¿Alexia o Alexandra? Princesa vampiro *Completada*

Capítulo 15

La verdad es que esta noche no pude dormir, y aunque estar con Alec me relaja y me encanta, decidí dar un paseo para ver si me entraba el sueño; pero en lugar de eso me encontré con Lucas, y juntos planeamos esta sorpresa; aunque al principio no estaba muy seguro, y sigue sin estarlo del todo.

Una vez que hemos conseguido salir del territorio, yo soy la que los guía, ya que antes era Lucas al conocer mejor los lugares donde están los guardias, pero él no sabe dónde queda el lugar al que quiero llevar a Alec, por lo que, obviamente, en esta parte del camino no puede ser él el guía.

-¿Falta mucho? - creo que esa pregunta ya me la ha hecho como veinte veces, y estoy empezando a perder la paciencia.

-¿Puedes dejar de preguntar eso cada dos minutos? - le pregunto irritada, me alegro de que Alec al estar en forma lobuna no pueda hablar.

-Si me dijeras cuánto falta, o dónde vamos, o algo, no estaría preguntando todo el rato.

-Falta poco, en cinco minutos llegamos - digo antes de que pregunte cuánto es poco.

Como había dicho, en cinco minutos llegamos a nuestro destino, cosa que agradezco, ya que un poco más, y juro que dejaba a Lucas inconsciente de un puñetazo; y eso sería un problema, ya que lo necesito para cuando volvamos al castillo no nos descubran, que si no, hace un buen rato que lo hubiera pegado.

-¿Este es el lugar? - pregunta Lucas sin poder creerselo.

-Sip - digo con una sonrisa.

-Pero si es un pueblo cutre - se queja y yo ruedo los ojos.

-Si Alexa nos ha traído aquí, será por algo - dice Alec, es un amor.

-Realmente, solo quería traer a Alec aquí, tú estás de más - digo y él se hace el ofendido.

-Eso ha dolido - dice dramatizando, a lo cual Alec y yo nos reímos.

-Anda, ve a recorrer el pueblo, o a hacer lo que quieras, yo pienso enseñarle un par de cosas a Alec.

-¿Y no puedo acompañaros? - dice en broma, yo niego divertida - de acuerdo, me daré una vuelta, nos vemos en dos horas aquí.

-Vale, nos vemos - me despido y él se va.

-¿A dónde vamos? - me pregunta Alec.

-Es una sorpresa - digo y él bufa, por lo que suelto una pequeña risita.

-Estoy empezando a detestar esa frase.

Me río un poco más y niego con la cabeza. Cojo delicadamente a Alec de la mano, y lo guío por el pueblo, está igual a como lo recuerdo, tal vez un poco más moderno, pero no mucho; por lo que en menos de diez minutos ya hemos llegado al lugar, hacía tanto tiempo que no estaba aquí.

-¿Dónde estamos? - me pregunta Alec mientras mira a todos lados.

-Ésta era mi casa, antes de ser vampira y que me encontraran mi padre y mi hermano - digo algo melancólica sin dejar de mirar la casa.

-¿Y si entramos? - me pregunta Alec con una sonrisa tierna.

-¿Y qué le diría al que abriera la puerta?, hola, ésta fue la casa en la que me crié hace 30 años, aunque no lo parezca.

-Tú siempre me dices que tengo que ser valiente, pues tú igual.

Alec afianza el agarre en mi mano y me arrastra hasta la puerta principal, toca el timbre y nos coloca frente la puerta. No puedo describir lo que siento ahora mismo, miedo, nerviosismo, pánico, y unas inmensas ganas de salir corriendo, junto con matar a Alec, que son impresionantes. Al final abren la puerta, y no puedo creer a quien veo.

-¿Alexia? - pregunta incrédulo.

-¿Bastian? - pregunto yo en shock.

-Hermana, ¿dónde has estado?, ¿cómo es que no has cambiado nada? - no me puedo creer que el dueño actual de esta casa sea Bastian, mi hermano mayor.

-Creo que se ha confundido - dice Alec - ella es Alexandra, la hija de Alexia - Bastian sigue mirándome sin creérselo, junto con una mirada de nostalgia.

-Así que tú eres mi sobrina - me dice y me sonríe - eres clavada a tu madre.

-Gracias - digo con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta.

-¿Qué pasó con ella?, ¿por qué desapareció?, ¿cómo está?

-Ella no quería desaparecer, su idea era volver lo más pronto posible, pero con el paso del tiempo todo cambió, y se quedó con mi padre, y después era tal la vergüenza que no se atrevía a volver - el maldito nudo en mi garganta no me permite hablar bien.

-Eso no hubiera importado, nuestros padres la estuvieron buscando, igual que Jacob y yo; estuvimos buscándola hasta que la policía nos dijo que a esas alturas ya estaría muerta, no te imaginas lo devastados que estábamos.

-Lo siento, yo...

-No te disculpes, no es tu culpa, ni la de Alexia, es mía, yo era el mayor, tendría que haberlo sabido, tenía que haberla protegido.

-No es tu culpa - digo con la voz rota y con las lágrimas cayendo por mis mejillas.

-¿Cómo está? - me pregunta triste.

-Muerta, murió por una enfermedad hace años.

-¿En serio? - pregunta decaído, no puedo decirle que soy yo, no podría explicarle que soy una vampira.

-Cariño, ¿por qué tardas tanto? - por la puerta aparece una mujer, calculo que un par de años más joven que mi hermano, no más.

-Mar, te presento a Alexandra, mi sobrina - dice Bastian con una sonrisa triste.

-¿Tu sobrina? - pregunta confundida.

-Hola, soy la hija de la hermana pequeña de Bastian - digo algo incómoda, y ella me mira sorprendida.

-Pasad, hablemos dentro - nos indica Bastian.

Al entrar pasamos al salón y hablamos un poco de nuestras vidas, en mi caso, mi vida la conté como si fuera la de mi madre. Al parecer, mi hermano conoció a Mar mientras todos me buscaban, se enamoraron y se casaron al poco, teniendo dos hijos, un niño y una niña, ellos ya son mayores e inclusión ya han terminado la universidad, por lo que no viven en casa.

Antes de que me diera cuenta, las dos horas que podía estar aquí se habían esfumado, es más, si no me hubiera avisado Alec, ni me habría dado cuenta que me estaba pasando de tiempo. Nos despedimos de mi hermano y su mujer, prometiéndoles que volveríamos, ya que he presentado a Alec como mi novio, y nos fuimos a reunir con Lucas.

-Ya te estabas tardando - me reprocha Lucas.

-Lo siento, es que estaba haciendo algo y no me he dado cuenta de la hora.

-Tenemos que darnos prisa, o si no, será más difícil volver sin que se den cuenta de que nos fuimos - me advierte Lucas.

-Sí - digo seria.

En el camino de regreso llevé a Alec a caballito, al principio se negaba, pero le hice ver que así iríamos más rápido, y tiempo no es algo que nos sobre, por lo que al final pude convencerlo. Al final llegamos al territorio el doble de rápido que cuando nos fuimos, por lo que pudimos entrar al castillo y hacer como que no había pasado nada, ya que Marta se quedó para cubrirnos.

-Siento que hayas estado todo el rato con mi hermano, mi idea inicial era enseñarte el pueblo y comer unos helados - digo una vez estamos en mi habitación.

-No pasa nada, me alegra haber conocido a tu hermano, he descubierto muchas cosas de ti que no sabía, estoy deseando volver a verlo, a ver si en la próxima nos encontramos con tus sobrinos - me dice sonriente.

-Yo también lo espero - digo con una sonrisa - pero este día no ha acabado, aún queda otra sorpresa por delante.

-Ay no, más sorpresas no, ya han sido suficientes por un día, dime de qué se trata.

-No, tendrás que esperar hasta la noche - digo y él bufa - pero te daré una pista, para llevar a cabo tu sorpresa, primero tendrás que conocer a alguien.