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-Pierdes el tiempo en gritar.-Yin tenía una mano en su cintura, escuchando los gritos de Armando detrás suyo. Su esposo estaba golpeando a su hijo pero nada de lo que hablan se escucha.-Con este control podemos silenciar las cosas, ellos ahora no nos oyen y nosotros tampoco a ellos. Así que, no gastes tu garganta.

-¡Eres una hija de puta! ¡¿Por qué no nos dejas tranquilos?! ¡¿Que mierda quieres?!.-Sentía las lágrimas comenzar a salir. Ver que a su pequeño lo están lastimando y no poder hacer nada, lo destrozaba. Le rompía el alma.

-¿Aun no lo entiendes? ¡Te quiero a ti!.-Yin se acercó al hombre con un rostro triste.-No sabes cuanto tiempo te estuve esperando.... ¡Para que llegues como el novio de mi estúpido hijo!.

-¡Eres una enferma! ¡¿Por qué no estas en la puta cárcel?!.-Las cadenas sonaban, sacándolos del quicio.-¿Y ahora consideras a Yun como tu hijo? ¡No tienes el derecho de decirle así! ¡Que lo hayas tenido no te hace su madre! ¡¿En que momento lo has cuidado?! ¡¿Protegido?! ¡Si fueras su madre no dejarías que le hagan esto!

-¡CALLATE! ¡¿A que quieres llegar con estas palabras vacías?!.-Una fuerte cachetada sintió en su mejilla izquierda. Ambos respiraban con dificultad por la adrenalina del momento.-¡Soy su madre y punto! ¡Nadie me dirá lo contrario!.

La vio sacar un pequeño frasco de no sabe dónde, el vidrio de repente se volvió negro. Impidiéndole ver hacia el otro lado. Yin tomó sus mejillas con fuerza, intentando que el castaño tomara el contenido de su frasco.

-¡Abre la puta boca!.-Hizo un movimiento extraño, que causó una queja en el hombre. Así facilitándole meter el líquido.-¿No ves a tu pequeño Yun? Pues el tampoco te ve, no sabrá que te di algo, y el pensara que lo estas engañando.

-¿A que te refieres con engañar? ¿Engañarlo contigo?.-Pregunto irónico.-Joder Yin, no que puto asco me das. Ni siquiera te ves joven ¿Sabes que me da asco acostarme con gente mayor? Sus arrugas me perturban, tu eres vieja, los tratamientos que te haces no te harán joven para siempre. Desde aquí se ve unas arrugas en su cara, de seguro que abajo esta asqueroso.-Se sentía mal decirle esas cosas, pero al ver la reacción de Yin, descubrió que había dado en el blanco. Era de las típicas mujeres que piensan que el dinero lo puede todo, pero el tiempo es más poderoso y de todas formas saldría lo que era.

-Muy bien, eso lo veremos.-Habló bajito, levantándose y yéndose de la habitación. Esperaría afuera hasta que la droga hiciera efecto. Al estar en la Sala de computadores, observo como Ming toqueteaba al pelirrojo. ¿Armando tendría razón? Y si por eso su esposo prefería a su hijo... Porque ella era vieja y las arrugas se le notan mucho.... ¿Pero por qué los otros hombres la desean? También se ha dado cuenta que varios de sus agentes la han dejado de lado, Tomy quien nunca la tocó. Brad que siempre intentaba alejarla y su querido HT5.... No importa en realidad, siempre y cuento tenía al hombre que quería a su merced, debía de llegar a cosas extremas y esta sería una de ellas.

(...) (⚠Contenido delicado⚠)

¿Por qué aquel vidrio se volvió negro? ¿Por qué ya no sentía a Armando? ¿Por qué siempre debía de depender de el?.

-¡Te estoy hablando!.-Dirigió su mirada cansada al hombre a su lado. Ya no sabía que quería, y había perdido la cuenta de los golpes dados por el.-¿Por qué Y-yun?.... Yo te amo.... ¿Por qué me tratas así?.

-¿Sela polque das asco? ¡Soy tu puto hijo! ¡¿en que momento pensa'te que me aco'talia contigo?!.-Dijo algo obvió.-¡E'tas enfelmo!.

-¿Seguro que es por eso? ¿No será porque estas de novio? ¡¿He?!.-Agarro fuertemente el cabello del pelirrojo, tirandolo.-¿Que pasaría si vieras que tu noviecito esta teniendo sexo con alguien que odias?.

-N-no ese no selia almando.-Negaba intentándose convencer.

-Míralo tu mismo.-Tiro de su cabello para colocarlo enfrente al vidrio. Este volvió a hacerse transparente dejándole ver a Yun lo que pasaba en el otro lado.

Yin..... Dando brinquitos sobre el regazo de Armando.... Mientras que este tenía su frente apoyada en el hombro de esta.... ¿E-es verdad? No podía creer lo que veía. El audio comenzó a escucharse también, escuchaba como su madre gemía de placer pero... No escuchaba a Armando.... ¿Qué pasaba aquí?.

-¡¿Almando?!.-Quería comprobar sus sospechas. El castaño al sentir su nombre a lo lejos, levanto su rostro uniendo su mirada con su pequeño. Pestañeo algo perezoso, sonriendo débil al pelirrojo. Desde la distancia se podía notar que estaba drogado.

Luego el vidrio nuevamente se puso negro. Yun mirada todo impresionado, trago con dificultad. ¿F-fueron tan malos para hacerle eso a Armando?.

-Malditos.... E' que son unos malditos....-Apretó sus dientes con fuerza, toda la situación le estaba sacando del quicio.

-Maldito es tu novio ¿Cómo puede engañarte de esa manera?.-Fingió sorpresa y tristeza.-Si estuvieras conmigo no pasaría nada de eso.

-¡Cállate! ¡Cállate de una ve' y ha' lo que quielas!. ¡Ya loglalon lo que quelían! Quelían velme suflil ¡¿no?! ¡Pue' lo loglalon! ¡Loglalon la'timal a muchas pelsona'!.-Gritaba llorando a mares.-¡A Almando que no ha hecho nada! ¡¿Como se les ocule violallo?! ¡Los odio, los odio, los odio!.

Ming veía todo neutral, las palabras de su hijo no le hacían daño. Se levantó suspirando, al fin haría lo que siempre ha estado deseando, se lamio sus labios, dirigiendo su mano a su miembro, al estar en una pequeña tanga podía sentirlo. Comenzó a acariciarse por arriba de esta, observando al menor todo sometido para el. Se acercó a el, comenzando a quitarle el pantalón. Yun lloraba a mares, esto era lo que había estado impidiendo por mucho tiempo, pero estaba dañado, muy dañado para hacer algo al respecto. Las gruesas cadenas impedían todo movimiento y el solo deseaba que acabará ya todo, que de hecho no había empezado. Sentía náuseas, las manos de su padre siempre le ha dado asco, eran áspera en un sentido extraño, había suciedad y a veces tenía algo pegajoso, pero las de Armando..... También eran ásperas, pero sus caricias lo relajaban, esa textura le gustaba en el... Eran de tamaño grande, perfecta para rodearlo todo...

•Oh Armando, lamento mucho meterte en esto. Si aquella vez en la habitación, donde me di cuenta sobre mis sentimientos hacia si, hubiéramos dejado todo.... Tu.... Tu no hubieras pasado por esto... No hubieras sido tocado por esas sucias manos, no hubieras sido.... Abusado, por favor perdóname. Con que tu lo hagas me bastará pero siempre me culpare porque no merecías esto....

Ya estaba desnudo por la parte de abajo, su camisa había sido rota pero no quitado. Sentía a Ming colocarse detrás de el, cerro sus ojos esperando.

–Ni se te ocurra hijo de puta.

𝙵𝚊𝚟𝚘𝚛.-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora