Diez

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Namjoon

—También quiero poner a mis padres al tanto de la situación.

—Quieres muchas cosas, Namjoon.

—Me conoces.

—¡Esta es la zona de comidas!— Namjae continúa con su tour, jalando de ambos por todo el sitio— Jin dice que es de los mejores lugares del edifico y me trae a comer varias veces.

Así que aquí están cada vez que Seokjin dice que se robará al niño por unos momentos.

—Bebé, creo que nunca terminaremos de ver el edificio entero y mamá tiene que irse.— la expresión de tristeza que coloca me duele hasta a mi— ¿me das un besito? te traeré pastel.

—Está bien.— se acerca apenas Eunsook se arrodilla, deja varios besos en su frente y mejillas, haciéndola reír— Diviértete mucho, yo estaré también divirtiendome, hoy es día de matemáticas.

Eunsook arruga la nariz.

—Eso no es divertido para mamá.— se levanta, me mira y suspira con resignación antes de colocarse el cubre bocas— Puedes decirle a tus padres, ya no pidas más cosas, no soy tan amable.

—Sabemos que si lo eres. Cuídate y pásala bien.

Asiente, sacude las manos despidiéndose nuevamente y cuando la perdemos de vista, Namjae estira los brazos y con ojos llenos de lágrimas me pide que lo cargue, lo hago con el malestar en mi pecho, no me gusta verlo así.

—¿Qué pasa? ¿Mm?— se abraza a mi cuello y llora libremente.

Doy la vuelta sin dejar de acariciar su espalda, esperando que las caricias lo ayuden a calmarse para que pueda decirme que sucede, cierro los ojos un momento cuando estamos en el ascensor, la cabeza me duele un poco y es que no he dormido como se debe, he tratado de adelantar todo el trabajo que pueda para así poder tener tiempo libre y pasarlo con Namjae, de manera que lo único pendiente por varios días sean las prácticas o algunas entrevistas.

Pero, estamos en épocas dónde el trabajo y los proyectos se triplican, por lo que es difícil conseguir tiempo libre, me costó mucho tener todo el día de hoy sin compromisos después del mediodía, pero vale la pena si puedo llevar a Namjae a que conozca el lugar que comparto con los chicos.

Llegamos a mi estudio dónde están sus cosas y las mías, hago una pausa antes de irnos para sentarlo en el sillón y limpiarle el rostro, sus ojos se irritan con facilidad.

—Dime que tienes.

—Es que, siempre estoy con mamá y es raro que vaya a algún lugar sin ella, aveces siento que la extraño— se sorbe la nariz— nunca lloro, pero hoy me sentí mal viéndola irse, sentí raro aquí.— señala su pecho.

—Ha de ser eso, no estás acostumbrado a estar sin ella entonces comienzas a extrañarla.

Afirma con la cabeza varias veces antes de tomar su mochila a petición mía.

—¿A dónde vamos? Tengo sueño.

La verdad, esa es una excelente noticia, porque eso significa que podremos descansar.

—Justamente a eso vamos, a mi casa y a dormir un largo rato.

<🐨>

—No puedo creer que hayas empacado tu pijama.

—Es que, no puedo dormir bien si me siento incómodo.— sus dedos batallan con los botones de su camisa, se rinde y me mira— Ayuda.

A Cool Dad;KNJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora