CAPÍTULO 11 "NO LO LOGRÓ"

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Escuchar eso me impacto y quedé en shock y me sentía impotente. Pues no tendría el valor de elegir y Fernando tampoco.

Me acerque a Fernando y lo mire a los ojos.

-Debemos pensar en que hacer. -Dije en voz baja.

-No puedo dejar que una de ellas muera. -Protestó.

-Yo opino que salven a la bebé. -Dijo Verónica interrumpiendo.

A su comentario todos la miramos de mala manera y ella solo se decidió a alzar una ceja.

-Digo. Ella ya vivió y no es justo que le quiten la oportunidad de vivir a un bebé. Además Carmina fue la tonta que se cayó y no es justo que por sus torpesas muera su hija...

No la deje continuar. Me le acerque y le di una bofetada. Me miró enojada y desafiante a la vez.

-Tú no tienes voto. ¡Así que te pido que te calles!. -Exclame enojada.

-Maribel ya. Calmate. Debemos tomar una decisión. -Dijo Horacio tomándome de los hombros.

-Doctor, por favor. Haga lo que sea. Pero salve a mi novia y a mi hija. -Suplico Fernando.

-Haremos todo lo que este en nuestras manos. Por el momento acompañeme a la sala de partos. -Le dijo el doctor a Fernando.

Fernando se fue con él sin decir nada más. Y nosotros nos quedamos en la sala de espera.

Narra Fernando
Estaba en una habitación llena de doctores. Y Carmina acostada  luchando por su vida.
Me dolía verla así y no sabía que hacer. Lo único que podía hacer era tomarla de la mano y darle apoyo y animos.

-Cuando te vi en el patio de la universidad supe que ibas a ser la mujer de mi vida. Y no me rendí hasta conseguir que fueras mi novia. Ahora que te tengo conmigo, no quiero que te vayas. -Dije en el oído de Carmina en susurro.

Deje de hablar pues escuche a mi hija llorar.
El doctor me la mostró y se la llevaron.
De inmediato vi como Carmina abrió los ojos y la maquina que tomaba su pulso se aceleró.

-Fernando. -Dijo con la voz cortada.

-Aquí estoy mi amor. -Me acerque a ella.

-Cuida a nuestra niña. -Dijo con complicaciones.

-Cuidaremos a nuestra hija. Por favor curate. -Dije con más lágrimas en los ojos.

-No me queda mucho tiempo. Cuidala de Verónica... Te amo.

Despues de decir eso la maquina emitió un sonido que no me gustó nada, y Carmina ya no respondía. El doctor se acercó y tomó su pulso y los demás comenzaron a apresurarse haciendo cosas que no tuve idea para que hacían.
Una enfermera me sacó de la sala y asustado me quedé parado afuera pegado a la puerta.
Me dispuse a ir a la sala de espera con los demás. Me vieron y se acercaron a mí alterados.

-¿Qué pasó Fernando?. -Preguntó Dolores.

-Dio a luz. -Respondí en voz baja.

-¿Y?. -Pregunto Maribel desesperada.

Estuve a punto de responder, cuando llegó el doctor y no con una buena cara.

Todos nos acercamos al doctor y esperamos que hablara.

-Temo informarles que la señorita no lo logró. Acaba de fallecer.

Esas palabras me hicieron quebrar de inmediato. De la nada el silencio de la sala se convirtió en lamentos y llanto.
Dolores se sentó, tapó su rostro y lloro desenfrenada. Verónica no se veía tan sorprendida ni triste y Maribel no pudo con la noticia y se puso blanca y en un momento indeciso se desmayo pero logre tomarla en mis brazos.
De inmediato los paramedicos se acercaron y revisaron a Maribel.

Narra Verónica
Fui a una sala donde estaba el cuerpo de Carmina. Lo mire y se veía tan mal. Demacrada, color blanco y con las cicatrices demasiado marcadas.
Me acerque a su oído y susurre.

-Gracias por dejarme el camino libre hermanita.

Acaricie su cabeza mientras le decía algunas palabras.

-Ay. Tú siempre tan linda. Eras la que más recibía atenciones, por tu inseguridad. Y me estorbaste en todos mis planes. Tú y Maribel. Pero ahora ya no me vas a estorbar y me encargaré de ser feliz con Fernando. Y tal vez quite a tu hija del camino.

Sonreí. Le tape la cara con la sabana y salí del cuarto.

TRIPLETS FOR YOUR LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora