28.

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Esta vez al entrar a la cabaña de sus jefes encontraron el desayuno ya servido. Confundidos se sentaron esperando a los otros dos, se podía sentir un poco de tensión en el ambiente, nadie sabía el porqué.

-Chicos, esta vez no los podremos acompañar.... Espero y nos perdonen.-Observaron a Armando salir de una habitación, quien se veía un poco triste.-Espero y disfruten el desayuno.

-Pero boss ¿No va a comer nada?.-Infantilmente Tonet levantó su mano, contagiandose de la tristeza que emanaba el castaño.

-Descuida, tenemos comida aquí dentro. Nuevamente me disculpo.-Hizo un reverencia en modo de disculpa, las costumbres asiáticas del pelirrojo se le estaban pegando. Dándole una última mirada a su familia, entra nuevamente a la habitación. Mirando con angustia a Yun, quien aún no ha despertado.

Se acostó nuevamente a su lado, sintiendo el peso del otro subir a su regazo. Lo abrazó, besando sus mejillas con las lágrimas amenazando en salir nuevamente. Se culpaba, y mucho. Antes de este viaje le ha hecho sufrir mucho al pelirrojo, nunca se había dado cuenta hasta ayer. De verdad se arrepiente, no era su intención, simplemente pensaba en lo mejor para los dos.... Pero ni eso, hería a ambos, mucho más el pequeño. Quien era inestable emocionalmente.

-De verdad siento mucho que tuvieras que llegar a este extremo.... Si tan solo me hubiera dado cuenta hace mucho, hubiera evitado esto....-Acarició el cabello rojizo del menor, sintiendo su voz quebrarse a medida que hablaba.-V-verte ahí.... H-haciéndote daño... Me hizo dar cuenta que... Que yo era el egoísta aquí.... Todas las decisiones que tomaba... No me daba cuen-enta que te hacían daño... Y.... Ay por Dios, solo perdóname, por favor....

Sollozaba silenciosamente, no quería despertar a Yun, él debía de descansar... Todo el alboroto ayer lo había dejado cansado en todos sus sentidos...

Tomó su teléfono, marcando a María. Esperó hasta que siento su voz hablar del otro lado, respiro profundo tratando de parar sus lágrimas, preparó su voz para que no saliera distorsionada.

Psicóloga María (Yun).

-¿Señor grúas? ¿Qué sucede?.

-M-maria.... Este....

-¿Sucedió algo?

Pudo sentir el tono preocupado, suspiro.

-Si....

-Puede contarme, tómese su tiempo ¿Si? Lo veo agitado.

-El tema es... Ayer Y-yun tuvo una crisis....

-¿Por qué? ¿Pasó algo que lo hizo alterar?.

-Nosotros... Nosotros tuvimos una discusión porque.... Por el tema de las pastillas.... Resulta que Yun se estaba sintiendo mal porque no las había tomado....

Sintió nuevamente su voz quebrar, se avergonzó al saber que la joven lo estaba escuchando en ese estado. Pero como era la encargada de ayudar a Yun.... Debía de saber.

-Y usted fue muy duro con el ¿No?.

-S-si... No quería hablar en ese momento por lo mismo.... Pero el insistió y por Dios, no s-sabe lo mal qu-que me estoy sintiendo.

-¿Y Yun como está?.

-Ahora está durmiendo... Tiene sus nudillos vendados y unos parches en su cabeza.... Por los golpes de ayer...

𝙵𝚊𝚟𝚘𝚛.-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora