10.

3.1K 346 190
                                    

Se encontraba dándole la factura a un cliente. Chino había llegado hace rato, como era de esperarse no le dirigió su mirada siquiera unos minutos, eso solo le hizo hervir la sangre. Si estaba con jueguitos, tambien iba a jugar.

–Vuelva pronto.–Le dio una sonrisa floja a su cliente. Lo menos que quería es que su clientela se pasara a llevar por su humor de mierda. Iba a por un vaso de agua cuando pudo diferenciar ese cuerpo con buenas curvas de Yin, ni siquiera traía su auto ¿Que hacia aquí?. Trato de evitarla pero ella ya tenía un destino, que era llegar si o si a su lado.

–Oh, Yin... Que raro verla por estos lugares.–Fingió una sonrisa, observo a su alrededor por busca de ayuda pero solo encontró miradas embobadas por la presencia de la mujer. Hormonales de mierda, no esperaba encontrar a Yun aquí dentro, él trabajaba la mayor parte del tiempo fuera, una mierda.

–Pues tendrás que acostumbrarte, me veras seguido.–Le dio una mirada tímida, que ni un perro podría creerse. Rogaba a los cielos por ayuda, si con Yun a su lado se sentía incómodo con la mujer, imaginense sin el. Podía sentir como se lo comía con la mirada.

–Oh... ¿Vendrá a ver a Yun? No creo que le agrade mucho su presencia.–Intentó alejarse de la mujer pero era imposible, se le pegaba como un chicle.

–En realidad venía a verte a ti. ¿Te han dicho lo atractivo que te ves con tu uniforme?.–En su mente podía imaginar hacer un juego de roles con ese hombre, con diferentes atuendo. Oh por dios, en todos se ve jodidamente bien. Mordió su labio inferior mirando de arriba a abajo al jefe de los mecánicos, deteniéndose en un lugar en específico. Armando al notar esa no tan disimulada miraba, se dio vuelta de inmediato, tosiendo incómodo.

 –Bien, fue un gusto verla señora Yin pero debo volver a mi trabajo.–No, no fue un gusto. Si pudiera la mandaria a la miera ¡Pero! Los modales hacen al hombre, no podía faltarle el respeto a una mujer y más si es la madre tu jefe en la mafia. Igual, Yun no le importaría eso e igual la mandaria a la mierda, ay dios, ese niño. Intento caminar a un lado de Yin para atender a sus clientes pero el brazo puesto fuertemente en su cintura lo detuvo, giró su mirada hacia Yin, mirándola nervioso. Solo le sonrió coqueta y lo llevó a rastras a la segunda planta.

–S-si sabe que esto....–Tragó saliva al chocar con el respaldo del sofá. Mirando esta vez horrorizado a la madre de su compañero. Suena muy enfermo decirlo en su mente. – Es zona privada...

–Shhh eso no importa.–Dijo sentándose en su regazo, comenzando a moverse.

(...)

–Puah ¿Sabías que Armando tenía novia? El pillin se lo tenía escondido.–Miro a Tonet confundido ¿De qué hablaba?. Estaba descansando, hacer negocios no era sencillo, mucho más si había gente terca. De un momento para otro su amigo Tonet ya estaba a su lado, contando cada cosa que escuchaba por el taller. Era un vieja chismosa de primera, no iba a negar que también le gustaba enterarse.

–¿Como que novia?.

–Pues si, cuando llego se presento como su novia. Estaba buenisima, que gustos tiene Armando.–Ríe solo, mirando al pelirrojo con intriga ¿Que pensaba tanto?.– De hecho lo vi subir a la segunda planta con ella.

Sus alarmas empezaron a sonar. Algo le decia que habia algo mal. Miró a su alrededor en buscas de pistas, encontró un tipo actuando sospechoso, entre cerró los ojos. No era hombre de sus padres, resopló frustrado.

 –¿Como ela la tipa?.–Dirigió su mirada al moreno, moviendo su pierna impacientemente. Debía de asegurarse antes de actuar.

–Pues.... Tenía cabello negro, larguísimo. Uhm...Unos ojos grises. No era ni muy baja ni muy alta.–Miró nuevamente a su compañero viendo un movimiento extraño en sus ojos. Podía jurar que vio un brillo rojo en sus ojos.– Y-yun...tenias..

Suspiro, miro serio al cuerpo pequeño que se movía con rapidez hacia adentro del taller. Luego se lo preguntaría.

Subió las escaleras de dos en dos para llegar más rápido. Esperaba ver todo menos eso, conectó su miraba con Armando, el rostro del otro demostraba confusión y superioridad. Se acercó lentamente hacia él viendo que terminaba de subir el cierre de su overol.

–¿Q-qué paso?.–Pregunto tímido, viendo el inconsciente cuerpo de su madre casi caer del sofá.

–Pues....Intentó abusar de mi pero no la deje, eso.–Dijo secamente mientras tomaba el cuerpo femenino entre sus brazos, dirigiéndose hacia las escaleras.

 –Y-yo lo siento pol no podel impedil esto....

–No te preocupes, se defenderme solo.–Y sin mas se marcho, dejando al pelirrojo con lágrimas en sus ojos. No sabía porque lloraba, se sentía insuficiente, se odiaba por hacerle eso a Armando. Tal vez y su relación cambiara despues de esto, quizas ni se volvieron a hablar, quien sabe. Solo el destino puede arreglar o empeorar su relación, eso lo veremos más tarde.

(...)

–¿Señorita Yin? Por favor señorita Yin, responda.

–HT5 no te preocupes, ella es fuerte. Sabe lo que hace.

Estaba aburrido de las insistencias del otro para tener una respuesta de la jefa. Bostezo cansado de estar ahí, debía de aguantar por el dinero. De pronto vio a Armando llevar el cuerpo de Yin inconsciente en sus brazos, pudo notas una línea de sangre recorrer por su cuello. Debía de quedarse quieto para no levantar sospechas, escuchaba a sus compañeros alterados queriendo ayudar a su queridita jefa. Al menos Armando le pidió un taxi, que caballeroso. Luego de ver como cerraba la puerta con fuerza y su cara de enfado, que por cierto no pudo evitar soltar algunas carcajadas. Con sus compañeros se dirigieron al coche oculto en un callejón para seguir aquel taxi.

Armando era más inteligente de lo que pensaba. Tenía el trabajo difícil, pero no se preocupaba, nada es difícil para Brad Jones.

𝙵𝚊𝚟𝚘𝚛.-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora