañarse y cambiarse. Él también tendría que hacer lo mismo en sus aposentos si no quería ser regañado por su tío al ser "descuidado con sus horarios de alimentación".

–Nos vemos en el comedor –dijo Luhan a Oh, para después dirigir a su hermano hacia sus aposentos.

    Ahora se avecinaba el momento en el que Kyungsoo pegaba el grito al cielo al verlo llegar completamente sudado y desarreglado. Apenas comenzó el día el criado lo había ayudado a vestirse, ajustado las telas de sus vestiduras para que se vieran elegantes y bajado volumen a sus hebras color caramelo. Tenía todo el derecho de sentirse airado al verlo llegar en aquellas condiciones, pero debía entender que Baekhyun y su afición por los juegos toscos nunca iban a desaparecer.

    Su hermano menor caminaba sosteniéndolo del brazo. Aquello hizo que sonriera un poco y se olvidase de la reprimenda que le esperaba. De nuevo Lu se comportaba como el mayor de ambos y aquello le causaba una sensación cálida. Solía actuar como un crío de vez en cuando, con la intención de que el contrario sacara su lado severo a flote. Era un gusto culposo del que, paradójicamente, no se arrepentía. Luhan solo era 13 meses menor que él al fin y al cabo.

The last great dynasty | ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora