𝙵𝚊𝚟𝚘𝚛.-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨

15.

–¿Qué te pasó pedazo de caca?. –Observó con diversión al castaño que recién llegaba. Al parecer venía de mal humor, bueno, a estas horas quien no tendría un mal humor. Eran las 5:01am y fueron citados para un nuevo trabajo.

–Un gilipollas me disparó. –Se sentó junto a él, a la espera de las nuevas órdenes de Yin.

–¿Que hiciste ahora?. –Miro con aburrimiento el final del pasillo, viendo como de vez en cuando pasaban sus compañeros.

–¿Que voy hacer? No trabajo si no estoy en servicio, era un puto loco. Solo quería jugar con su juguete que desafortunadamente yo fuí su blanco. –Suspiro, mirando entre ojos a Brad, viendo si se tragaba la mentira.

–Lo lamento bro, cuidado para la próxima.

(...)

–¿E'tas segulo que elan ellos?.

Armando observó con confusión al pelirrojo, quien se encontraba entre sus brazos.

–Si, solo que no se veía como órdenes de Yin.

–Pol dio' ¿La tas defendiendo?. –Yun se separó de él, mirándolo con su ceño fruncido.

–¿Que? No... No pienses eso. –Con una sonrisa tomó los cachetes del otro, acariciando los, intentando tranquilizarlo.

–Ay almando... –Suspiro alejándose del alto. Se sentó al lado suyo, apoyándose contra el respaldo de la cama.

–Cambiando de tema ¿Cómo te fue con la psicóloga?. –Preguntó al aire, imitando la acción del pequeño. Mantenía su mirada en la ventana, notando como aún estaba oscuro, ni los pájaros estaban cantando. No habían dormido, se la habían pasado en hablar y de vez en cuando dándose mimos.

–Cleo que bien, no sé. –Dijo despacio, jugando con sus dedos. No sabría explicar lo que había pasado, con tan solo mencionar a su madre el ambiente cambió, aunque vamos, siempre que la mencionaban era porque tenían un problema con ella. Pero de tan solo pensar que Armando la estaba defendiendo, le dolía el corazón. La conversación con María se le vino a la mente, haciéndolo que se confunda más.

"¿Has pensado que tal vez te guste?

Si tienes un sueño húmedo con el, es porque hay deseo de por medio. Tal vez solo sea atracción sexual o no."

No sabía lo que pensaba al contarle eso pero es que era extraño, se supone que debías de tener confianza.... Ay por Dios, ¡Ahora le llegaba la vergüenza!. Miro disimuladamente el cuerpo de Armando ¡Estuvo practicando! ¡No se iba a dar cuenta!. No iba a negar que tenía un buen cuerpo, además de ser bonito, para que mentir, era hermoso pero no pensaba más allá, no creía que fuera atracción sexual... ¿O si?.

–¿Te cito otra vez?. –Dirigió su mirada a su cuerpo.

–E-eh... Tal vez.. –Hizo una mueca, no le gustaba ir, no creía que fuese necesario.... Miro unos momentos a los ojos verdosos de Armando, apartando su mirada de vez en cuando, creando una imagen divertida y tierna para Armando.

–Espero y esta vez, no me hagas llevarte en brazos. –Comentó con cierta gracias, riendo al sentir el golpe en su brazo por parte del bajito.

–Puto malicon...

–Muy bien se que te gusta se sea así. –hizo el típico movimiento de las cejas, de arriba hacia abajo, junto con una sonrisa coqueta. Chino se sonrojo a full, cruzándose de brazos sin mirar al alto. – Que es broma hombre, no te lo tomes enserio.

–¿¡Puedes dejal tus putas blomas pol hoy?! ¡Me tienes hasta los cojones!. –Se acostó, tapándose por completo, fingiendo enojo. Pero la realidad era que no quería que Armando lo vea así, que sus estúpidas bromas le causan esas reacciones. Ya anteriormente demostró que se sentía agusto con los besos y joterias del otro, capaz y era algo momentáneo y eso le disgustaba, no sabía el porqué pero no le agradaba que jugara así con el. Intentó respirar hondo para calmarse, solo logró oler el muy masculino olor de Armando que estaba pegado a las sabanas, el que tanto le gustaba ¡Espera, no! ¡No le gusta!. Bajo las sábanas hasta arriba de sus labios, para poder respirar, se estaba ahogando ahí dentro. No miraba a Armando, sabiendo que al momento de hacerlo se iba a sonrojar otra vez.