Capítulo 31

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Sé que Alec necesita respuestas acerca de lo que acaba de pasar, y se las voy a dar, tiene todo el derecho a saber lo que pasa, además, esto también le involucra, al fin y al cabo, si yo al final soy la reina, él será el rey, y aunque consorte, también tendrá sus responsabilidades, menos que las mías, pero las tendrá.

-Pregunta - le incito una vez estamos en nuestra habitación.

-¿Por qué tú?, quiero decir, sé que eres la princesa y tal, pero también sé que realmente no, no sé si me estoy explicando - dice muy nervioso.

-Sí, te entiendo, y lo sé - digo y suspiro - eso mismo le dije a mi padre, pero al parecer no hay nadie más en la línea sucesoria, ni directo ni lejano.

-¿Entonces qué va a pasar?

-Pues que tendré que ser la reina, me guste o no me guste.

-¿Y yo? - me pregunta entre nervioso y avergonzado.

-Pues mi consorte, obviamente - digo y él se pone peor.

-Estoy seguro que eso no le hará gracia al reino.

-Que se aguanten, si yo tengo que ser la reina obligada, al menos lo haré junto al hombre que amo, no faltaba más.

-¿Me amas? - me pregunta con un brillo en los ojos.

-¿No es obvio? - digo negando con la cabeza y con una gran sonrisa.

Él se acerca aún más a mí, me rodea con sus brazos, yo le rodeo el cuello, nos miramos a los ojos, y al final nos fundimos en un beso, un beso lento pero pasional, cargado con todo lo que sentimos el uno por el otro, diciendo sin palabras lo mucho que nos amamos, lo mucho que nos necesitamos, que siempre estaremos el uno para el otro sin importar en qué.

-Alexandra, tu padre quiere verte en la sala de reuniones.

¿En serio?, hace a saber cuánto que no veo a Marta y tiene que aparecer justo ahora para arruinar mi beso con Alec. Nos separamos a regañadientes, o al menos yo, que estoy considerablemente molesta por la interrupción, me giro y la miro con enfado, ella por su parte parece avergonzada y apenada por habernos interrumpido, pero eso no quita que esté molesta.

-Ve, no te preocupes - me dice Alec con una sonrisa y las mejillas rojas.

-Ésto no se queda así - le digo al oído, lo cual le produce un escalofrío y yo sonrío.

-Lo siento, lo siento - se disculpa Marta cuando ya he salido de la habitación.

-No pasa nada - digo intentando quitar la expresión de molestia de mi cara - voy a ver qué quiere mi padre.

Espero que sea algo importante, si no, me voy a cabrear con él, porque Marta no tiene la culpa, ella solo hacía lo que le habían mandado, es decir, avisarme, soy consciente también de que mi padre no sabe que en ese momento nos estábamos besando, pero aún así, me molestaré como me ha llamado por una tontería.

Ahora que lo pienso, Marta me ha dicho que vaya a la sala de reuniones, normalmente cuando mi padre quiere hablar contigo lo hace en su despacho, yo nunca he entrado a esa sala, ¿para qué me querrá allí?, ¿hoy empiezan mis lecciones para ser reina y me quiere enseñar algo allí? No, no creo, me habría avisado de ser así, o tal vez no, mejor espero a ver qué quiere.

-Adelante - escucho a mi padre decir después de tocar la puerta.

Entro y menuda sorpresa que me llevo, todos los del consejo están aquí, o eso creo, realmente nunca me he relacionado con ellos, pero dado que todas las sillas están ocupadas, es lo más seguro. Me fijo un poco mejor y me doy cuenta que mi hermano está junto a nuestro padre, no sé si el hecho de que él esté aquí me transmite tranquilidad o me confunde todavía más, creo que ambas.

-Alexandra acércate por favor - lo hago intentando parecer tranquila y segura, aunque la realidad es otra - ésta es mi hija Alexandra, ella será quién ocupe el lugar de mi hijo James como futura reina.

Mi padre se muestra serio e impasible ante lo dicho, James me sonríe para intentar darme ánimos, en cuanto a los miembros del consejo, dejémoslo en que no les hace ni pizca de gracia, todos están sumamente serios y muchos con el ceño fruncido a más no poder, si siguen así, se quedarán unicejos, aunque no parece importarles, por mi parte, sigo igual que al principio.

-Es una mujer - dice uno de los que parecen más molestos, ¿en serio?, ¿ese es el problema?

-Trogloditas - digo entre dientes.

-Eso es irrelevante - dice mi padre - no sería la primera vez que una mujer sube al trono.

-Ya, pero esas mujeres habían sido entrenadas y enseñadas desde su nacimiento, además de estar casadas con su tua candente para que la ayudase - dice otro hombre, si al final soy reina, me aseguraré de que haya mujeres en el consejo, no puede ser que todos sean hombres.

-Disculpad - digo ya cansada de que me ignoren - pero gran parte de los conocimientos necesarios para ser reina los tengo dados y me los sé de memoria, además de ser la vampira más fuerte, rápida y ágil del reino, ni siquiera mi hermano James puede conmigo si me pongo seria, por no hablar de que ya tengo a mi tua candente y hemos hecho la promesa, solo nos falta casarnos.

-Es cierto - asegura James sonriéndome.

-Ya, esa es otra, tu tua candente es un licántropo - dice el primer hombre.

-¿Y?

-Lo más seguro es que no podrás tener descendencia con él.

-No tiene porqué, hay más probabilidades de que sí podamos, tanto los vampiros como los licántropos fuimos creados por la Diosa Luna, y fue ella quién nos unió, no tendría mucho sentido que ahora no pudiéramos tener hijos - el tipo ese iba a protestar, pero mi padre habló.

-No hay nadie más en la línea sucesoria, y eso todos lo sabemos, además, mi decisión está tomada, esta reunión era solo para informarles.

Muchos se van de la sala hechos una furia, otros por el contrario se despiden de mi padre y se retiran educadamente y sin montar escándalo. Al final la sala se queda casi vacía, quedando únicamente mi padre, mi hermano y yo, no estoy muy segura de si esto fue una buena idea.

-¿Qué vamos a hacer?, sabes tan bien como yo que muchos intentarán hacer algo para evitar la ascensión de mi hermana - dice James serio a mi padre, ¿qué pasa?, ¿estoy pintada o qué?

-Lo mejor es no darles tiempo a que puedan hacer algo - le dice mi padre serio a James.

-Hola, estoy aquí, no me ignoren - digo con voz cantarina.

-¿Qué tienes pensado? - ¿en serio me van a ignorar?

-Hacerlo antes de que ellos lo puedan impedir.

-¿No estarás hablando de...? - pregunta James y nuestro padre asiente.

Me estoy perdiendo completamente, se supone que es mi vida, y ahora parece que tengo menos opinión que nunca, a ver, que estoy aquí y están decidiendo mi futuro sin ni siquiera consultarme, me da igual que sean mi padre y mi hermano mayor, ya bastantes cosas me han impuesto para que añadan otra a la lista.

-¿Hacer qué? - pregunto cabreada de que me ignoren olímpicamente.

Ellos se siguen mirando fijamente a los ojos con los semblantes muy serios, como si estuvieran hablándose mentalmente sobre si decirme o no, pero la verdad es que mi paciencia está llegando a su límite, los quiero, pero como no me digan en este momento lo que está pasando, juro que les voy a dar un golpe a cada uno.

-¿Me vais a responder de una vez? - pregunto perdiendo la paciencia por completo y prácticamente gritando.

-En un par de semanas te casarás con Alec y tomarás tu lugar en el trono como la futura reina - me dice mi padre.

-¿Qué?

¿Alexia o Alexandra?  Princesa vampiro *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora