1.

6.1K 456 369
                                    

Despertó, se ducho, se vistió, desayuno y se fue al trabajo. Era su rutina de todos los días, pero hoy algo cambió, un mensaje de sus padres le llegó, arruinando su día y tal vez su vida.

¿Cómo se atrevían a volver después de abandonarlo? ¿Con qué cara vendrían? ¡Y la gota que derramó el vaso es que lo querían comprometer!. Tenía unas ganas de agarrar su pistola y al ver los dispararles pero algo dentro suyo le impedía.

–¿Qué te pasa?. –Observó a Armando a su lado.

Con la rabia que tenía decidió ir al taller, quería estar distraído y que más ayudaba trabajar. Se sentía pasado a llevar, sentía importancia, no sabía cómo salir de esa situación.

–¿Pol qué'?. –Preguntó haciéndose el desentendido luego de unos minutos, apartando su mirada del de ojos verdes. Quién todavía lo veía con preocupación.

–Éstas trabajando, no dejas de suspirar, tienes una cara de culo y no te apartas de mi lado.

Se sonrojo por lo último, apartándose unos metros del más alto. De no ser por él no se hubiera dado cuenta, le miró dispuesto a responderle pero el sonido de una llamada lo detuvo.

Miro la pantalla con cansancio, era la octava vez que lo llamaban ¿Tan difícil es entender que no quieren hablar con ellos?. Contestó viendo de reojo a Armando, quién decidido apartarse un poco dándole privacidad pero aún así escuchaba.

~En la llamada~

–¿Que?.

¡Yun! Al fin contestas.

–¿Que quielen?.

¿Como que "que quieren"? ¡Viajamos solo por ti! ¿Acaso no estas feliz?.

–No, la veldad no.

Respondió seco, intentando demostrar que no estaba ni lo más feliz al tenerlos en la misma ciudad.

Vamos a hacer una fiesta por tu próximo casamiento, debes estar ahí a más tardar a las 9:00pm. Vístete elegante para enamorar a tu prometida.

Soltó una carcajada al escuchar todo lo que me decía su madre, confundiendo a la otra.

–Se nota que no conocen a su hijo.

¿Por qué lo dices?

–Estoy en una muy feliz relación, pelo ¡uh! ¡Solplesa! Con un homble.

Dijo jugando con su tono de voz, riendo al no escuchar nada del otro lado de la línea.

Debes terminar esa relación ¡Ahora!.

Escucho la potente voz de su padre haciéndose presente en el teléfono, sonrió victorioso, había cumplido arruinar sus planes.

–No, vete a tomal' pol' culo.

Y sin más corto, dejandoles las palabras en la boca, sonrió en grande, feliz por su victoria. Iba de regreso con Armando para hablar, en el camino le llegó un mensaje de su madre.

Vieja puta.

Bien, ganaste.

La fiesta está en pie todavía, el motivo será tu hermosa relación (según tu).

Debes venir con tu novio, enviaremos a alguien que te escolte hasta acá. Seguramente huirás, como siempre.

Te quiero.

Toda su felicidad cayó de un segundo a otro. La había cagado, cagado bien grande ¡Nunca se rendían estos viejos de mierda! ¿Que tan tarde es para suicidarse?.

(...)

Eran las 6:25pm, y sus nervios crecían cada vez más, sin tener algún plan para sacarlo de la tontería que hizo. Subió a la Sala de descanso para tomarse un café y relajarse, se sentó en el sofá planeando cómo asesinar a sus padres.

De pronto recordó que ellos admiraban a alguién, obvio no de él pero ese alguien ahora estaba con el. Y si como hubiera leído sus pensamientos apareció en su campo de visión con su cara de preocupación.

Sonrió malicioso, está guerra la tenía ganada.

–Hombre, en serio ¿Que te sucede hoy?.

–Almando, ¿Me puedes hacel un favol?.

Preguntó levantándose y caminando hacia el otro. Sonriendo le.

–Depende...

Dijo un poco desconfiado, conocía las sonrisas del pequeño y la que tiene ahora no decía nada bueno.

–Necesito que finjas sel mi novio pol esta noche.

𝙵𝚊𝚟𝚘𝚛.-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora