𝙵𝚊𝚟𝚘𝚛.-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨

24.

Miraba el bonito atardecer. El lago al frente suyo lo hacía más mágico, se había sentado en una banca que había afuera de la cabaña. No soportaba el ambiente que se creaba cuando estaba con Armando. Aprovechando que el mayor estaba adentro, quien sabe que hacía, sacó una bolsita de su bolsillo, la observó con nostalgia hacia tiempo que no fumaba pero era una ocasión especial.

Saco los papelillos y empezó a preparar, sacando su lengua para mojar la orilla. Miro por la ventana, Armando no se veía cerca, no le reclamará si no se enteraba. Lo prendió, guardando las otras cosas para comenzar a aspirar, ya casi el sol se ocultaba, era muy hermoso ver los últimos rayos de luz entre los árboles. Pronto se vio observando a la luna con una sonrisa.

Escucho la puerta abrirse, para ver salir a Armando. El se le quedó mirando con atención, levantando una ceja, regañandolo con la mirada. Tiro el humo, tosiendo de paso, lo invitó a sentarse junto a él, para fumar juntos. Como el otro también estaba estresado, aceptó.

Ambos ahora estaban relajados, observando las estrellas con sonrisas bobas, a veces apuntaban hacia arriba, mostrando una forma extraña en las estrellas para luego reír.

-¿Alguna ve'.... Te han dicho que el sexo con dlogas es lo mejol?....-Observó el rostro confundido del otro. Riendo.

-No.... ¿Por qué?.-Preguntó contagiado por la risa del otro. La verdad no entendía a qué venía eso, no estaba para pensar ahora.

-¿Quieles confimal?.-Se acercó una poco más al rostro del alto, poniendo una mano en su muslo. Sonriendo coqueto.

-¿Okey?.-Detuvo su mirada en los labios del otro. Lamiendo los suyos inconscientemente, acercándose para juntar sus labios. Llevo sus manos a las mejillas coloradas de Yun, mientras que el otro las llevaba a su nuca para profundizar más el beso.

Se separaron con sus respiraciones agitadas, se observaron y sonrieron. Juntaron sus manos, entrelazandolas y caminar hacia dentro. Aún no se terminaban el porro, se lo acabarían adentro. Al cerrar la puerta fue inevitable volver a besarse, pero esta vez con más apasionado. En el camino hacia la habitación, chocaron un par de veces con los muebles, haciendo que se separaran para reírse.

Cerraron la puerta, separándose para quitarse la camisa. Se notaba que ambos estaban desesperados, solo querían pronto sentir al otro. Yun se dio la vuelta con su torso desnudo, caminando hacia la cama con el porro en sus labios, no quería que el pequeño toque se fuera y que lo hiciera volver a la realidad. Sintió a Armando pegarse atrás suyo, agarrando su cintura creando una fricción entre sus partes y el trasero del asiático, sacándole unos suspiros a ambos.

-Ay almando, no sabes lo mucho que e'pelaba e'to.-Jadeaba, sintiendo las lamidas y besos en su cuello. Se mordió el labio mientras la mano del alto se dirigía a su entrepierna acariciando la zona con la ropa encima.

-No creo que sea más que yo.-Se iba a girar para mirarlo confundido, pero fue fuertemente empujado hacia la cama. Haciendo que su pecho quedará pegado al colchón. Con el movimiento brusco se quemó un poco su vientre con el porro, pero aquel dolor creaba una sensación más deliciosa. Sintiendo los dedos de Armando subiendo por su espalda, para llegar hasta su cuello, haciendo que el pequeño cuerpo bajo suyo temblará por los escalofríos que sentía.

-¿Te he dicho que eres hermoso?.-Le quitó el rollo a Yun, para llevárselo a su boca. Observando con una sonrisa como el pelirrojo se dejaba hacer. Dejó el porro en el mueble para evitar otro accidente, tomó las manos del menor juntandolas en su espalda.- Deberías quedarte así de tranquilo siempre.... Me causas muchas problemas, pequeño.

-M-mhg~ almando....-Apoyó sus rodillas en la orilla de la cama, su trasero quedó al aire por unos momentos. Armando llevó su pelvis, simulando embestidas, riendo un poco por el sonrojado rostro del otro.