Tres

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Eunsook


Me tiemblan las manos y todo el cuerpo en si, Namjae da palmaditas a mi cabeza mientras yo me rehúso a soltarle. Mi bebé, mi niño.

La paranoia que me tiene acorralada es increíble y Jihye aparece solo media hora después, cierra con llave y se acerca al lloroso desastre que soy.

—Namjae, ve al baño a lavarte las manos y la carita.

Él deja de abrazarme, se toca el rostro y pregunta si está sucio antes de darme un besito en la frente e irse a lavar.

—Lo vió, Jihye.

—Lo sé. — me abraza, aún los nervios a flor de piel— Pero era inevitable, cielo.

Namjae regresa, pero Jihye lo detiene.

—Te faltó la nariz, bebé.

—Pero si yo no veo nada— y se devuelve, aquello logra sacarme una pequeña risa.

Por supuesto que se podía evitar, no estaba dispuesta a que él viera a Namjae, ni en mis más locos sueños visualicé una situación parecida, jamás.

—Tal vez no se dio cuenta...

—¿Cómo no? me reconoció al instante, dijo mi nombre y es— me detengo, no sé cómo procesar todo esto— no sé qué voy a hacer.

—Bueno, ya, no lo pensemos mucho, mejor ve a trabajar, lo más seguro es que ya hayan abandonado el edificio, Namjae pudo conocer a su ídolo y esto solo quedará como un mal recuerdo.

Tocan la puerta, Namjae regresa y directamente sube a mi regazo, le abrazo fuerte y Jihye abre la puerta, me levanto con mi hijo en brazos apenas veo al representante del grupo sonreir y entrar como si nada, detrás de él está mi jefe, me quedo estática en mi lugar y Jihye parece no saber que hacer.

—Hola, es un gusto.— se acerca a nosotros, Namjae voltea a verlo y la sonrisa de este se reduce un poco— Vengo de parte del grupo, a ellos les gustaría mucho hablar con usted y con su hijo...

—Namjae— se presenta el mismo, el hombre arquea ambas cejas— Kang Namjae, ella es mi mamá, Kang Eunsook.

Arrugó el entrecejo, otra vez sentía los ojos llorosos y mis manos temblorosas, pero no había manera de que eso me hiciera soltar a Namjae.

—Ellos irán ¿verdad que si?— miré a Jihye con súplica y terror, no puedo, no— Namjae quiere ir, es una oportunidad para conocerlos.

—¿Podemos ir?— pregunta, inocente y otra vez con aquellos ojos ilusionados— Solo si quieres, no tenemos que ir.

Me duele el corazón, él no sabe que sucede, pero siente que algo me afecta y  está siendo comprensivo al respecto, miro a mi jefe y amiga, ambos asienten, presionándome, como si trataran de hacerme entender que esto tiene que pasar.

—V-Vamos.— él hombre solo asiente, comienzo a seguirlo y aprieto a Namjae contra mi— No vas a soltar a mamá— suplico en murmullos, sus bracitos rodean mi cuello con firmeza y quiero llorar, con todas mis fuerzas, él es mi soporte más grande.

—Yo te cuido, está bien.

Sollozo en mi interior, ninguno dice palabra mientras los pasillos que usualmente son largos y parecen interminables, en este momento son cortísimos y no hay demora en llegar a la zona donde están los cuartos de espera dónde los artistas descansan o se preparan antes de grabar.

Nos detenemos frente a una puerta y el corazón se me acelera, la abre y me señala para que entre, este hombre no tiene la culpa de nada pero justo ahora no puedo observar con buenos ojos a nadie, por lo que se lleva una de mis peores miradas antes de dar un paso dentro y ahí mismo, de pié en medio de la habitación está él.

Kim Namjoon.

Bajo la mirada e ignoro al resto de los miembros de su grupo quiénes igual me miran con curiosidad, agradezco que Namjae parece controlar su emoción y no me suelta, pero aparta el rostro de mi cuello y se gira un poco para poder verlos, sonríe.

Hay un silencio horrible y es que solo está el grupo y nosotros dos, entonces uno de ellos lo rompe invitando a Namjae a acercarse. Me mira.

—¿Puedo?—pregunta.

Le dejo en el suelo lentamente, acaricio su rostro y organizo sus ropas mientras el nudo en mi garganta se hace más grande, impidiéndome pronunciar palabra.

Él se voltea y camina hasta ellos, observo todo desde mi lugar, mantengo mis brazos cruzados, los dedos picandome y mi subconsciente pidiéndome que tome a mi niño y me largue de aquí en este instante.

—Hola de nuevo. — saluda uno de ellos, no sé quién es quién—No tuvimos tiempo para conversar más allí.

—No era mi intención interrumpir.— se disculpa, luego me señala— Mamá tiene que trabajar en un rato, así que creo que tampoco hablaremos mucho ahora.

Namjoon extiende sus brazos, es una petición silenciosa para que Namjae se deje cargar y por supuesto que él accede, no quiero permanecer más tiempo aquí, pero mis ojos no pueden apartarse de la imagen.

—Es muy alto.— ríe nervioso y todos le siguen— Es raro, solo mamá me carga y ella no es tan alta.

—Tienes unos hoyuelos preciosos.— le halagan— ¿De dónde los sacaste?

Suficiente. Me acerco otra vez a paso rápido con intenciones de tomarle e irnos, pero Namjoon da un paso atrás, impidiendomelo, le miro molesta.

—Tenemos que irnos. Ya pudieron saludarse y debo regresar al trabajo ¿vamos, bebé?— otro paso atrás.

—Namjae no ha terminado de contarnos varias cosas y tenemos tiempo.

—Kim Namjoon.

—Kang Eunsook.— pronuncia mi nombre en el mismo tono serio y lleno de advertencia—Tu también tienes tiempo, así que vamos a conversar.

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A Cool Dad;KNJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora