8.

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Otro día comenzaba, otro día con menos ganas de vivir. Sintió el lado frío en donde se suponía que debía estar Armando, suspiro asegurando que debía de estar ya en el taller trabajando. Se acostó boca arriba, mirando un punto fijo en el techo, de pronto se empezaron a formar pequeños símbolos, cosa que le extraño. La textura era lisa y estaba pintada de blanco ¿Por qué de repente aparecieron estas cosas?.

Se intentó mover pero se mantenía muy concentrado en aquellos símbolos que de algún lado se le hacia conocido. Cada vez aparecían más y con más rapidez, se estaba volviendo extraña la cosa, necesitaba a Armando a su lado, urgente. Vio como dejaron de aparecer pero aún así no se podía mover ¿Tendrá una parálisis del sueño? Pero es raro..... Apareció otra cosa de repente sacándolo de sus pensamientos ¿Un dragón rojo? ¿Que le quería decir? Se intentó cubrir su rostro al ver que esta iba a caer, se sentó rápidamente no perdiendo el tiempo para poder moverse. Le daba escalofríos el silencio que rondaba por la casa, sus compañeros a cada minuto se la pasan gritando. Se siento en la orilla de la cama, apoyando sus pies en el frío suelo, estaba alerta a cualquier cosa que pareciera peligroso. Se iba a levantar pero una mano agarró su tobillo gritando algo justo al momento de estrellarse contra el suelo.

(...)

-¿¡Yun?! ¡Despierta Yun!.

Despertó agitado, mirando a su alrededor con miedo. A cambio de aquel sueño Armando si estaba a su lado, apenas verle rompió en llanto, sintiendo luego los fuertes brazos del ojiverde. ¿Que había sido eso? Fuera lo que fuera, no quería volver a pasar por lo mismo, se sintió solo.

-¿Qué pasó? ¿Qué estabas soñando?. -Pregunto, acariciando la espalda del bajito. Se estaba preparando para irse al taller cuándo sintió al pequeño llamarlo, se giró para mirarle pero este seguía durmiendo, cosa que le extraño pero lo dejó pasar. De repente sintió que la cama se movía y nuevamente miró al menor, viendo como este tenía su ceño fruncido y soltaba palabras en chino, se le quedó mirando un rato más para empezar a preocuparse al ver que este se movía agitado. No respondía a sus llamados, tampoco lo podía calmar, casi tenía una crisis de pánico al no saber que hacer pero él había despertado llorando.

-N-no lo se..... So-solo no quielo volvel a dolmil.... -Su corazón se rompía cada vez que veía llorar al pelirrojo. Se preocupó al escucharlo, él era de dormir un día entero si le apetecía y para que el le venga a decir aquello.... Debió de ser una pesadilla bien fuerte.

-Le pediré a unos de los chicos que se encargue del taller ¿Vale?. Así nos tomamos un tiempo de descanso. -Se intentó separar para ir a levantar a los otros flojos, sintió que el agarre hacia su camisa se identificaba, sacando la conclusión de que no quería que se fuera.

Se acomodo en la cama colocando a Yun sobre su regazo, y así estuviera más cómodo abrazando lo. Parecía un koala, sonrió tomando su teléfono. Llamando a Emilio, quién era su turno de reemplazarlo, le contó el problema que tenía, suspirando de alivio al escuchar que entendía la situación y no le hacía más preguntas. Se dedicó a darle mimos al pequeño koala que tenía en sus brazos, tranquilizandolo.

Yun se encontraba perdido en sus pensamientos, intentando descifrar qué fue lo que decía aquel grito espeluznante. Estaba seguro que era una señal, lo sentía en lo más profundo de su corazón. Se sintió mejor al recibir muestras de cariño por parte de Armando, este hombre tenía algo, y ese algo siempre le hace que se sienta bien si esta con el.

La imágen del dragón se le vino a la mente, comparándolo con el famoso dragón chino  pero este tenía un toque de rareza. Debería de investigar eso, junto con aquellos símbolos que le aparecieron. Era como un patrón, sentía que debía descubrir el misterio lo antes posible.

-¿Te sientes mejor?. -Asintió, no quería hablar. Tampoco aflojó un poco el agarre de la camisa de Armando, había perdido el control de su cuerpo. ¿Sera que me enfermare? Debía de ir al médico, capaz y lo que le está pasando sea un problema de salud...

-¿No tienes hambre?. -Negó.- Pareces un bebé ¿Lo sabías?. -Dijo muriendo de diabetes por lo adorable que se veía al pelirrojo, pero claro no olvidando la razón por la cual estaba así. Yun sentía sus mejillas sonrojarse, miró un momento hacia arriba conectando su mirada con Armando, rápidamente la aparta sonrojándose más.

-¿Seguro que no tienes hambre? Tu estómago me dice otra cosa. -Iba a volver a negar pero el sonido de sus tripas rugir lo hizo callar. - No me mientas. Iré por algo de comer ¿Vale? Quédate aquí.

-N-no me dejes.... Por favor, no me dejes solo.... -Pidió en un hilo de voz, sintiendo las ganas de llorar otra vez. Salió de su escondite sentándose bien en el regazo del otro. Lo miraba avergonzado, sentía que se estaba aprovechando de la amabilidad del más alto.

-Está bien.... Acompáñame entonces. -Lo miro esperando a que se moviera, sonriendo entretenido al descubrir lo que quería el otro. - ¿Quieres que te lleve en brazos?. -Vio como a sentía apartando su mirada avergonzado. Ríe enternecido por la situación. Tomando los brazos del contrario poniéndolos en su cuello, para luego tomar la pequeña cintura del pelirrojo tomando impulso para levantarse. Cuando ya estuvo listo, tomó se los muslos al otro para que este enredara sus piernas en su cintura.

-Cuidado, que es zona delicada malicon. -Soltó un pequeño jadeo, haciéndole caso al contrario.

-Pero vamos a ver.... ¿Quien es el que quiere que le tome en brazos?.

-Jum.

Apoyó su frente en el hombro, esperando a que el otro comenzara a caminar. A decir verdad le daba temor ir caminando, tenía la experiencia grabada en su mente jugando le malas pasadas, a malas pasadas se refiere a el pequeño movimiento que se vio debajo de la cama al dirigir su mirada al salir de la habitación.

(...)

Estuvieron todo el día perdiendo el tiempo. Haciendo nada productivo, solo ver series en la televisión intentando que el pequeño dejara de darle vueltas a la pesadilla. Los demás chicos ya habían llegado, preguntándole con la mirada porque estaba así con Chino, solo atinó a levantar los hombros dándole cariñitos en el cabello al otro. Estaban viendo una película animada, observaba con una sonrisa a su familia, estaban todos mirando atentamente la película, son unos niños atrapados en cuerpos de adultos.

"-Solo dile que hermosos ojos tienes.
-Sisi, esa me gusta. Que hermosos ojos tengo. "

Se escuchó las risas de todos, incluyendo al pelirrojo que tenía reposando su cabeza en sus piernas.

"-¡No! Sus ojos, ¡los ojos de ella!.
-Claro, si. Tus ojos, tus ojos son hermosos, no los míos. Los míos no están mal... Pero los tuyos... Apuesto que puedes ver con ellos. "

-Que idiota. -Dijo Manolo, viendo esa esa escena.

-Igual que tu, malicon.

Las risas aumentaron tanto por el comentario hecho por Chino como por la escena tan estúpida que estaban dando.

-Lo que le faltaba, que el pendejo se ahogue con una pinche hoja. Estabas progresando compadre.

Volvieron a quedar en silencio, sintió la mirada del pelirrojo, miró hacia abajo observando aquellos hermosos ojos, se sonrieron mutuamente al verse atrapados por las mirada de uno.

-¿Puedo dormir otra vez contigo?..... Tengo miedo.... -Susurró, esperando impaciente la respuestas del otro.

-Claro, ya te había dicho que siempre serás bienvenido. -Apretó juguetona mente la pequeña nariz del contrario, recibiendo insultos y unos cuantos golpes. Yun y su forma de expresar su amor.

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Debo admitir que me dio escalofríos al escribir esto bdkdbdj.

¿Alguna teoría sobre lo que le paso a Yun? 👀

doble actualización, ea.

𝙵𝚊𝚟𝚘𝚛.-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora