Capítulo 3

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Creo que nunca había ido tan rápido, casi no me choco dos veces por la velocidad y no estar concentrada, además de que he perdido mis galletas en algún punto del camino, pero no me importa. El olor viene de la entrada, y al llegar me encuentro con mi padre y unos guerreros llevando a unos licántropos encadenados, la escena no me gusta nada, por lo que me concentro en buscar al portador de ese delicioso olor.

Mis ojos conectan con los suyos, son de un azul claro, casi transparentes, como un río en calma, pelo negro, piel algo morena, alto, guapísimo, ¡ME ENCANTA!, él me mira entre sorprendido, confundido y feliz, y lo último me hace sonreír, por fin lo encontré. Me doy cuenta que es licántropo, su olor lo delata, pero no me importa, por eso, literalmente, me abalanzo sobre él, tirándolo al suelo.

-MÍO - digo alto y claro con la cabeza en el cuello de mi pareja, huele delicioso.

-Estrellita - me llama mi padre, pero yo lo ignoro, estoy muy concentrada en disfrutar el olor de mi tua candente.

Alguien intenta separarme de mi tua candente, y yo como la buena princesa que soy, sin soltar a mi pareja ni despegar mi cabeza de su cuello, le pego una patada que lo hace volar, ¿qué cómo sé que lo mandé a volar?, sencillo, a los segundos oigo su cuerpo chocar contra la pared, solo espero que no fuera mi padre.

-Hija - me vuelve a llamar mi padre, por lo que sé que no fue a él a quien patee, pero sé que está serio porque ya no me dice estrellita - suelta al licántropo por favor - despego mi cabeza del cuello de mi pareja y veo a mi padre, pero sin soltar a mi destinado.

-Es mío - le digo a mi padre seria.

-Es un licántropo - me dice con clara molestia.

-Me da igual - le digo apretando mi agarre en mi tua candente, pero sin lastimarlo, o eso espero.

-Hija, será mejor que hablemos - bufo, tiene razón, aunque no me guste.

-De acuerdo - me sonríe - pero primero me llevo a mi pareja a mi cuarto.

Antes de que mi padre pueda protestar, cargo a mi tua candente y lo llevo a mi habitación a velocidad vampírica. Al entrar me encuentro con Marta que me mira extrañada, imagino que por verme con un chico en brazos, y además licántropo.

-Te lo encargo Marta, tengo que hablar con mi padre, él es mi tua candente, ¿te importaría quitarle las cadenas mientras estoy fuera?, solo serán unos minutos.

-Claro, como digas Alexandra.

-Gracias, más tarde hablamos de cómo te fue con tus padres - la digo y voy al despacho de mi padre - rápido que quiero volver con él cuando antes.

-Hija, no puedes tener una pareja, y mucho menos licántropo - me dice serio y molesto.

-Me da igual que no te guste, no pienso rechazarlo - le digo seria y furiosa.

-Mi hermanita no puede tener a un pulgoso como pareja - dice James mientras entra al despacho cabreado - ni siquiera puede tener pareja.

-¿En serio pensaban que yo me quedaría soltera de por vida? - ambos asienten y yo ruedo los ojos - pues pensaban muy mal.

-Estrellita, tu hermano y yo solo queremos lo mejor para ti.

-Papá, él es mi destinado, la Diosa Luna no me mandaría a alguien que no sea para mí - los dos me miran con recelo, bufo, tendré que pasar al plan B - quedamos en que volvería a clase con la señora Banfort si me dabas un licántropo como mascota, cambio eso por el que aceptes a mi tua candente.

-Contra oferta - dice mi padre - aceptaré a ese licántropo como tu mascota, pero no como tu pareja.

-¡¿ESTÁS LOCO?!, es mi tua candente, ¿cómo se te ocurre?, él no puede ser mi mascota - me quejo.

-Es eso, o lo encierro en los calabozos - me amenaza mi padre, a lo cual me cabreo.

-Haces eso y vete olvidándote que tienes una hija, me escaparé con mi pareja y nunca más volverás a verme - lo amenazo muy furiosa.

-No lo harías.

-Claro que sí - lo miro fijamente y él se da cuenta de que no miento, por lo que pone cara de angustia.

-¿Por qué quieres estar con ese chucho? - me pregunta mi hermano - recuerda que fueron los licántropos quienes te mataron, a ti y a mamá.

-Lo sé, pero no me importa, él es mi destinado, y ambos sabemos que solo podré ser totalmente feliz con él.

-¿Qué tal esto? - dice papá - por ahora el licántropo será tu mascota - lo fulmino con la mirada - solo será por ahora, veremos cómo se comporta, y si al final vemos que ese chico es al menos mínimamente digno de ti, no pondré objeciones a que sea tu pareja.

-No es que me agrade mucho, pero creo que es lo mejor - digo en un suspiro, sé que esto es a lo máximo que puedo aspirar con ellos.

-Y volverás a clases con la señora Banfort - dice mi padre, a lo cual hago una mueca.

-O - dice mi hermano - puedes ayudarme con los preparativos de la fiesta de luna de sangre, como sabes, no quedan ni tres meses, hay que empezar con los preparativos.

-Me quedo con eso - digo con alegría, mi padre resopla.

-Vale, pero cuando pase la fiesta vuelves a clase.

-De acuerdo.

Doy un beso a papá, otro a mi hermano, y le susurro un gracias y eres el mejor, él me sonríe y me voy corriendo del despacho de papá a mi habitación. Se me había olvidado que este año había luna de sangre, es una festividad muy importante para los vampiros, esa noche la luna se vuelve completamente roja, de ahí el nombre.

La importancia que tiene es que durante esa noche, se pueden crear lazos irrompibles, ya sean una alianza, una amistad, una relación, cualquier cosa, pues bajo la luna de sangre, cualquier promesa o acuerdo queda sellado por magia, nada ni nadie puede romper lo creado en luna de sangre.

Me alegra saber que tendré a mi destinado esa noche, si dos personas se juran amor eterno bajo la luna, su amor será verdadero hasta que la muerte los separe, como papá y mamá, ellos se juraron amor eterno en luna de sangre, y se amaron hasta que mamá murió, es más, papá la sigue amando a pesar de todo, y estoy segura que mi madre, esté dónde esté, también lo ama.

-Ya estoy aquí - digo al entrar a mi habitación.

-Y yo ya he quitado las cadenas a tu tua candente - dice Marta - será mejor que me vaya para que puedas hablar con él tranquilamente.

-Gracias, luego hablamos - Marta asiente y se va - ¿cómo te encuentras? - le pregunto, e inmediatamente me dan ganas de darme una bofetada, que pregunta más tonta.

-Estoy bien - dice en un susurro, yo me acerco y lo abrazo, él se tensa un poco.

-Tranquilo, no permitiré que te pase algo - le digo suavemente al oído, él se relaja un poco y me corresponde el abrazo un poco inquieto, lo cual me hace sonreír - ¿cómo te llamas?

-Alec, ¿y tú? - me debato qué nombre decirle, si mi nombre humano o mi nombre vampírico, pero al final respondo con el que todos me conocen.

-Alexandra.

-Bonito nombre - susurra muy suave, pero lo llego a escuchar.

-Tu nombre también es bonito - le digo, me separo un poco para verlo, Alec está sonrojado, ¡qué mono! - creo que es mejor que duermas un poco, mañana hablamos.

-Sí, será lo mejor, ¿dónde voy a dormir?

-Aquí - se pone aún más rojo e intenta decir algo, pero lo corto - no hay problema, creo que esta noche no voy a dormir, tengo muchas cosas que hacer.

-¿Segura? - me pregunta apenado, imagino que por la idea de ocupar mi cama.

-Sí, no te preocupes.

No muy seguro, se tumba en la cama, yo lo arropo y le doy un beso en la frente, lo cual le pone nervioso, pero enseguida se queda dormido, le doy una última mirada, y salgo de la habitación sin hacer ruido.

¿Alexia o Alexandra?  Princesa vampiro *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora