Veintiuno

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Namjoon

—Creo que dormiré hasta mañana entonces.— comento con los ojos aún medio cerrados— Yoongi acaba de decirme que lo dejemos para mañana y yo no voy a quejarme.

Eunsook está por responder, pero un lloroso Namjae aparece por esa puerta con el cabello revuelto, ropa desorganizada y abrazando un peluche que deja en el suelo después de que le hacemos espacio en medio de ambos, llora un rato más pegado a su madre, empuña la blusa de esta hasta calmarse, entonces gira y se adhiere a mi camiseta, recuperando el ritmo normal de su respiración.

Luego simplemente queda acostado mirando al techo, se limpia bajo los ojos.

—Soñé feo.

Namjae vuelve a acercarse a Eunsook, mirándola por unos segundos antes de que ella niegue con la cabeza y él haga berrinche, no estoy entendiendo que pasa hasta que lo veo llevar una de sus manos al pecho de Eunsook, intentando bajar la blusa.

Necesito una explicación.

—¿Qué...?

—Namjae es necio. Dejé de amamantarlo hace un año, pero sigue queriendo que le dé leche de mi seno y según él médico, no es apropiado que después de los doce meses él siga apegado a eso.— continúa quejándose— Así que tengo que negarselo todo el tiempo.

—¿Aún produces leche?— asiente.

—Sólo un poco, algunas gotas, eso también es normal según el médico, pueden pasar meses o años y aún puede salir.

Ciertamente Namjae ya está muy grande como para pegarse al pecho de su madre, quien diría que es tan necio con eso, se molesta y vuelve a mi, dándole la espalda a Eunsook, ella niega restándole importancia, diciendo que se enojará solo por unos minutos.

Pero pasan diez, veinte minutos y él sigue ignorándola.

—Namjae.— le llamo.

—Bebé, nunca te quejas tanto— blanquea los ojos, Namjae solloza otro poco más— no va a salir casi nada, te lo estoy diciendo.

Otro lloriqueo más fuerte, vaya, cada vez conozco más facetas inesperadas de este niño, resulta que también puede hacer berrinche cuando no le dan lo que quiere.

—Bien.— accede, parpadeo, eso no me lo esperé— Ven aquí, pero solo un rato y en tu vida vuelvas a hacer berrinche, porque no volverá a pasar.

Y sucede, él se despega de mí rápidamente y va con Eunsook, tira de la blusa y sostén hacia abajo y ahí se queda, lo abraza y suspira mirándome.

—Espero que sea enserio eso de que será la última vez. —le digo— No puedes ceder ante todo con él.

—No te preocupes, ya está volviendo a dormirse.

Se levanta con él en brazos, dice que irá a acostarle nuevamente y tarda varios minutos en regresar, bueno, al menos no fue la gran cosa tampoco. Vuelve a mi lado y la atraigo hacia mi, beso sus labios de manera efímera, sonríe hermosamente.

—Eunsook. Sabes que no me gusta ser intenso.

—El tema de la mudanza otra vez.

—Lo dices con un fastidio... — suspiro— Vale, lo capto, no quieres.

—No es que no quiera, es que no estoy segura.

—Pero no entiendo porque no. Quiero tenerlos cerca, no me gusta tener que ir de un lado al otro cuando pueden simplemente estar conmigo, en la casa, los tres.

—¿Y que pasa con nosotros?

—¿Qué quieres decir?—arrugo el entrecejo— Nosotros estamos bien, estamos juntos.

—¿Lo estamos? ¿De verdad estamos juntos?

Cierro los ojos.

—¿Quieres que vuelva a pedírtelo? Eunsook, puedo preguntártelo mil veces más si quieres para que estés segura de que estamos juntos. ¿Quieres estar conmigo?— empiezo.

—Namjoon-

—¿Quieres estar conmigo?

—No empieces.

—¿Quieres estar conmigo?

—¿Quieres callarte?

—No estás respondiendo ¿Quieres estar conmigo? Si o no.— resopla— responde o me voy en este instante.

—Estás actuando como un niño.

—Contaré hasta tres. Uno.

—¿Porqué eres así?

—Dos. Hablo enserio, o respondes o me voy. Dos y medio.

Gruñe molesta, se lanza a besarme y esa es la respuesta, sé que Eunsook jamás soltaría directamente un “si quiero estar contigo” porque le da vergüenza, esta es la manera más fácil de decir que si.

—Ahora cállate.

—¿Lo ves? No era tan difícil.— sigo buscando su boca, dejando besos pequeños en esta— Ahora, dime que si vendrán conmigo, no me gusta esto de aplazarlo más. Es un si o un no.

—No cambias.

—No mucho.

Mi lengua busca la suya, cierro los ojos disfrutando de que me deje besarla a mi gusto, me agradan los buenos besos, un beso no puede considerarse uno si no te quita el aliento. Aprieto su cintura y me separo después, necesito una respuesta, no distracciones.

—Bien. Hablaremos de esto con Namjae y nos vamos contigo.— sonrío, eso quería escuchar.

—Tampoco era tan difícil.

—Ya, suéltame. No pediré mis vacaciones, es más, trabajaré más horas.

—No seas así... pídelas y nos vamos con mis padres unos días.

Hace una mueca.

—Creo que mis padres siguen viviendo por esa zona. Y no soportaré esa prima tuya.

Bueno, cuando se fueron de aquí, mi manager le envió un papel dónde le aseguró que sí decía algo respecto a Namjae o mi relación, tendría que pagar una suma de dinero bastante exagerada, recibí varios mensajes y llamadas de ella, quejándose.

Pero no podría importarme menos, haré lo que sea para que esto se mantenga privado, es mi vida y no necesito opiniones sobre lo que hago con ella.

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A Cool Dad;KNJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora