¿Alexia o Alexandra? Princesa vampiro *Completada*

Especial James e Ian

Pov. James

Esto de vivir en una manada siendo vampiro, digamos que es raro, aunque nadie me trata mal o me molesta, estar rodeado de licántropos no es precisamente muy agradable, soy consciente de que solo me aceptan porque soy el mate del alpha, se les nota bastante su incomodidad conmigo.

Ian es un gran alpha, no solo consiguió mediar entre su especie y la mía, sino que también ha conseguido que la manada vuelva a estar a como estaba antes del cambio de actitud de su padre, lo cual muchos agradecen, aunque hay algún que otro interesado que prefería como era la manada antes, es por eso que ha tenido que cambiar de beta y delta, ya que ellos abusaban mucho de su poder y no hacían caso a Ian.

Nuestra relación era bastante buena, pero desde la muerte de su padre hace una semana, digamos que las cosas no han ido muy bien, no sé lo que le habrá dicho ese tipo, pero desde entonces se la pasa todo el día triste y deprimido, apenas consigo que sonría un poco, lo cual me tiene preocupado, y no solo a mí, toda la manada lo está, aunque él siga dirigiendo igual la manada, todos lo notamos.

-Ian, es la hora de la comida - le aviso entrando al despacho.

-No tengo hambre.

Suspiro pesadamente, esa es otra, tampoco come mucho, y siempre que lo hace es porque le obligo, ya no sé qué hacer, he intentado hablar con él, le he pedido ayuda a la bruja de la manada, he pedido consejo a mi hermana y a Alec, incluso se lo pedí a mi padre, el cual está de vacaciones y quise molestarle, pero nada funcionó, él sigue igual, o incluso peor, y me siento un inútil por no poder ayudar a mi pareja.

-Ian, por favor, necesitas comer, cada día estás peor, no quiero que te pase nada malo.

Él no dice nada, solo agacha la cabeza, me acerco a él lentamente, y cuando estoy a su lado me doy cuenta que está llorando en silencio. No lo dudo y lo abrazo con fuerza, me duele que esté así, no se merece lo que está pasando, él sabe tan bien como yo todo lo malo que ha hecho, pero eso no cambia que era su padre, y por eso está así, me gustaría poder hacer algo para aliviar su dolor.

-Tranquilo, todo estará bien.

Ian sigue llorando en mis brazos, cada lágrima que suelta es como una daga a mi corazón, verlo así es horrible, él, que siempre me regalaba una sonrisa cuando me encontraba molesto o triste por estar lejos de mi hermanita, me resulta tan duro y doloroso que esté así, triste, deprimido, roto.

-Ian, por favor, dime qué puedo hacer para hacerte sentir mejor, no aguanto más verte así.

-Lo siento, es que no puedo olvidar ese día, lo siento - me dice con voz quebrada.

-No es tu culpa, pero dime, ¿qué fue lo que te puso así?, ¿su muerte? - él niega con la cabeza.

-Eso ya lo tenía asumido, lo que afectó fueron sus palabras, y el no poder convencer a mi hermano de hablar con él - abro los ojos con asombro, llevo toda la semana intentando que él me lo contara sin resultados, pero ahora parece que quiere hablar.

-¿Qué fue lo que te dijo? - le pregunto suave.

-Que lo sentía, que entendía mi enfado y el odio de mi hermano, que lo único que quería antes de morir era poder hablar con él y pedirle perdón, él ya tenía asumido que moriría, solo quería disculparse con Alec, pero él no quiso ir a verlo.

-No fue tu culpa, Alec le odiaba a muerte, y con razón, es normal que no quisiera hablar con él.

-Debí convencerlo, ambos lo merecían - dice roto, y es algo que detesto, pero al menos ahora sé cómo ayudarlo.

-Vamos al comedor, necesitas comer.

Un poco a rastras, lo llevo al comedor para que coma algo, mientras que en mi cabeza ideo la forma de arreglar todo ésto, que, básicamente, consiste en convencer a Alec que le mienta y le diga que habló con su padre y aceptó sus disculpas, y si no funciona, hablar con mi hermana para que sea ella en lo convenza, a ella le hará más caso.