¿Alexia o Alexandra? Princesa vampiro *Completada*

Capítulo 35: Final

La batalla continua, Alec sigue en su afán de llegar a ese lobo, me molesta no poder hablar con él, pero hasta que no me marque, no podré hablar con él telepáticamente, y de esta manera yo no podría entenderlo a él, solo oiría gruñidos furiosos, y a saber qué significaría cada gruñido, no soy adivina, y tampoco le he pedido un hechizo a Dorothy para poder interpretarlo.

Por suerte, esta ocasión no es como en luna de sangre, hay muchos más guerreros, y la pelea no es tan abrumante, aunque sí me sorprende que haya tantos licántropos después de la masacre que hubo en esa fiesta, debieron de morir decenas, por no decir cientos de lobos, no entiendo su estrategia, lo único que conseguirán es que los maten, bueno, que los matemos.

Me mantengo cerca de Alec en todo momento, aunque la verdad es que él no necesita mi ayuda para nada, se las arregla muy bien solo, si me apuras, hasta creo que les vence mucho más rápido que yo, y eso que se está enfrentando a su misma especie, pero parece que el odio le ha cegado por completo, y no sé muy bien qué hacer.

Por un lado quiero ayudarlo a cumplir su venganza, pues considero que en parte tiene razón, lo que hizo ese hombre fue muy bajo, además de que lo trató mal por años, y eso es lo que me tiene más cabreada; pero por otro lado, no quiero que manche sus manos de la sangre de su padre, porque por desgracia, ese hombre, biológicamente hablando, es su padre.

En otro tiempo no hubiera dudado, cuando era humana, cuando era Alexia, nunca habría considerado la muerte de nadie, me desagradaba la muerte, y me sigue desagradando, pero sin embargo lo hago, antes nunca lo hubiera hecho, ni se lo hubiera permitido a cualquier persona, por muy mala que fuera la persona a la que quisieran matar.

Pero ahora, ser vampira es diferente, ser Alexandra es diferente, es aceptar la guerra y todo lo que eso conlleva, incluido la muerte, por eso aunque no me guste, lucho y mato para proteger, no solo mi vida, sino la de todas las personas que me importan, y como futura reina, ya que la ceremonia no se llevó a cabo entera, también debo luchar por todo mi reino; por eso ya no lo veo tan mal.

Creo que empiezo a entender el motivo por el cual no puedo sacarme las palabras de James de la cabeza, no es solo el hecho de un nombre, realmente no importa si me hago llamar Alexia o Alexandra, es lo que significa cada uno de mis nombres, Alexia es humana, una humana ingenua y buena, mientras que Alexandra es una vampira, alguien con los pies en la tierra y la vista en la batalla.

-Alexandra - me llama mi hermano.

-¿Qué pasa? - le pregunto poniéndome a su lado.

-¿Te acuerdas de las prácticas de entrenamiento que teníamos?

-¿Tú que crees? - le respondo sin dejar de luchar.

-¿Y te acuerdas de cuando mandamos a todos al suelo de una sentada? - me pregunta y puedo apreciar una sonrisilla.

Sé perfectamente a lo que se refiere, hace ya más de veinte años que ocurrió eso, pero me acuerdo como si fuera ayer, James y yo creamos un movimiento conjunto que hizo que todos los guerreros, que debían ser como treinta, terminaran en el suelo en pocos segundos, ni lo vieron venir, y creo saber porqué me lo está diciendo, pretende que hagamos lo mismo, solo que en este caso matando a todos.

-Es arriesgado, pero merece la pena - le digo asintiendo.

Lo que pretendemos hacer es complicado, si no lo hacemos bien, nos exponemos a que nos maten, pero con la ropa que llevo ahora y que él se quitó la chaqueta, tal vez podamos hacerlo. Él asiente, y aprovechando que no nos ataca nadie en este momento, nos ponemos en posición para hacerlo.

Para que el movimiento funcione, tenemos que estar espalda contra espalda, no podemos separarnos en ningún momento, lo que hacemos es desplazarnos en movimientos circulares a gran velocidad con los brazos extendidos, si fueran puños, acabarían todos golpeados y lo más seguro es que ninguno siguiera en pie, pero esta vez vamos con dagas en las manos, por lo que infringiremos gran daño a quien se nos cruce.

-¿Preparada? - me pregunta.

-Preparada - digo firme.

Justo a tiempo, los licántropos empiezan a atacarnos, y nosotros empezamos a girar, pero no en el mismo lugar, eso solo conseguiría que nadie se acercara, pero no dañarles, por eso giramos mientras nos movemos, desde fuera debemos parecer una hoja cortante que va descontrolada, a la mente me viene la imagen de un par de películas.

Gracias a este movimiento conseguimos vencer a muchos licántropos en poco tiempo, lo cual deja al enemigo indefenso, son pocos los supervivientes, y todos están rodeados, así que sus destinos son, o bien acabar encerrados, eso en el mejor de los casos, o bien morir, aunque conociendo a mi padre, me inclino más por la segunda.

Un gruñido hace que gire mi cabeza como la niña del exorcista. Parece que Alec no quiere que nadie se meta en su pelea con el lobo gris, por lo que los guerreros se han apartado y no intervienen, pero sin embargo crean un círculo al rededor de ellos, círculo al cual me acerco, y no solo yo, mi padre, mi hermano e Ian también, el último afectado.

-Tienen que pararlos - nos dice Ian.

-Alec está furioso, no entrará en razones, y no seré yo quien le quite su venganza - le dice James.

Ian me mira suplicante, pero yo solo aparto la mirada y miro a Alec, en verdad me siento en un dilema, el maldito dilema de antes, qué hacer, dejarme guiar por mis sentimientos humanos, ser Alexia, o tener la sangre fría para entender que ésto debía pasar, que no está mal aunque no me guste, ser una vampira, ser Alexandra.

~¿realmente eres Alexia?, ¿o eres Alexandra?~

Ahora mismo me gustaría saberlo, me gustaría saber qué camino tomar, quién debería ser. Vuelvo a centrarme en la pelea que hay enfrente mío, Alec tiene al lobo gris contra las cuerdas, él no puede apenas tenerse en pie, tiene todo el cuerpo lastimado y su sangre baña el pelaje de ambos. Miro a mi derecha y puedo ver a Ian, el cual está desesperado sin saber qué hacer, por un lado su padre, y por el otro su hermano, y la indecisión es lo que hace que se quede quieto.

La batalla ya ha llegado a su final, el alpha ha vuelto a su forma humana, no tiene fuerzas ni para mantenerse en su forma lobuna. Alec lo va a matar, y no soy la única que se ha dado cuenta, Ian ya ha empezado a llorar previendo el resultado. No sé muy bien cómo, pero fue ahí cuando entendí todo, por lo que usé mi velocidad y me puse frente Alec antes de que lo matara.

-No - le digo firme mirándolo a los ojos, él también me mira y gruñe - entiendo tu furia, créeme que la comparto y también quiero verlo muerto, pero no de esta forma, no permitiré que seas tú quien lo mate, no dejaré que manches tus manos de la sangre de tu padre, porque aunque no te guste, la sangre dictamina que es tu padre.

Alec vuelve a su forma humana, pero conserva sus ojos negros, los cuales están fijos en el hombre detrás de mí, pero después me mira a mí y sus ojos vuelven a la normalidad, aunque su expresión sigue siendo molesta. Me acerco a él y lo abrazo, él me corresponde el abrazo y aspira con fuerza en mi hombro, luego nos separamos y ambos miramos a ese hombre.

-Llévenlo a una celda, más tarde iré a hacerle algunas preguntas - les ordeno a los guerreros.

-Sí, majestad - frunzo el ceño, aún no me han coronado, pero no digo nada y solo asiento.

-Gracias - me dice Ian aún con lágrimas en los ojos.

-No me las des, no creo que siga vivo por mucho tiempo, quiero hablar con él, aclarar algunas dudas, pero después morirá, pero no a manos de Alec - digo firme.

-Has tomado la mejor decisión - me dice Henry con una sonrisa.

-James - le llamo.

-¿Sí?

-Ya tengo la respuesta a tu pregunta.

-¿Y cuál es?

-Ambas - digo con una sonrisa - soy y seré siempre ambas, soy Alexia, y soy Alexandra, pero sobre todo y ante todo, soy princesa vampiro.

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Hola, espero que os haya gustado el final, la verdad es que me ha costado un poco escribirlo, pero estoy contenta con el resultado.

No creáis que con esto se acaba la historia, aún falta el epílogo, además de un especial por lo menos. Con un poco de suerte, aunque no prometo nada, tal vez mañana publique el epílogo.