4.

3.8K 422 413
                                    

-¿Se van a quedar?.... Ya es demasiado tarde que que se vayan...

Interrumpió una voz femenina su momento felíz. Poniéndose serio al instante y mirarle con una ceja alzada.

-Depende... Si no les molesta que hagamos ruido.-Decía con un tono de burla el más alto, limpiando la sonrojada mejilla del contrario. Como un niño.- ¿Que piensas pequeño?.

-Podíamos quedalnos, siemple y cuando ustedes se mantengan alejados de nosotlos.-Miraba entre ojos a su padre. Agarrando la mano de Armando para que parase de tratarlo como un niño.

-Lo dices como si fuéramos a abusar de ustedes.-Todos miraron a la potente voz de Ming. Notando desde lejos el humor de mierda que tenía.

-Pues.....

Chino habló, levantando sus cejas incómodo. Volviendo a mirar al suelo, Armando lo veía callado, no queriendo sospechar cosas tan feas. Miro a Yin, quien lucía incómoda también, luego a Ming, quien lo mataba con la mirada. Carraspeó incómodo levantándose, quitando la suciedad de sus pantalones.

-Vamos pequeño, es hora de la siesta.

Ayudó a Yun a levantarse, agarrando lo de la cintura para comenzar a caminar hacia la habitación que le habían asignado antes.

-Buenas noches señores.

(...)

-Vamos almando, quítate la lopa.-Al momento de cerrar la puerta, se sacó rápidamente su saco. Mirando al otro para que hiciera lo mismo. Éste le hace caso confundido, pero lo hace con más calma.-¡Apulate! 20.... 19.... 18..

Se quedó solo con la ropa interior, viendo como desesperación como el otro no se apresuraba.

-11.... 10.... 9....

Armando se quedó solo con pantalones cuándo fue empujado hacia la cama. Se sentó mirando extrañado al más pequeño, se tenso al ver que el otro se sentaba en sus regazo, teniendo su trasero en sus partes.

-5... 4...3...

Sintió los labios tomar los suyos con desesperación. Supuso que debía de corresponder, lo hizo, dominando aquel beso. Yun tomó las manos de Armando para dirigirlos a su trasero, para que reposaran ahí. Su cuenta regresiva había terminado, deseando que su plan funcionará.

-Yun.

La puerta se abrió dejando ver la presencia de Ming, quien se quedó congelado al ver tal escena. Se separaron agitados, miraron con sorpresa al recién llegado. Uno con un sonrojo y el otro con cara de "No sé lo que está pasando aquí pero creo que me gusta"

-¿Que no habías celado la purlta con segulo?. -Miro a los ojos se Armando, sonriendo le con un toque de travesura.

-Me atacas te apenas entrar, creo que se me olvido.-Ríe nervioso, posando sus manos en la pequeña cintura de Yun, dándole pequeñas caricias, causando escalofríos en el cuerpo del otro.-¿Me perdonas amor?.

Se acercó a su cuello, besando y chupando esa parte. Viendo de reojo como la puerta se cerraba de golpe, suspirando ahí mismo para luego separarse y mirar atento el rostro del otro. Se preocupó al ver el rostro todo rojo del contrario, con pequeñas lágrimas acumulándose en sus lindos ojitos y sus labios siendo mordidos.

-¿Hey que pasa?.-Sintió frío al no tener el cuerpo arriba suyo. Yun sin querer hablar, se separó rápidamente de él para acercarse a la puerta y asomarse. Comprobando si su padre se fue del todo, una vez ya listo cerró la puerta con seguro. Acercándose a la cama para meterse en ella, acostándose de estómago escondiendo su rostro aún sonrojado en la almohada, todo bajo la atenta mirada del ojo verde.

-¿Ramen?. -Volvió a preguntar, esperando esta vez una respuesta.

-Estoy cansado almando, ya acuéstate.-Habló apenas.

El otro suspiro, acostándose a un lado de él. Con sus pantalones puestos para no incomodar al otro, se quedó mirando al techo pensando en todos los sucesos de el día, vaya mierda.

Al otro lado, era problema era peor. Se quería morir al sentirse bien con las caricias que le proporcionaba el otro, y lo que pasó el límite fueron esos besos y suspiro en su delicado cuello. Se supone que el no era gay ¿Pero por qué se sentía tan bien al tener ese contacto con Armando? Y lo peor es que su cuerpo le pedía pasar más allá de simples besos, se iba a morir.

-Almando....

Salió de su escondite jugando con sus dedos nervioso. Lo que iba a pedir le impedía ver directamente la cara de Armando.

-¿Si? ¿Que pasa Yun? ¿Te sientes mal?.

Su preocupación le ponía más nervioso, ¡¿Por qué tenía que ser tan lindo?!. Suspiro decidido, total ya había dado el primer paso.

-So-sonala lalo... ¿Me puedes ablazal? Bue-eno, si... Si no quieles no.. S-solo... Yo... Es que...

Se sentía estúpido, era humillante pedir tal cosa ¡Y más encima tartamudear! ¿Dónde quedó ese mafioso serio, que no le gustaba el contacto físico?. Escuchó la característica risa de Armando, aumentando su sonrojo y los latidos de su corazón ¿Se burlaba? ¡Lo iba a matar!. Sintió un brazo posarse en su cintura, su cuerpo chocó con el pecho del otro al acercarlo. Se acomodó lentamente apoyando su frente en el pecho de Armando, pasando su brazo y abrazarlo también. Un beso en su cabeza le hizo sonreír.

-Buenas noches Chino....

-Buenas noches Almando.....

𝙵𝚊𝚟𝚘𝚛.-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora