Capítulo 2

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Abro la puerta de mi habitación y me quedo parada sin franquearla. Es como si algo me impidiera entrar. Observo cada rincón. Por mi cabeza comienzan a pasar multitud de recuerdos. Cuando parece que voy a volver a llorar, la voz de mi hermana interrumpe mis pensamientos.

- Anne, ¿Qué pasa? –me agarra del brazo.

- Nada, mi cabeza se ha inundado de recuerdos. Pero bueno, al tema. Son las 10.00 am. Tenemos aproximadamente una hora y media. Los papás suelen volver sobre las 12.00 am pero a veces se adelantan, por lo que antes de las 11.30 am debería haber salido de Barcelona; así que manos a la obra -le miro fijamente.

Entro rápidamente en mi cuarto. Me acerco al escritorio donde tengo la mochila preparada y la reposo en el suelo para dejar la mesa despejada. Mi hermana se va de la habitación. Abro el cajón de la mesa y saco un folio y un bolígrafo. Me siento y comienzo a escribir.

Querida familia:

Ante todo, quiero pedir perdón por mi huida, pero era necesaria. Espero que cuando estéis leyendo esto, ya hayan pasado aproximadamente dos meses desde que me marché. Ahora mismo creo que os estaréis enfadando, pero intentad entenderme. Mi situación requería una desaparición inmediata, ya que si me hubiera quedado, las consecuencias hubieran sido mucho peores. Ya sé que solo tengo 18 años, pero quiero que tengáis muy presente que soy fuerte y estoy preparada para todo lo que se me venga encima; así que tranquilos.

Después de leer esto me tenéis que hacer un favor: no vayáis a la policía  ni mostréis la carta, quemadla. Os prometo que en un futuro conseguiréis entenderme pero, por el momento, dadme un voto de confianza. Si alguien se entera de mi huida y me encuentran todo esto no habrá servido para nada.

Mamá, te conozco y sé que lo estarás pasando muy mal por mi desaparición, pero piensa que esto es por mi bien y que estoy mucho mejor así.

Papá, no cambies. Sé que cuando estás triste dejas de hacer las cosas que te hacen feliz. Así que, por favor, no dejes de ir a jugar al golf. Imagínate que estoy detrás de ti, con la bolsa de los palos, dándote siempre el que necesitas. Ya sé que tú solo eres feliz cuando nos ves contentas a mi hermana y a mí, pero piensa que yo soy feliz así.

Sue, sé que eres muy fuerte. Tú puedes con todo, no te rindas y sigue luchando por el futuro que quieres. Yo estoy bien. Busca tu felicidad, te la mereces.

No culpéis a mi hermana. Ella no me incitó a que hiciera esto, fue todo cosa mía. Intentó que no lo hiciera pero, como ya os he dicho, la idea estaba tomada y era inmodificable. Tampoco os culpéis. Mi escapada no tiene nada que ver con vosotros, ya que me habéis dado los mejores años de mi vida. Os quiero mucho, nunca lo olvidéis. Gracias por todo lo que me habéis enseñado.

En que pueda y lo considere seguro, recibiréis noticias mías. Hasta el momento permaneced tranquilos y, sobre todo, no cambiéis las actitudes que habéis tomado con respecto a mi desaparición, ya que nadie se puede enterar de la existencia de esta carta.

Anne.

Me limpio las lágrimas. Sin darme cuenta ha caído una sobre la carta, la seco rápidamente para que no se mueva la tinta. Oigo pasos por el pasillo, es mi hermana. Doblo rápidamente la carta,  nadie puede saber de su existencia. La meto en un sobre. En la cara buena de este escribo mi nombre. Chupo el borde, lo cierro y la escondo en mi mochila. La dejaré debajo del colchón de mis padres. Con esto me aseguro de que no la vean hasta que no hayan pasado un par de meses aproximadamente, porque mi madre cada dos meses le da vuelta para ventilarlo y, justo, coincide que la última vez que se la dio  fue ayer. Entra mi hermana en la habitación, giro la cabeza hacia la puerta y la observo fijamente. Me devuelve la mirada. Viene con dos bolsas en la mano. Se acerca a mí y me da una de ellas. Está llena de comida. La meto en mi mochila y observo cómo  acaricia mi pelo.

Libertad #DulceSal #ConcursoOreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora