TRIPLETS FOR YOUR LOVE

CAPÍTULO 23 "JAMÁS TENDRÁS MI CARIÑO"

Me separé de Grace y ella salió de mi cuarto enojada.

Narra Maribel
Me quedé en la sala con Fernando. Me ayudó a arreglar mi cabello.

-Sabes, no es necesario que me ayudes en algo tan simple como arreglar mi cabello. -Bufe.

-Sabes que yo te ayudo en todo, hasta en arreglar cada uno de tus cabellos. -Puso un mechón de cabello detrás de mi oreja.

-Eres adorable. -Sonreí.

Fernando se acercó a mí y acarició mi mejilla. Estuvo a punto de besarme pero Grace se acercó a nosotros molesta.

-¡¿Solo a eso veniste?!. -Preguntó entre lágrimas y furiosa.

Fernando y yo nos pusimos de pie y la miramos confundidos.

-¡Has arruinar mi familia!. -Grito.

-Grace, por favor... -Hable tratando de calmarla.

-Callate. Tu jamas lograrás tener mi cariño. -Dijo llorando.

-¡Grace!. -Exclamó Fernando.

Grace no hizo ni dijo más y se fue.
Me volví a sentar y puse mis manos en mis oídos.

-No le hagas caso. -Dijo Fernando tratando de consolarme.

-Dice la verdad. Solo le traje malas vibras a Grace. -Dije triste. -Sabés. No debemos hablar ni nada.

Me puse de pie y subí rápido las escaleras y entre a mi cuarto.
Me recosté en mi cama y comencé a llorar y a los pocos segundos recibí un mensaje de Erick que decía: "Hola pequeña. Se que no hemos hablado mucho desde tu regreso. Pero debemos hablar muy seriamente sobre un tema que no puedo tratar por mensaje. Te veo mañana a medio día en mi casa, te mando un abrazo. Erick".

Leí el mensaje y dejé mi celular debajo de mi almohada. Seguí llorando y lamentandome hasta que me decidí a ponerme de pie y irme a la ducha.
Me quite la ropa y me metí a la ducha, me deje remojar por el agua caliente y me relaje.

-No voy a volver a sentirme así por Verónica, ni por Fernando, ni por nadie más. -Dije mientras lavaba mi cabello.

Narra Erick
Estaba nervioso por la visita de Fernando y Maribel. Debía decir ya la verdad y desenmascarar a Verónica.

-Ya me voy cielo. - Dijo Nina apresurada.

-Si. -Me puse de pie y me acerque a ella. -Que te vaya bien mi amor.

Le di un beso en los labios y me sentía raro pues tenía un mal presentimiento.

-Sabes que te amo. -Susurro.

Me acerque aún más y la abrace con fuerza. Ella me abrazo y puso su cabeza en mi pecho y acarició mi espalda.

-Bueno, me voy. Porque ya el sábado nos vamos a México. -Dijo feliz.

-Si. Te veo en la tarde.

Le di un último beso y se fue. Me senté en el sofa y mire el mueble de al lado y fui a el. Lo abrí y saqué un arma que teníamos ahí por seguridad.

-Debo estar preparado. No se que vaya a pasar.

Puse el arma sobre el mueble y me iba a sentar de nuevo pero tocaron la puerta. Fui a abrir y era Verónica. Entró de inmediato y me enojo el verla que quise golpearla y sacarla de mi casa.

-Hola. -Sonrió.

-Largate dé aquí. -Dije señalando la puerta.

-Ay por favor. Ya no te enojes porque te he mandado al demonio. Yo se que a veces me necesitas en tu cama.

-No. -Exclame mirandola a los ojos. -No.

-Ay vamos eres tan débil. -Me miró fijamente.

-Lo de nosotros fue un error...

-Uno que volverías a cometer ¿No?.

Se acercó a mí y la empuje. Se enojo y me dio una bofetada.

-Ya me artaste. Tampoco te voy a rogar.

-Esta es la última vez que me vuelves a ver. -Dije en voz baja. -Porque después de hoy dudo que puedas seguir como si nada por las calles. Viviendo con el odio de Maribel y sobre todo el de Fernando.

-¿De qué hablas?. -Preguntó molesta.

-De qué ya sé todo. -La mire a los ojos. -De cómo fuiste capaz de matar a tus papás y a Carmina.

-Mis papás se accidentaron...

-¡Tú los mataste!. -Grite furioso.

Tomé a Verónica del cuello, la pegue a la pared y la comencé a asfixiar.

-Mi... Mi... Mientes. -Dijo con esfuerzos.

-Eres un asco de persona. -La mire a los ojos.

Seguí asfixiandola, hasta que Verónica me pego un golpe con la rodilla en el entre pierna. La solté y puse mis manos en mi entre pierna. Pero la vi que intento huir y la tomé de las piernas y la tumbe en el piso.