Se removió sintiendo unos fuertes brazos rodeando su cintura, junto con una respiración tranquila en su nuca. Abrió lentamente sus ojos, viendo en la posición en la que estaba; Él siendo abrazado por Armando en forma de cucharita..... ¡Recién despiertas y ya estás sonrojado!. Se movió un poco más intentando separarse pero su trasero chocó con la entrepierna del contrario, escuchando un gruñido por su parte, poniéndolo nervioso. Se mantuvo quieto por unos minutos para volver a moverse.
–Joder, quédate quieto.
Ahogó un gemido al sentir la ronca voz de Armando. Disculpándose bajito, siendo liberado.
Armando se dio la vuelta dispuesto a volver a dormir, cosa que extraño al pelirrojo. El era de levantarse temprano.... Vio la hora en su teléfono, con razón Armando quería seguir durmiendo si eran las 3:45 am. Suspiró agarrando la polera del alto para colarsela, se puso sus calcetines y se fue en busca del baño.
El problema de aceptar quedarse a dormir en una casa, bueno... Mansión ajena es que no sabes dónde coño está el baño. Revisó cuarto por cuarto de repente se sintió un fuerte estruendo, fue hacia el lugar de donde provino en silencio notando que venía de una habitación con puerta roja, se hubiera ido si no estuviera la luz encendida con sombras moviéndose dentro. ¿Que estarían haciendo a estas horas de la madrugada?. Se fue acercando hasta poder escuchar, iba a tomar el riesgo de abrir la puerta, tomó aire rezando para que no se escuchara el ruido de esta abriendo. La abrió solo, lo que vio no lo podía creer...O bueno si, solo un poco.
(...)
Sintió la puerta ser abierta, se puso alerta pero se relajo al ver que era el pelirrojo. Luego de que este se hubiera levantado no había podido seguir durmiendo, algo le impedía, tal vez era el temor de que le pasara algo al mas bajo o era por el mismo. Yin le daba mala espina, la forma en que lo mira no es normal para una señora casada, además de las advertencias que le daba Ramen eran por algo. Era una razón para no dormir, si era posible de poner cámaras ¿Quién le aseguraba que no se iba a meter al cuarto mientras Ramen no está?.
–¿Y esa cara?.–Preguntó una vez que este se giró, haciendo que pegue un pequeño salto por el susto dado.
–Almando.... ¿Qué haces despielto?.
–Extrañaba abrazarte.
Un silencio se creó, haciendo que Armando soltara unas carcajadas al notar la pequeña incomodidad que creo. Yun agradecia que la luz de la luna no llegará a su cara y así podía pasar desapercibido su sonrojo pero también agradecia que esta llegase a donde estaba Armando, haciendo que su cuerpo como cara tenga un contraste con la luz. ¡¿Y tu por que disfrutas tanto esto?!.
–Perdón, perdón. Solo no pude conciliar el sueño sabiendo que Yin está afuera.
Suspiro, sintiendo la culpa y el arrepentimiento recorrer su cuerpo. Se acercó al gran ventanal, observando la hermosa luna de esa noche.
–Lo siento, peldoname pol metelte en esto.
–Tranquilo Ramen, yo acepte esto. No es tu culpa...
–¡Clalo que lo es! Te pedí ayuda aun sabiendo lo que piensa la vieja loca de ti. ¡Teniendo en mente lo que ella te podía hacel!.
Sentia las lagrimas acomularse en sus ojos, no pensó en las consecuencias que podía traer este estúpido juego. No quería perder a su amigo, a su hermano, a su familia por un capricho de el. Tal vez si hubiera aceptado desde un principio el compromiso con ese tipa Armando no estaría sufriendo así.
–No te culpes Yun, ambos accedidos a esto. Todo debe de tener consecuencias o si no la vida sería feliz y justa. Vamos a salir de este problema, juntos. No creas que no he notado las miradas que te da tu padre. Puede que en estos momentos finja ser tu novio pero eso no cambia de que seamos una familia ¿Si? Ven aquí.
Abrazo al más bajo, sintiendo como se rompía en sus brazos. Le hervía la sangre al ver como uno de sus integrante de su familia lloraba, y mucho más si los responsables son unos locos de mierda. Consolaba al pelirrojo con suaves caricias en su cabeza, y uno que otro beso ahí mismo, haría un plan para acabar con ellos, oh dios, sí que lo haría. Nadie se metia con su niño.
(...)
Veía el rostro calmado del pelirrojo, luego de horas en llorar en sus brazos cayó dormido. Si lo hubiera sabido la historia del jefe de la mafia lo hubiera ayudado en todo lo que pudiera, pero como todo el grupo pensaba que los padres de aquel murieron. Aun que bueno.... Seria mejor eso que este infierno. Desde ahora lo protegería con todos su ser, porque descubrió que aquel mafioso serio había un pequeño ratoncito asustado.
Sintió la puerta intentar ser abierta, el sol ya se estaba asomando así que veía como la manecilla se movía. Puso atención a su sentido auditivo por si escuchaba algo, solo lograba escuchar susurros. Delicadamente y sin intenciones de despertar al otro se levanta, acercándose a la puerta.
–¿Que no tienes llave?.
–Es una de estas, estoy segura.
–Ni para eso sirves, mujer.
Reconoció las voces, se puso alerta, sacando el seguro a la puerta haciendo callar las voces. La abrió con su rostro serio viendo aquellas figuras que tanto odio le está empezando agarrar, ellos en cambio sonrieron inocentes, escondiendo el montón de llaves que hace segundos escucho.
–¿Desean algo?.
Pregunto alzando una ceja, observando fijamente a Ming, con quien empezó una pelea de miradas. Podía sentir la mirada de Yin recorrer su torso desnudo.
–Solo queriamos saber si estaban bien.
Ming le dijo acercándose más, intentando mirar hacia dentro. Cosa que noto Armando, colocando en su campo de visión impidiendo mirar el cuerpo que yacía en la cama durmiendo.
–Si, descuiden. Pronto nos iremos.
–¿Que? ¿No se quedaran a almorzar?.–Comento Yin, con su voz un poco ronca. Cosa que intento disimular con un carraspeo.
–Es que vera.... Tenemos cosas más importantes que almorzar con ustedes. No me malinterprete, seria un gusto.– Le gustaba su faceta de actor, podía mentir muy bien. Rara vez la sacaba, era una ocasión especial.– Pero nuestra verdadera familia nos está esperando sin tener otras intenciones de por medio.
Cerro la puerta antes de que ellos pudieran hablar, así prevenia una pelea que acabaría con mucha sangre. Volvió a colocar el seguro, dispuesto a despertar al otro e irse luego de ahí.
–Yun, vamos despierta.
Busco su camisa, acordándose que el bajito la traía. Sonrió, a veces podía ser tan tierno sin querer hacerlo. Ordeno las cosas, junto con la ropa del otro, volviendo a llamar a yun. Lo removió del otro buscando despertarlo.
–Me cago en puta.
Rie yendo al ventanal, asomándose para ver la altura que lo separaba del suelo. Planeaba salir por la ventana y escapar de Yin y Ming. Fantástico.
ESTÁS LEYENDO
𝙵𝚊𝚟𝚘𝚛.-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨
Fanfiction"¿Me puedes hacer un favor? Necesito que finjas ser mi novio. " ✏Pareja principal: Yunando. ✏Género: Drama, Acción. ✏⚠Advertencias: Cambios en la verdadera historia del personaje, contenido homosexual, temas delicados. Créditos al autor/a del dibujo...