Jean se dejó caer en el sofá, cubrió su rostro con ambas manos mientras reflexionaba sobre el terrible error que había cometido.
──No responde...
Phichit continuó insistiendo pero la llamada era enviada directamente al buzón. Él había llegado hace media hora, poco después de que se hubiera marchado Yuuri.
──¿Por qué no lo detuviste, Jean? Estoy seguro de que ahora si metiste bien hondo la pata.
──Por favor, déjame en paz...
En su voz había arrepentimiento, lo notaba por la suavidad de ésta. Cuando se levantó se dispuso a tomar su abrigo, sus llaves y su celular, necesitaba encontrar a Yuuri primero y luego Phichit podría decirle todo lo que quisiera.
──¡¿A dónde irás?! ¿Sabes en dónde buscarlo siquiera?
No. No tenía ni la maldita idea pero no podía quedarse quieto mientras que afuera había comenzado a llover. Le estaba impacientando.
──Ya basta. ¿Sabías que Yuuri se estaba viendo con Viktor?
──...
No estaba preparado para esa pregunta tan de repente. Un relámpago iluminó las solitarias calles nocturnas y luego el estruendo de un trueno los dejó un poco ensordecidos.
──Bah, ¡Por supuesto que lo sabías!
──No intentes culpar a Yuuri por tus pecados, Jean Jacques Leroy.
──No sé de que demonios hablas.
Respondió con dureza, cuando le miró a la cara el alfa tenía los ojos enrojecidos, como si estuviera a punto de llorar pero no sabía si era de rabia o si realmente estaba sufriendo. Jean salió de la casa con prisa luego de tomar un paraguas, afuera se había desatado una feroz tormenta, si había algo que nunca había pasado por alto era el gran temor que tenía Yuuri hacia los truenos.
Se metió en su auto buscando por los alrededores en los locales que aún estuvieran abiertos a esa hora. Jean buscó entre sus memorias y recordó el parque al que solía ir con Jaqueline. Al llegar ahí el corazón le dio un vuelco al mirar a lo lejos la silueta de alguien acurrucado cerca de las gradas en el campo de fútbol. Le había encontrado.
Antes había escuchado muchos mitos sobre el lazo, que podrías experimentar los sentimientos del omega, tanto si eran buenos como si eran malos, y entonces se preguntaba si esa ansiedad y preocupación que tenía instalada en cada parte de su cuerpo realmente eran sentimientos que pertenecían a Yuuri. Ese mito era algo que en el pasado se esmeraba por cuidar y en la actualidad se daba cuenta de lo mucho que se había olvidado de protegerlo. Gracias a eso se prometió una cosa, compensaría esos meses en los que se había enojado contra todo arrastrando a Yuuri a un punto en el que sentía que iba a perderlo.
Al acercarse al lugar trotó los últimos pasos, el paraguas se había deshecho a medio camino a causa del feroz viento pero eso no importaba ya, todo lo que quería era llevar a Yuuri a casa sano y salvo, ahí podría secarse y podrían hablar, por fin estaba dispuesto a arreglar a lo que tanto empeño había estado destrozando sin la verdadera intención.
~
Viktor se encontraba bebiendo una taza de café instantáneo frente al ventanal que daba hacia la calle principal, comenzaban a caer las primeras gotas de la tormenta que se había anunciado esa mañana, las calles se encontraban vacías y las luces de algunas casas le daban el aspecto de ser un cuadro pintado al oleo a través del cristal empañado, por la mañana había visto a dos parejas y luego volvió a casa donde se la pasó en pijama, intentando leer un libro echado en el sofá pero la verdad es que no había logrado estar tranquilo, ese día no había visto a Yuuri porque había cancelado su entrenamiento juntos, él no intentó averiguar porqué pues no había encontrado valor para mirarlo a la cara aún. Cada vez que cerraba los ojos veía ese momento otra vez.
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DOCTOR DEL AMOR
Fanfic¿De verdad el divorcio es la única opción? Yuuri está determinado a mantener unida a su preciada familia sin importar los sacrificios que tenga que hacer. Cuando el amigo de Yuuri, Phichit, le ofrece un simpático anuncio, una nueva esperanza brota e...