Capítulo 29

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Al terminar de hablar con mi hermano, salimos de su despacho hacia el de nuestro padre, la verdad es que no tengo ni idea de lo que tiene que hablar con nosotros, pero algo me dice que James tiene una ligera sospecha, lo cual me tiene más confusa y con más curiosidad, creo que me perdí de bastantes cosas mientras estaba inconsciente.

-Adelante - dice nuestro padre cuando James llama a la puerta - veo que ya estáis aquí, creo que cuanto antes empecemos mejor.

-¿De qué se trata lo que quieres decirnos? - pregunto curiosa.

-Como ya sabes, el tua candente de tu hermano es un licántropo - dice y yo resoplo.

-No me digas que vas a tener el mismo problema de Alec con Ian - digo molesta.

-No lo digo por el hecho de que sea licántropo, sino por el hecho de que es chico, por lo que no podrá tener descendencia, y eso le incapacita para ser el futuro rey.

Mierda, no me acordaba de eso, el monarca tiene que tener hijos sí o sí, es una ley impuesta, si por alguna razón no puede cumplir esa función, ya sea como en el caso de mi hermano que su pareja destinada es un chico, que él no pueda tener descendencia por lo que sea, o que su pareja destinada sea quien no pueda, se le releva del cargo, o en este caso, se le elimina de la línea sucesoria.

-¿Entonces qué hacemos?, no hay nadie más en la línea sucesoria - digo preocupada, y ellos me miran - no, no y no, los tres sabemos que realmente no soy Alexandra, solo soy su reencarnación.

-Es lo mismo, ante el consejo tú eres mi hija, sangre de mi sangre, eso ya te hace candidata a la línea de sucesión.

-Pero no lo soy, no soy de tu sangre, tú me convertiste, pero hasta ahí, realmente no llevamos la misma sangre.

Sé que le estoy haciendo daño con mis palabras, pero es que no estoy diciendo ninguna mentira, en otra vida sí fui su hija, sangre de su sangre como él dice, pero ahora no lo soy, no soy Alexandra, soy Alexia, una humana convertida en vampira, en ambos casos me ha tocado ser princesa, pero en uno por nacimiento, y en otro por mi vida pasada, no por mí.

-Soy Alexia, ¿acaso no lo veis? - le digo a ambos.

-¿Estás segura de eso? - me pregunta James, iba a responder pero me corta - puede que vivieras como Alexia tus primeros años de vida, y puede que así sea tu origen en esta vida, pero también date cuenta que todo lo que haces y dices, es lo mismo que Alexandra hacía, tanto en aspecto como comportamiento eres la misma, así que, ¿realmente eres Alexia?, ¿o eres Alexandra?

Me quedo callada, no encuentro pega a su lógica, lo cual me pone en un compromiso, ya que ahora no estoy tan segura de saber quién soy, y eso me frustra, siempre he creído saber quién era, a pesar de ser una reencarnación, siempre me he considerado Alexia, aunque hace tiempo que me adapté a que todos me creyeran Alexandra, no me molestaba, pero ahora... digamos que estoy confundida.

-Eso no influye en los hechos - dice nuestro padre, que esa es otra, a Henry lo considero como mi propio padre - James no puede ser rey, lo cual te deja a ti como la única persona que puede ascender al trono.

-¿Y si yo me negase? - ya bastantes normas, clases y demás tengo siendo princesa como para ahora añadirle heredera a mi título.

-No puedes negarte, una vez el consejo se entere de la pareja de tu hermano, te obligarán a ti a asumir su papel.

-Ésto es injusto - me quejo.

-La vida no es justa - dice James, y en este momento me gustaría arrancarle la cabeza - no me mires así, es la verdad.

-Estrellita, sé que para ti debe ser duro, pero ten en cuenta que no hay otra solución, no hay nadie más en la línea sucesoria, ni directa, ni lejana.

-¿En serio?, ¿ni siquiera un familiar lejano? - pregunto sin creérmelo, y él niega con la cabeza.

-Mira el lado positivo, no tendrás que volver a las clases de la señora Banfort, al futuro rey, o en tu caso, a la futura reina, quien le da clases es el actual rey - dice James sonriente.

-Bueno, al menos hay algo bueno de todo ésto - me libraré por fin de esa señora, no sabéis la alegría que me da.

-No entiendo cuál es tu problema con la señora Banfort - dice mi padre suspirando.

-Que parece más bruja que vampira, es horrible - le digo con una mueca.

-Siempre exagerando - me dice.

-No, no exagero, el problema es que tú nunca me crees, si hasta James lo ha visto - digo molesta.

-¿Es eso cierto? - le pregunta a James.

-Sí, y yo tampoco entiendo cómo es que no te has dado cuenta - responde serio.

Le cuento un poco por encima todo lo malo que ha hecho esa señora, porque si le dijera todo lo que ha hecho, me tiraría un año hablando por lo menos, son muchas cosas, aunque muchas son repetidas la verdad, principalmente le encantaba insultarme, menospreciarme, humillarme, hacerme sentir inferior, entre otras cosas, por eso odiaba y sigo odiando a esa mujer y sus clases, por suerte nunca le hice caso ni permití que menguara mi moral.

Con cada cosa que le cuento a mi padre, más sorprendido y furioso se pone, y no solo él, mi hermano está igual, él solo sabía algunas de las cosas que esa mujer me hizo, bien porque en su día se lo comenté o porque él lo vio con sus propios ojos, la cuestión es que él no sabía ni una cuarta parte de lo que realmente había hecho esa señora, y ahora ambos estaban que echaban humo por las orejas.

-¿Por qué no me lo dijiste? - me pregunta furioso al terminar de contarle todo.

-Te lo intenté contar en más de una ocasión, pero siempre me decías que exageraba y que ella no podía haber hecho eso, sencillamente me harté de que siempre me dijeras lo mismo y me callé.

-Debistes escucharla - le dice James a nuestro padre con los ojos rojos y los colmillos salidos, clara señal de que estaba enfadado - y yo debí haberla arrancado la cabeza el primer día que vi su menosprecio ante ti.

-Ya ni al caso viene, me conformo con no volverla a ver en lo que me resta de existencia - digo despreocupada.

-¿Te das cuenta que lo que te ha hecho es un delito muy grave? - me pregunta Henry con la misma apariencia de James - el castigo por eso es la muerte o el destierro - me encojo de hombros.

-Claro que lo sé, me conozco todas las leyes, tradiciones, costumbres, protocolos de conducta y de indumentaria, me sé de memoria absolutamente todo, te recuerdo que he estado encerrada aquí por más de 30 años, y me única ocupación era leer y estudiar, hace tiempo que te dije que no necesitaba las clases, y hace mucho más que te dije de su infracción.

Me molesta enormemente que se enfade conmigo por no contarle y estar tan pasiva cuando en realidad yo ya se lo intenté decir hace mucho tiempo, una de las cosas que primero memoricé fueron las leyes, no creía que lo que estaba haciendo esa mujer fuera legal, y efectivamente, estaba quebrantando una de las leyes principales, respetar a cualquier miembro de la familia real, claramente ella no lo cumplía.

Al acabar de decir esas palabras, Henry se muestra culpable, entiende que en realidad no es mi culpa, sino suya, aunque la verdad es que tampoco es su culpa, es de Banfort, si ella no hubiera sido así conmigo, esta discusión no se estaría dando, odio a esa señora como nunca he odiado a nadie en mi vida.

Cuando estaba por decirme algo, imagino que una disculpa por su actitud ante mi problema con Banfort, se empezaron a oír muchos ruidos en la planta baja, principalmente de cosas rotas y algún que otro gruñido, extrañados, y en mi caso también asustada por lo que le podría estar pasando a Alec, los tres nos dirigimos hacia abajo lo más rápido posible.

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Hola, espero que os haya gustado el capítulo, se podría decir que ya estamos en recta final, quedan pocos capítulos para acabar la historia, o al menos esa es mi idea.

¿Qué opináis sobre el hecho de que ahora ella tenga que ser la reina?, ¿qué pueden ser los ruidos que escucharon en la planta baja?, pero la pregunta más importante, ¿odian a Banfort tanto como Alexa y yo?

¿Alexia o Alexandra?  Princesa vampiro *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora