33.

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Abrió sus ojos lentamente, todo le daba vueltas, volvió a cerrarlos al sentir un leve dolor en su nuca ¿Qué mierda?. Lo último que recordaba era que iban en el auto.... Y... ¡Su puta madre!. Abrió sus ojos asustado, mirando el lugar donde estaba. Trato de moverse pero se dio cuenta que lo tenían encadenado de las manos.

–Veo que despertaste.–Aguanto un poco la respiración al reconocer la voz, giro su cabeza para ver a la responsable de todo esto. Vio su vestimenta, tenía un conjunto de lencería.–¿Te gusta lo que vez?.

Puso sus ojos en blanco, dirigiendo su mirada hacia al frente. Pudo observar al pelirrojo en su mismo estado pero encadenado de otra forma. La alerta se activo cuando observo a Ming con ropa interior ¿Se podría decir en tanga? Joder.

–¿Qué mierda quieren?.–Se atrevió a preguntar, mirando con preocupación a Yun. Quien comenzaba a moverse.

–Eso lo veras después, cariño....–Sonrió, acercándose hacia el. Moviendo sus caderas coquetamente.–Primero vamos a jugar....

–¿Almando?....–Junto su mirada con su pequeño, podía ver como este iba a colapsar en cualquier momento.–¿Q-que sucede?...

–¡Yun! Amor.... Tranquilízate ¿Bien?.–Intento levantarse, para acercarse un poco más al pelirrojo. Las cadenas sonaron fuertemente, enojando al castaño.

–Me duele las lodillas....–Yun intento cambiar de posición, pero sus manos se lo impedían. Observo hacia atrás, la cadena era gruesa.... Era casi imposible romperla.... Miro a sus padres con fastidio, ¿Por qué siempre le jodian la existencia? Sentía mucha impotencia en esos momentos, tenía tantas cosas que decir, ver a Armando ser devorado por la mirada de Yin lo hacia asustarse ¿Podría ser?....

–Muy bien, ya que despertaron. Vamos a jugar.–Se observaron unos segundos antes de que aparecieran imágenes al medio. Un momento ¿Aquel vidrio siempre estuvo?. El castaño siguió la luz de las imagen para darse cuenta que había un protector. En una habitación aparte pudo ver computadores pero no su contenido.... A su lado habían dos sujetos más, eran los responsables de todo esto.–Primero que nada, vamos a confesarnos.

La mujer comenzó a cambiar las imágenes con un control. Tenía una gran sonrisa en su rostro, al fin iba a tener lo que quería. Ambos miraban atentamente las fotos que Yin mostraba, si te concentrabas aún podías ver el cuerpo del otro.

–Ustedes se aman ¿No?.–Yin pregunto cómo una ceja alzada.

–Si.–Armando le contesto serio, movía sus manos sigilosamente para tratar de quitarse aquellas cadenas.

–Pues creo que es una mentira.–Detuvo todos sus movimientos, mirando a la mujer sorprendido. De pronto unas imágenes de Yun con distintas mujeres se reflejaron, se podía notar con las intenciones que el hombre les hablaba. Yun bajo su mirada avergonzado, podía sentir que Armando lo miraba fijamente, no tenía la suficiente fuerza para verlo.–Y seguimos, no son las únicas, pero bastará.

La imagen cambio, mostrando ahora a Armando en el taller. Se podía ver como esta estaba hablando muy cerca de Freddy, la secuencia se podía ver. Ellos susurrándose cosas en el oído con sonrisas traviesas, luego ellos caminado hacia el auto del gallego para luego irse del taller.

Yun se quedó sorprendido, movía sus ojos con rapidez, no sabía dónde ver. Su respiración se aceleró. Armando sabía que odiaba aquel sujeto ¿Por qué con el?.... ¡¿De todas las personas, por qué con el?!.

–¿Con Tuculazo....? ¡¿En serio?!.–Unió su mirada cristalina con la sorprendida de Armando.

–No Yun, no es lo que parece.–Armando se movió en vano, quería explicarle la situación pero el lugar donde estaban no lo ayudaba.–De verdad bebé, se lo que sientes, nunca lo haría con el.

𝙵𝚊𝚟𝚘𝚛.-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora